La única comarca catalana a la que le han robado su artículo: un enclave independentista

Como toda región, Cataluña tiene también sus particularidades y curiosidades. Una de ellas es que sus demarcaciones o comarcas tienen su artículo. Al menos, se le pone cuando uno las menciona. 

Así, no es extraño escuchar que entre las 42 comarcas catalanas están el Vallès, la Cerdanya, el Penedès, la Noguera o el Baix Llobregat, entre otras. Pero hay una que es única, por muchos motivos, pero la anécdota lingüística particular es que es la excepción de la regla.

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Osona, una comarca situada en el centro-norte de la provincia de Barcelona, es la única de toda Cataluña cuyo nombre aparece y se pronuncia siempre sin artículo. Una peculiaridad lingüística que la distingue dentro de la geografía catalana y que a menudo despierta la curiosidad de quienes se interesan por la toponimia y la organización territorial del país.

Pero esto no es lo único destacable de Osona. Su historia, sus paisajes, su cultura, sus pueblos y su gente son las que la hacen especial. 

El origen del lugar

El origen de Osona y su nombre se remonta a la época íbera y romana. El término proviene de la antigua ciudad íbera de Ausa, que posteriormente se convirtió en Ausa romana, núcleo que dio lugar a la actual ciudad de Vic, capital de la comarca. 

En este caso, al tratarse de un topónimo que designa una entidad histórica y no una descripción geográfica como “el Vallès” o “la Cerdanya”, el nombre quedó fijado sin artículo. Esta singularidad se ha mantenido hasta hoy, consolidando a Osona como esta excepcionalidad.

Una región particular

También puede decirse que es un oasis en el Prepirineo. Si la Garrotxa es conocida por ser tierra volcánica, Osona ocupa un espacio de transición entre la llanura central catalana y las primeras estribaciones del Prepirineo. 

El paisaje más característico se encuentra en su capital y su origen romano, en la plana de Vic, un territorio llano rodeado de sierras y montañas que le dan un aspecto cerrado y protegido. Eso no quita que los inviernos sean especialmente fríos y húmedos. Son conocidas las nieblas persistentes que cubren la llanura durante varios días.

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Vic, ciudad romana y cultural

Conocida por su plaza Mayor, de gran amplitud y rodeada de soportales, es el epicentro de la vida ciudadana y acoge mercados semanales desde hace siglos. Allí se celebra un mercado medieval muy famoso así como el Mercat de Música Viva de Vic.

La catedral de Sant Pere Apòstol, que combina estilos románico, gótico, barroco y neoclásico, es una prueba de la importancia histórica que siempre tuvo esta ciudad. Sin ir más lejos, la ciudad acoge museos como el Museu Episcopal de Vic, que conserva una de las colecciones de arte románico más importantes de Europa.

Capital independentista

En los últimos años, también ha sido conocida por su marcada tendencia independentista. En pleno auge secesionista, el ayuntamiento llegó a lanzar mensajes y consignas separatistas por megafonía instalada en sus calles. Aunque Vic es mucho más, es cultura y es gastronomía. Su tradición de embutidos es conocida, en particular el fuet que lleva el nombre de la ciudad.

En contraste con la plana, las sierras que la rodean ofrecen paisajes abruptos, bosques densos y valles fluviales. Destaca el curso del río Ter, que atraviesa la comarca y ha sido motor de desarrollo agrícola, industrial y turístico. 

Naturaleza y senderismo

En estas montañas se encuentran espacios naturales de gran valor, como las Guilleries, con sus bosques de encinas y robles, o el Collsacabra, con acantilados y miradores que se abren hacia el pantano de Sau.

Las rutas de senderismo y cicloturismo son abundantes. Una de las más populares es la que conduce desde Rupit hasta el Salt de Sallent, un salto de agua de más de cien metros de altura. También la ruta circular por Tavertet o los caminos que rodean el pantano de Sau, donde emergen las ruinas del antiguo pueblo de Sant Romà, inundado en los años sesenta, ofrecen experiencias únicas para los amantes de la naturaleza y la historia.

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Y ya que han salido mencionados en las rutas, es imposible no hablar de ellos. Los pueblos de Osona, la comarca sin artículo de Cataluña, han llegado a ser casi más famosos que su capital.

Pueblos que enamoran a National Geogaphic

Rupit i Pruit, con su puente colgante y sus calles empedradas, se ha convertido en uno de los destinos rurales más visitados de Cataluña, gracias a su bien conservado casco histórico y su entorno natural. Centenares de artículos de revistas y diarios nacionales e internacionales, como National Geographic, subrayan su belleza y majestuosidad histórica.

También circulan elogios y ríos de tinta sobre Tavertet, situado en un altiplano sobre los riscos del Collsacabra. Su núcleo urbano combina casas de piedra con espectaculares miradores hacia el pantano de Sau y el valle del Ter. 

Una comarca, dos provincias, cero artículos

Otros pueblos como Manlleu, históricamente vinculado al desarrollo industrial a través del río Ter, o Torelló, con su tradición festiva y cultural, muestran la diversidad social y económica de la comarca. Mientras tanto, localidades más pequeñas como L’Esquirol, Sant Julià de Vilatorta o Perafita conservan el encanto de los entornos rurales tradicionales.

Por último, otra curiosidad. Osona no es solo la comarca sin artículo, es también la que forma parte de dos provincias. Si bien la mayor parte de su extensión pertenece a Barcelona, varios pueblos como Espinelves, Vidrà y Viladrau, que son parte de Osona, pertenecen a Girona. Un lugar lleno de particularidades.