Visitar pueblos de Cataluña es una de esas experiencias que nunca nos cansan porque en cada rincón encontramos historia, tradición y una forma de vivir que conserva la esencia del territorio. Desde pequeños núcleos medievales hasta villas rodeadas de naturaleza, cada visita se convierte en una oportunidad para descubrir paisajes únicos, sabores locales y un patrimonio cultural que se mantiene vivo y que invita a volver una y otra vez.
El pueblo de Girona
Madremanya es uno de los pueblos con más encanto de la provincia de Girona, con tan solo 280 habitantes, según datos del INE 2025. Una parada imprescindible para quienes desean conocer rincones con identidad propia y una fuerte conexión con el entorno. La economía de la población se basa básicamente en el sector primario, destacando la agricultura de secano y ganadería.
Calles de Madremanya
Estos son algunos de los encantos de este pueblo:
- Iglesia de Sant Esteve: La actual iglesia se construyó sobre un templo ya existente anteriormente documentado en el 1078. Fue erigida alrededor del año 1300 con un estilo arquitectónico románico tardío. Actualmente, consta con influencia gótica y renacentista. Fue incluida en el inventario de patrimonio Arquitectónico de Cataluña.
- Casco antiguo: Las viviendas se encuentran situadas formando la típica estructura defensiva medieval y las casas datan, mayoritariamente, del XVI, XVII y XVIII. Se conservan aún dos de las principales entradas a la antigua muralla, la puerta norte y la oeste.
- Castillo de Millàs: declarado como bien cultural de interés nacional, documentado desde el siglo XIII. Actualmente, no es accesible ya que es una propiedad privada.
- Cruz de Millàs: Una antigua cruz que marcaba el encruzamiento de los caminos de Madremanya con Púbol, Monells y San Sadurní de l'Heura. La cruz, que hoy en día se puede presenciar, es una reconstrucción del 2014, ya que la original fue destruida el año 1936.
- Fuente Picante: situada en el extremo suroeste del pueblo, en el macizo de las Gavarres. Esta agua se comercializó bajo el nombre de "Agua Mineral de Madremanya". Se llegaron a embotellar hasta 10.000 unidades, pero con la crisis llegó a detenerse.
Las fiestas más destacadas son la Fiesta Mayor, el primer fin de semana de agosto, donde se pueden disfrutar de diferentes actividades culturales para todas las edades. Cada año en octubre también hay un encuentro de encajeras; con desayuno, misa y sardanas. Por último, en noviembre, está la Fiesta Mayor de Millàs, con misa y sardanas.
Cómo llegar
Llegar a Madremanya, desde el centro de Barcelona en coche, es un trayecto sencillo que suele durar alrededor de una hora y media. Lo más habitual es salir de la ciudad tomando la autopista AP-7 en dirección a Girona, una vía rápida que permite avanzar con comodidad durante la mayor parte del recorrido.
Tras circular por la AP-7, hay que tomar la salida de Girona Sud y continuar por la carretera C-66 en dirección a La Bisbal d’Empordà. A lo largo de este tramo el paisaje empieza a cambiar hacia un entorno más rural, y una vez señalizado el desvío a Madremanya solo queda seguir las indicaciones por carreteras locales. Estas conducen directamente al pueblo donde se puede aparcar en las zonas habilitadas a la entrada.