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El barrio más inseguro de Tarragona, según la IA: "Viviendas ocupadas y robos en tiendas"

Esta zona de la ciudad se encuentra en la periferia de la antigua Tarraco

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Pasa en las mejores casas. Siempre hay un lado oscuro, algo que no sale bien del todo, que crea algún problema. En las ciudades pasa lo mismo.

Los problemas de seguridad son los que más preocupan a la ciudadanía, sea de un pequeño pueblo o una gran ciudad. Muchas personas se fijan en estos datos a la hora de escoger dónde vivir o alojarse en sus vacaciones.

Tarragona, que es una de las ciudades de Cataluña más turísticas, no es una excepción. Hay algunos barrios que se consideran más inseguros o peligrosos.

Sant Salvador, es una de esas zonas, situada en la periferia de la ciudad, que ha sido señalada en reiteradas ocasiones como una de las zonas con mayores problemas de seguridad de la ciudad. 

Datos oficiales

Esta preocupación no es nueva ni producto de la exageración mediática: informes de la Guardia Urbana, los Mossos d'Esquadra y datos del Ayuntamiento confirman que en este barrio se concentran numerosos incidentes relacionados con el incivismo, la delincuencia y el deterioro del espacio público.

Según los datos recogidos por la Guardia Urbana y los Mossos, Sant Salvador es uno de los barrios donde se han desplegado más operativos de seguridad en la última década. Estas operaciones, a menudo realizadas en colaboración con la Policía Nacional y la Guardia Civil, incluyen identificaciones masivas, controles de tráfico y registros en viviendas sospechosas de estar vinculadas con actividades delictivas. 

Detenciones y operativos policiales

Uno de los dispositivos más recientes, concluyó con la identificación de 37 personas y 27 vehículos en una sola noche, como parte de un plan de choque para recuperar la convivencia vecinal.

Las autoridades municipales han reconocido la complejidad de intervenir en Sant Salvador, un barrio que combina problemas de exclusión social, abandono institucional y una fuerte sensación de inseguridad entre los vecinos. 

Llamadas al 112

El Ayuntamiento de Tarragona, a través de su área de Seguridad Ciudadana, ha señalado en informes internos y comparecencias públicas que Sant Salvador, junto a Campclar, concentra un volumen desproporcionado de llamadas al 112 por conflictos vecinales, altercados en la vía pública y delitos contra la propiedad.

La percepción de inseguridad se ha incrementado en los últimos años, especialmente por la proliferación de viviendas ocupadas, los robos en comercios y la presencia visible de tráfico de estupefacientes. 

Un barrio al margen

Vecinos del barrio han denunciado repetidamente que algunas calles han quedado fuera del control institucional, con pisos convertidos en puntos de venta de droga o lugares donde se producen conflictos entre clanes rivales. En diversas ocasiones, estas tensiones han derivado en reyertas violentas que han requerido una intervención urgente de los cuerpos policiales.

A pesar de estos problemas, Sant Salvador cuenta con una red activa de entidades vecinales que trabajan para revertir la situación. Asociaciones de barrio, AMPAs y centros sociales impulsan iniciativas educativas y comunitarias que buscan alejar a los jóvenes de los entornos conflictivos y generar espacios de encuentro seguros. 

Barrio popular

Talleres de refuerzo escolar, actividades deportivas y eventos culturales tratan de ofrecer una alternativa real a la dinámica del abandono institucional y la marginalidad.

La estructura urbanística del barrio, con grandes bloques de viviendas sociales construidos en los años 70, ha favorecido la concentración de población en riesgo de exclusión. Esta configuración ha dificultado la intervención urbana efectiva y ha hecho que muchas familias vivan con miedo o resignación.  

Una zona deteriorada

A esto se suma el deterioro del mobiliario urbano, la suciedad acumulada en espacios comunes y la sensación de abandono por parte de las administraciones. Estos factores no solo alimentan la percepción de inseguridad, sino que también dificultan cualquier intento de regeneración social y urbana.

En varias ocasiones, el Ayuntamiento ha prometido planes de intervención integral en Sant Salvador, con medidas de mejora del espacio público, refuerzo de los servicios sociales y mayor presencia policial. Sin embargo, muchas de estas iniciativas no han pasado del anuncio institucional o se han aplicado de forma fragmentaria, sin una estrategia sostenida a medio plazo.

Acción vecinal

Mientras tanto, la población del barrio convive diariamente con situaciones que en otros puntos de la ciudad resultarían inaceptables: interrupciones de luz por conexiones ilegales, trapicheos a plena luz del día y una falta de servicios que alimenta el malestar colectivo.

No obstante, el barrio también es escenario de esfuerzos personales y colectivos que desafían los estigmas. Docentes, sanitarios, trabajadores sociales y vecinos implicados construyen, día a día, una red de resistencia frente al deterioro y la exclusión.

En algunas calles, se han iniciado procesos de mediación vecinal con buenos resultados, y algunos comercios locales han logrado mantenerse abiertos pese al contexto adverso, actuando como puntos de referencia para la comunidad. La situación sigue siendo compleja, pero también revela el potencial de cambio cuando hay implicación social real.