El PP se despliega en Valladolid, en una convención a la que según La Vanguardia viajarán más de cincuenta dirigentes, altos cargos y personal del PP catalán. Una aglomeración en el andén del AVE, "overbooking" en clase preferente. Ojito con los billetes. La diputada autonómica Capdevila, del PSC, sale hoy en los papeles por pasar de matute (presuntamente, claro) viajes privados en AVE como gastos parlamentarios. Las dietas oficiales son un filón, una goma que se estira y raramente se rompe, un fondo para contingencias que incluye tabletas con conexiones a internet, smartphones con gadgets ilimitados, comidas, hoteles y viajes, lo que se dice un chollo o bicoca.
Transcribimos de la sección de confidenciales del diario barcelonés, "La Mirilla": "Sánchez-Camacho protagonizará con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, el foro 'Reforma del sector público y crecimiento económico'. Además, Dolors Montserrat, secretaria de organización del PP catalán, forma parte de la ponencia de la convención". Un valor en alza, la hija de la histórica diputada.
Por partes. Cincuenta miembros de un mismo partido en un tren es una invitación al cisma, un congreso de alta velocidad, un escenario propicio para una novela de Agatha Christie o un pasaje para la conjura, la conspiración y el cotilleo biliar. Sánchez-Camacho al lado de Montoro es una escena que aporta un cierto protagonismo, el mismo, a priori, que el de Dolors Montserrat, cuya inclusión en la "ponencia de la convención" es un metadato que sus partidarios traducen, ventilan, redoblan y airean como una posibilidad latente. La excursión a Valladolid es la segunda parte de una llamada al orden, un toque de corneta general en el eterno viaje al centro. Mientras el PP catalán se va a Valladolid, el asesor de Montoro Ángel de la Fuente presenta en Gerona el nuevo método de balanzas fiscales. Es la operación despiste.
Cuenta El Periódico, en una crónica de Agustí Sala, lo siguiente:
"En la Universidad de Gerona no esperaban que el Encuentro de Economía Pública, una reunión académica que celebra hoy su 21ª edición, generara tanta expectativa. Fue el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien la provocó hace una semana durante la convención del PP catalán al insinuar que, en ese marco, se daría a conocer una nueva metodología para calcular los flujos financieros autonomías-Estado en sustitución de las balanzas fiscales. Uno de los autores, el investigador del CSIC Ángel de la Fuente, la explicará hoy. Pero, en esencia, el modelo en el que ha trabajado con Ezequiel Uriel (Universidad de Valencia) y Ramón Barberán (Universidad de Zaragoza) se basa en el sistema flujo de beneficio. Este, que también ha usado la Generalidad, en lugar de situar el déficit fiscal de Cataluña (la cantidad que aporta de más con respecto a lo que recibe en forma de inversión y gasto del Estado) en más del 8% del PIB (más de 16.000 millones) lo reduce a alrededor del 5% (11.000 millones)".
Con todo el partido en Valladolid, a Ángel de la Fuente, al que la prensa catalana caricaturiza como uno de los hombres de negro de Montoro, le envían al frente del Este, una universidad catalana, un asesor de un ministro del PP y la ciudad en la que menos votos saca el partido en toda España. Ánimo De la Fuente, yes, you can. Y eso que, en síntesis, entre los 16.000 millones del fichaje de Neymar y los 11.000 del contrato de Bale hay una diferencia insignificante, una comisión ridícula.
Se desconoce cómo acogerá el mundo académico la nueva fórmula y se desconoce también qué textos, documentos y propuestas serán capaces de alumbrar en la reunión cardenalicia de Valladolid, pero no parece que vaya a haber novedades respecto a Cataluña. Según la información de Carmen Morodo en La Razón,
"Mariano Rajoy presentará la estrategia con la que afrontará las elecciones europeas, unos comicios que se presentan difíciles. Tanto que en medios populares empiezan a trabajar con la hipótesis de que tienen que hacer un esfuerzo extraordinario porque podrían llegar a perderlos. La estrategia está definida y no va a variar por los movimientos de última hora de ese sector contestatario interno al que se ubica más a la derecha. Ni por la irrupción en escena del partido Vox ni por la decisión de algunos dirigentes históricos de hacerse notar justo en vísperas de este relevante cónclave, según sostienen en el entorno del presidente. Dan sus razones, muy ligadas al pragmatismo de Rajoy, para explicar su decisión de afrontar este curso político con el discurso económico por bandera".
Coincide con El País, que titula en portada: "Rajoy intentará recuperar terreno con la promesa de bajar impuestos". El texto, de Francisco Manetto, incide en las claves económicas para recuperar el centro. En Abc, Curri Valenzuela maneja otros conceptos:
"Ni Vox ni la ausencia del presidente de honor, José María Aznar, de la convención quitan el sueño a la cúpula del PP, según les ha escuchado comentar el topillo, 'porque piensan que el número de votos que existe a su derecha es insignificante; a día de hoy las encuestas no conceden un solo escaño europeo al nuevo partido. Y en cuanto a Aznar, aunque querido por las bases, pertenece ya al pasado'. Lo que sí les preocupa, y mucho, es que por primera vez en sus dos años de vida el partido del Gobierno ha comenzado a perder apoyos por el centro, que es donde se deciden las victorias y las derrotas electorales en este país. 'El aborto nos ha hecho un roto', confiesa alguien importante del Ejecutivo".
