
Bandera Negra en la playa
Confirmado, la nueva bandera negra en uno de los puntos más visitados de Tarragona: mala gestión y falta de medidas estructurales
Este 2025, Ecologistas en Acción ha elaborado un nuevo informe con seis playas catalanas, que tienen afectaciones ambientales graves
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En las playas, una bandera negra señala la advertencia más severa: indica condiciones extremadamente peligrosas, como corrientes fuertes, marejadas o contaminación, y prohíbe totalmente bañarse. Es un nivel de alerta máximo que no se debe ignorar bajo ninguna circunstancia, ya que incluso nadadores experimentados pueden correr un gran riesgo.
El propósito de esta señal es proteger la seguridad, dejando claro que el agua está demasiado agitada o insegura para cualquier actividad. Si ves una bandera negra, significa "ni se te ocurra entrar al agua": no se trata de una invitación a ignorar las señales, sino de una orden basada en condiciones meteorológicas o marítimas adversas.

Banderas Negras en Cataluña
Ecologistas en Acción ha presentado el informe de las playas con Banderas Negras en 2025, que recoge algunas de las afectaciones ambientales más graves tanto del litoral catalán como del español. Como se otorgan dos por provincia -una por contaminación y otra por mala gestión-, a Cataluña le han tocado seis. Este año, el foco ha estado en "la apropiación y ocupación del espacio o dominio público marítimo-terrestre", que es una práctica "muy extendida" entre particulares con dinero y empresas que consiguen esquivar la "insuficiente" ley de costas.
Respecto a Cataluña, este es el territorio "donde hay más presión urbanística en el litoral". Según el informe, "los pocos espacios naturales que quedan son objeto de proyectos mercantiles, como el pinar de la playa de La Farella o la parte final del río Rec d'en Feliu (ambos en Girona). Aquí el plan del gobierno municipal de Llançà pretende urbanizar estos terrenos, a pesar de ser una zona inundable y de tener un alto valor ambiental en el umbral del Parque Natural de Cap de Creus".

Playa La Farella
En la provincia de Tarragona se penaliza este año, con la bandera negra, a un almacén de CO2 ubicado frente a la costa y a la torre de refrigeración de las centrales nucleares de Ascó -por contaminación- y a la playa del Delta del Llobregat. Y en Barcelona se ha denunciado la situación de las playas de la ciudad condal, mientras que en Girona la etiqueta negra se sitúa en Lloret del Mar (además de en Llançà).
La playa del Delta del Llobregat
La playa del Delta del Llobregat, junto al entorno del río Llobregat en su desembocadura, es un espacio natural muy frecuentado por visitantes que buscan sol, playa y rutas ecológicas. La zona incluye pasarelas disfrutadas por miles de bañistas, ciclistas y amantes de la naturaleza, acumulando alrededor de 2,5 millones de visitas anuales en el tramo metropolitano del río -según un estudio entre julio de 2021 y junio de 2022-.
En este informe de 2025, esta playa ha sido señalada con una bandera negra por mala gestión. Según la organización ecologista, el delta sufre una regresión ambiental acelerada debido a planes de ingeniería e infraestructuras invasivas: por el proyecto de ampliación del aeropuerto de El Prat- que no cuentan con medidas estructurales efectivas para frenar su deterioro-.
Las actuaciones actuales, calificadas como “detalle de obra en lugar de restauración ecológica”, no solo no frenan la degradación, sino que agravan la pérdida de hábitat de flora y fauna -como las aves migratorias- en este humedal protegido internacionalmente.

Delta del Llobregat
¿Una playa con bandera negra puede volver a ser azul?
Una playa que ha sido señalada con bandera negra por problemas ambientales graves puede volver a obtener la Bandera Azul, siempre que solucione las deficiencias que motivaron la alerta y cumpla de nuevo todos los requisitos exigidos por el programa. La Bandera Azul, otorgada anualmente por la Fundación Europea de Educación Ambiental (ADEAC), exige estándares firmes en calidad del agua, seguridad, gestión ambiental y educación ambiental.
Por tanto, una playa puede pasar de negra a azul si implementa mejoras como el tratamiento adecuado de aguas residuales, limpieza efectiva, control de vertidos, y cumplimiento estricto de la normativa.
No obstante, no es inmediato ni sencillo: tras detectarse una situación grave (como contaminación o vertidos), es probable que la Bandera Azul se retire hasta que se restauren las condiciones óptimas. Solo cuando se realicen las mejoras exigidas por la normativa (control microbiológico continuado, infraestructuras adecuadas, educación ambiental y mantenimiento del entorno), la playa podrá presentar de nuevo su candidatura y ser evaluada. Por eso, aunque es posible, es un proceso que requiere tiempo, inversión y compromiso continuo.