Historia milagrosa, a dos semanas y media de Navidad, la que ha protagonizado el cocinero nigeriano Harrison Odjegba Okene, y que le ha convertido en una celebridad planetaria, aunque seis meses después de que ocurrieran los hechos
A finales de mayo, Okene sobrevivió tres días en el interior de un remolcador de tanques de petroleo naufragado en el fondo del mar -aunque no a una gran profundidad- gracias a una bolsa de aire, y fue rescatado, como se puede ver en el impactante vídeo adjunto, por un buzo -con cámara incorporada en su escafandra- que sólo esperaba encontrar cadáveres.
Okene viajaba con 11 compañeros en la nave Jascon 4. Después de naufragar y que la nave se hundiese a 30 metros de profundidad frente al delta del Níger, todos murieron excepto él, que considera este hecho una señal divina.
Los buzos, trabajadores de un yacimiento petrolífero a 120 kilómetros de distancia, se sumergieron hasta el pecio con la intención de recuperar los cadáveres de la tripulación. La sorpresa y el susto fueron enormes para los dos ocupantes vivos de la embarcación naufragada, buzo y superviviente, cuando el submarinista agarró la mano de lo que creía que era una persona muerta y ésta le devolvió el apretón.
Su salvador asegura que Okene tuvo una suerte enorme porqué el aire estaba prácticamente agotado. El náufrago, por su parte, pasó 72 angustiosas horas después del hundimiento del barco, el 26 de mayo a las 4.30 de la madrugada -hora local-.
72 angustiosas horas
Según ha explicado a una televisión nigeriana, Okene se puso un chaleco salvavidas, cogió dos linternas y ocupó una cabina que le pareció segura mientras el barco se hundía. Durante el tiempo que estuvo encerrado en el fondo del mar, esperando lo que era prácticamente una muerte segura y soportando un intenso frío, repasó su vida y pensó en su madre, su mujer, sus amigos y la tripulación desaparecida. Mientras tanto, los golpes que daban grandes peces en el interior del barco, disputándose lo que le pareció que era una gran pieza, hizo aumentar su ya de por si gran inquietud y desasosiego.
El vídeo completo ha sido publicado por la compañía de buzos DCN Diving, después que la agencia Associated Press (AP) le pidiera que la difundiera, en vez de la versión abreviada que se había hecho pública anteriormente. Su autenticidad ha sido confirmada tanto por submarinistas como el propio Okene, con el cual la AP se puso en contacto.