Sobre eso, el ministro de Justicia Gallardón ha sentenciado que él tiene el apoyo de Rajoy, "que es lo importante". Evidente. Que se lo pregunten, si no, a Pedro J. Ramírez.
De vuelta a El País, sus páginas de opinión acogen hoy un nuevo artículo de Josep Borrell y Joan Llorach, uno de esos textos que demuestran la importancia de usar sombrero, para poder quitárselo uno en señal de respeto, admiración y cortesía. Borrell y Llorach merecerían el premio Galileo Galilei si es que tal distinción existiera. Están en el "eppur, si muove", un territorio lleno de incomprensión, aislados, caminan en solitario, sin más aplauso que el de su conciencia y la razón. "Los 16.000 millones que no aparecen" se titula su refutación de las cifras de la Generalidad, del supuesto expolio a Cataluña. Borrell y Llorach no son cincuenta personas en un tren, sino un par de firmas al pie de un "yo acuso" fundamentado.
"Se ha dicho que copiamos un informe de FAES, pero solo utilizamos datos de la Generalidad y del estudio 'Viabilidad de Cataluña como Estado' de la Fundación CatDem, vinculada a CiU. Muchas reacciones confirman que la reclamación de independencia está en buena parte basada en el convencimiento de que Cataluña dispondría 'de forma inmutable' (Artur Mas dixit) de 16.000 millones adicionales 'contantes y sonantes'. (...) Así, la Fundación CatDem estima 'la ganancia que obtendríamos como Estado independiente en 2009 hubiera sido de 922 millones de euros', una cifra muy inferior a los 16.000 de euros que gran parte de la opinión pública catalana parece estar convencida de que sería el beneficio inmediato e 'inmutable' que produciría la independencia".
Hablan también de que esos 922 millones sería lo que tendría Cataluña para financiar su representación diplomática, su defensa, su agencia tributaria. Lo que es un Estado, vamos.
Acaban así: "Este es un tema importantísimo y el Gobierno español debiera propiciar su debate. Nosotros hemos querido contribuir a ello a través del reducido espacio de estos artículos cuya publicación agradecemos mucho". Y es que, encima, no los habrán cobrado. Ya dejo a criterio de los lectores establecer comparaciones entre la producción documental de los partidos, los criterios de Ángel de la Fuente, lo de Valladolid y lo de Gerona, ciudades felizmente enlazadas por un Ave de categoría internacional, y el calado de la aportación de Llorach, un empresario, y Borrell, ex ministro socialista y aún militante del PSC.
La prensa de Barcelona se divide hoy en dos facciones: Primera: La Vanguardia explica que los catarís han comprado el hotel Renaissance. El Periódico se mete un poco con el alcalde Trias y le afea algunos defectillos de la ciudad. Barcelona es lo que queda del oasis, parece ser. Segunda: El Ara nos recuerda el octavo aniversario de la recogida de firmas del PP de Rajoy contra el Estatuto, una efeméride que Jaume Clotet titula así en el interior: "El día que Rajoy abrió la caja de los truenos". Gran memoria. Y El Punt Avui acusa al PP de utilizar "Artillería verbal" en portada y "La dialéctica del no" en páginas interiores, crónica a cargo de Marc Bataller.
La noticia de El Mundo es el relevo en su dirección. Pedro J. declara que si por él hubiera sido se estaría toda una vida de director. Raúl del Pozo pone el epílogo:
"Me dijo anteayer Pedro J. Ramírez con el pie en el estribo: 'Los problemas que hemos tenido no han sido nunca por mentir, sino por decir la verdad'. La odiosidad gigantesca que rodea al diario es lógica, cuando ha descubierto asuntos que afectaban al Rey, a los presidentes del Gobierno, al partido de la derecha, al de la socialdemocracia, al jefe de la madera o al de los espías, a los hijos del nacionalismo o al padre de Neymar. Esta bitácora del Foro abrazó su época y publicó siempre lo que estaba oculto y alguien quería que no se supiese. (...) Digan lo que digan, EL MUNDO nunca ha sido un contrapoder. Los periodistas que tenemos el honor de trabajar aquí hemos seguido, consciente o inconscientemente, la táctica de Kapuscinski: 'No pisar las cucarachas, sino encender la luz para que los ciudadanos vean cómo las cucarachas corren a esconderse'".
La vida sigue, como dice Arantza Quiroga cuando le mencionan a María San Gil, y El Mundo alumbra una nueva estrella de la política, la número tres de Vox, Cristina Seguí, de la que dicen que por su tipo y su belleza, que no son exactamente cualidades indispensables para el parlamentarismo, levanta pasiones en la red. La ha descubierto Martín Mucha, que aclara en un subtítulo que ya tiene novio.
En fin, que esto es lo del día, una terapéutica contribución, un modesto artículo, cuya publicación también agradezco mucho.