De entrada puede costar de creer. Hay que ser un peregrino especialmente interesado para saber que el Camino de Santiago pasa por Cataluña. Y es que este sendero santo no es una única ruta ni un trazado homogéneo.
A lo largo de los siglos se han consolidado múltiples itinerarios que conectan distintos territorios de la península Ibérica con Santiago de Compostela. Cataluña forma parte de esta red histórica de caminos jacobeos y tiene nombre de santo: el Camí de Sant Jaume Català.
Se trata de un recorrido que enlaza el interior del territorio con las grandes rutas del norte peninsular y, entre las ciudades por las que pasa, se encuentra Igualada, que conecta con Montserrat, Lleida, Zaragoza y Logroño, hasta enlazar con el Camino Francés.
Esta vía, reconocida por asociaciones jacobeas y señalizada en varios tramos, recupera antiguos caminos medievales utilizados por peregrinos que atravesaban Cataluña rumbo a Galicia.
Dónde está
Todo ello explica que Igualada cuente con guías y cartografías del Camí de Sant Jaume Català. La ciudad actúa como punto de paso o etapa intermedia y, por ello, dispone de albergues para peregrinos.
Entre ellos destaca un alojamiento pequeño, pero pensado específicamente para caminantes: el Albergue Cal Maco, situado en el centro histórico de Igualada, en la Plaça de la Creu.
Pasado modernista
El edificio que lo alberga es una construcción modernista levantada entre 1914 y 1917, conocida originalmente como Casa Cal Maco o Cal Valls, proyectada por el arquitecto Josep Pausas i Coll.
Tras un proceso de rehabilitación, el inmueble fue reconvertido en un equipamiento multifuncional que integra albergue, oficina de turismo y centro de interpretación.
Fachada de Cal Maco
El albergue ocupa las plantas superiores del edificio y ofrece un total de 45 plazas, distribuidas en diferentes tipos de habitaciones.
El modelo responde al formato habitual de los alojamientos para peregrinos, con habitaciones compartidas e individuales, adaptadas a estancias de corta duración.
Un albergue pensado para peregrinos
Los dormitorios están equipados con camas individuales y ropa de cama, y el albergue dispone de baños y duchas, tanto compartidos como privados, en función de la estancia. Asimismo, hay espacios pensados para cubrir las necesidades básicas de los caminantes tras una jornada de ruta.
Entre las instalaciones del Albergue Cal Maco se incluyen una cocina compartida, un comedor y zonas de estar comunes. Estos espacios facilitan la convivencia entre peregrinos y fomentan la creación de vínculos durante la travesía.
Qué tiene
El edificio cuenta también con jardín y terraza, así como con servicios específicos para caminantes y cicloturistas, como aparcamiento para bicicletas y zonas de descanso. Además, dispone de consignas o espacios habilitados para guardar equipaje.
Por último, destaca que, a pesar de su antigüedad, el albergue está adaptado para personas con movilidad reducida, incorporando criterios de accesibilidad en su rehabilitación.
Habitación de albergue
En lo que respecta a su relación con las rutas de peregrinación, el albergue cuenta con información específica y recursos culturales. En la planta baja del edificio se encuentra el Centro de Interpretación Ignaciano, un espacio dedicado a contextualizar el paso de San Ignacio de Loyola por Igualada y la historia del territorio en época medieval y moderna.
Este centro refuerza el vínculo del albergue con las rutas de peregrinación, ya que Igualada también forma parte del Camino Ignaciano, que une Loyola con Manresa.
Información del Camino
En el mismo edificio se ubica la Oficina de Turismo de Igualada y la comarca del Anoia, que ofrece información sobre rutas, patrimonio y servicios tanto a peregrinos como a visitantes.
Así, Igualada y el Albergue Cal Maco forman parte de la red de infraestructuras que mantienen vivo el paso del Camino de Santiago por Cataluña, integrando patrimonio, acogida y tradición peregrina en un entorno urbano histórico.
Igualada y el apóstol Santiago
Además, hay que tener en cuenta que Igualada mantiene una estrecha relación simbólica con el apóstol Santiago. Uno de los elementos más representativos de la ciudad es la ermita de Sant Jaume de Sesoliveres. Está dedicada al santo y asociada tradicionalmente a la peregrinación jacobea en la comarca del Anoia, aunque se trata de un vínculo poco conocido.
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