El rincón de Cataluña que alberga uno de los pueblos más bonitos de los Pirineos, Garòs

El rincón de Cataluña que alberga uno de los pueblos más bonitos de los Pirineos, Garòs NAUT ARAN

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El rincón de Cataluña que alberga uno de los pueblos más bonitos de los Pirineos: muy pocos lo conocen

El municipio forma parte de un grupo de 12 localidades de montaña destacadas por su impresionante belleza

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Con la llegada de abril llega el cierre de las pistas de esquí. De hecho, esta Semana Santa cerraron todas, pero antes de que ese momento llegase, en la primera semana del mes, los Pirineos vieron nacer una nueva propuesta para incentivar el turismo más allá del invierno.

Al igual que existe la asociación de los Pueblos más bonitos de España, una agrupación de 12 municipios conformaron la marca Los Pueblos Más Bonitos de los Pirineos. Repartidos entre Aragón y Cataluña, estas localidades presumen de calles, paisajes, arte románico, buena gastronomía y un sinfín de actividades.

Los pueblos más bonitos del Pirineo

Durante el primer fin de semana de abril, las delegaciones de esos pueblos se juntaron en Naut d’Aran para dar por constituido esta nueva agrupación conformada por los siguientes municipios: de Aragón, Alquézar, Aínsa, Roda de Isábena, Ansó y Sos del Rey Católico; de Navarra, Roncal y Ujué; y de Cataluña, Beget, Durro, Arties, Bagergue y Garós.

Las cinco localidades catalanas son pequeños núcleos de población que conforman algunos de los parajes más espectaculares de la Vall d’Aran. Una de ellas, además, acumula dos patrimonios de la Humanidad. Pero hay uno que es la más desconocida de todas, un pequeño núcleo urbano de solo 150 habitantes y mucha belleza.

Dónde está

Tal es el caso de Garòs, una joya del Valle de Arán, un pueblito situado a 1.115 metros de altitud, considerado la puerta del Alto Arán. Tranquilo, luminoso, abrazado por cumbres nevadas durante todo el año, es un destino que mezcla historia, naturaleza y autenticidad con una naturalidad sorprendente.

Con apenas 150 habitantes, su población fluctúa en función del turismo, ya que en los últimos años han surgido varias construcciones temporales y casas rurales para alojar a quienes buscan un respiro entre montañas y aire puro.

Pueblo de postal

Garòs se asienta en la vertiente derecha del río Garona, entre los barrancos de Salider y Cal, a los pies del monte Espiargo. Aunque en el pasado era un agregado de Arties, hoy forma con este último una entidad municipal descentralizada, siendo Garòs mucho más que un apéndice: es una postal viviente de piedra, madera y tejados de pizarra.

El pueblo está atravesado por el antiguo Camin Reiau, es decir, el camino real, una vía trashumante de gran importancia histórica que conecta distintos pueblos del Valle de Arán. Pasear por sus calles empedradas es caminar por siglos de historia viva, un auténtico regalo para el viajero que busca algo más que un destino turístico.

Calles de Garòs

Calles de Garòs CATALUNYA TURISME

Qué ver en Garòs

El corazón espiritual de Garòs es, sin duda, la iglesia parroquial de Sant Julià de Garòs. Esta joya románica del siglo XII ha sido reformada en distintas épocas, lo que ha dejado una huella arquitectónica única.

Destaca en ella un ábside gótico del siglo XV, pinturas del siglo XVI y un impresionante campanario erigido en 1619 que parece sacado de una película medieval. Por último, es imposible no acercarse al altar mayor barroco de 1774 ni pararse a mirar el reloj de 1714 traído desde la vecina iglesia de Santa María de Arties.

La iglesia

El interior del templo sorprende también por la belleza de su cruz procesional de plata, un Cristo de talla y una Virgen gótica.

Por último,  si uno es amante de las leyendas, debe saber que aquí se halló, según la tradición, la calavera del gigante Mandrónius, un monstruo de tres metros de longitud que defendió la región contra la invasión romana.

Calles y fiestas

Un poco más actual que el monstruo de la era romana es la Plaza Mayor de Garòs, rodeada de casas típicamente aranesas, de piedra y tejados inclinados, perfectas para resistir los inviernos del norte. 

Aquí se respira un ambiente sereno, de pueblo pequeño que todavía vive al ritmo de las estaciones y las fiestas patronales: el 16 de agosto por Sant Roc y el 28 del mismo mes por Sant Julià.

El entorno

Por último, más allá de los límites del pueblo, hay todo un paraje natural tan bucólico como sobrecogedor. A tan solo unos kilómetros de Garòs, se encuentra la ruta circular de Artiga de Lin, ideal para caminatas en familia. Un paseo entre montañas escarpadas, bosques frondosos y praderas que parecen sacadas de una pintura. 

Otra excursión recomendable es al pueblo de Canejan, antigua puerta del Vall d’Aran para los romanos. Por este camino, además se puede contemplar el majestuoso Auet de Canejan, un abeto monumental de más de veinte metros de altura.

Cómo llegar

Desde Lleida, el camino más directo es tomando la N-230 hacia el norte, en dirección a Vielha y, a partir de ahí, seguir las indicaciones hacia Garòs. El trayecto en coche suele durar unas 3 horas en coche.

Desde Barcelona, la ruta es más larga, de unas cuatro horas y media. Se parte hacia el norte por la A-2 hasta Tàrrega, donde se enlaza con la C-14 hacia Adrall y posteriormente con la N-260 hasta la N-230.