Cataluña tiene de todo. Desde las playas de la Costa Brava hasta los verdes bosques del Pirineo con sus lagos y pistas de esqui pasando por la monumental Barcelona, la histórica Tarraco o la bella Girona. Ciudades, naturaleza y muchos pueblos con encantes que hacen difícil quedarse con solamente una cosa.
Gerard Piqué, en cambio, lo tiene algo más claro. En una entrevista, el exjugador del FC Barcelona ha confesado cuál es su rincón favorito de la tierra que le vio nacer. Ha sido casi de forma indirecta, comentando que es lo que le hace más feliz.
La confesión de Piqué
El ahora presidente de la King’s League explicó en una entrevista con Spursito, un creador de contenido en redes, que ahora disfruta de los pequeños placeres de la vida. Uno de ellos, precisamente, tiene que ver mucho con Cataluña.
"Lo que más feliz me hace es ir a la Cerdanya, encender el fuego y no hacer nada. Ponerme Netflix o una serie y verla en un día. Eso es la hostia", llega a decir en esta conversación en redes. Algo que ya se podía intuir teniendo en cuenta que el también empresario tiene una casa allí.
Una zona, dos países
Para quien no la conozca, la Cerdanya es un territorio precioso de los Pirineos que en la actualidad está gestionado por dos estados: Francia y España. Se repartió en el Tratado de los Pirineos de 1659, con el que quedó dividido en Alta Cerdanya, que es ya tierra francesa, y la Baja Cerdanya, que forma parte de la provincia de Girona, en Cataluña.
Pero más allá de lo histórico, la zona es conocido por dos cosas: por ser uno de los lugares más fríos a la par que bellos del territorio catalán y por ser el rincón predilecto de la clase alta catalana para pasar el invierno. La proximidad con las pistas de esquí es idónea para eso.
Estany de Puigcerdà
Cómo es la Cerdanya y dónde está
La orografía también tiene algo de mágico que, además, permite todo lo anterior. El valle donde se ubica la Cerdanya es de los pocos pirenaicos que discurre de este a oeste, y no de norte a sur. Sus montañas más altas son el pico Carlit (2.921 metros), muy apreciada para los amantes del senderismo, y el Puigmal (2.909 metros).
Pero hay muchos planes por hacer tanto en invierno como en verano. La Cerdanya es una de las comarcas más singulares de Cataluña también por su historia y su enclave geográfico.
Una isla particular en medio de Francia
Uno de los municipios más curiosos de la comarca es Llívia. Aunque pertenece a Cataluña, se encuentra físicamente rodeado por territorio francés debido a un tratado del siglo XVII.
En este pequeño pueblo de 1.500 habitantes se pueden visitar su castillo en ruinas, la torre Bernat de So y la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles. Además, es famoso por albergar la farmacia Esteva, la botica más antigua de Europa que se conserva como museo.