¡Y no lloré!, como le dijo Mónica Naranjo a Aitana en OT 2017, pero es probable que nosotros sí que lloremos al descubrir uno de los pueblos más bonitos de Cataluña y lugar de nacimiento de la artista. Esta encantadora ciudad, situada en la comarca del Alt Empordà, en Girona, no solo destaca por su historia y arquitectura, sino también por la magia que envuelve cada rincón. Además, de ser la cuna de Salvador Dalí, alberga un patrimonio cultural impresionante que deja sin palabras a todo aquel que la visita.
Es, sin duda, un lugar que enamora a primera vista, donde el arte y la historia se fusionan para crear un ambiente que, aunque pequeño, deja una huella imborrable en el corazón de quienes lo visitan.
El consejo de Dalí
Hija de padres andaluces, que más tarde emigraron a Cataluña en la década de 1960, Mónica Naranjo nació en Figueres en mayo de 1974 en el seno de una familia humilde.
Según recuerda la cantante, su madre trabajaba como asistente en casa de unos médicos que tenían relación con Salvador Dalí, con el que coincidió en varias ocasiones. Recuerda que el artista la miraba con recelo, pero en una ocasión la madre de Mónica le comentó a Dalí que su hija quería cantar. Como consejo, le respondió que lo que debía de hacer era dejarse llevar por la pasión. Sugerencia que Mónica no comprendió hasta años después.
El pueblo de Mónica Naranjo
El nombre actual de Figueres deriva de Ficaris, de la época visigoda. En el 1267, el rey Jaime I de Aragón le concedió fueros, y años más tarde Hugo IV, conde de Ampurias, la incendió. De la antigua muralla queda en pie la torre Gorgot, integrada en el Teatro-Museo Dalí.
Durante el siglo XIX adquirió notoriedad y pujanza, y le fue concedido el título de ciudad convirtiéndose así en un centro de ideas republicanas y federalistas. Durante la guerra civil española fue leal al gobierno de la II República. Fue fuertemente bombardeada por el ejército golpista, especialmente, al final de la campaña de Cataluña, cuando miles de refugiados la atravesaban en dirección a Francia para exilarse.
Plaza de la Constitución de Figueras -comienzos principios s.XX-
En la década de 1950, la recuperación de la ciudad empezó a manifestarse, consolidándose con el inicio del turismo y en el desarrollo en los años 1960. En el censo de 1981 el nombre del municipio pasó de Figueras a Figueres.
También, son naturales de aquí: Narciso Monturiol, inventor de una nave submarina, Dalí y Kiko Veneno.
Un viaje surrealista
Para conocer un poco más la obra y figura de uno de los artistas más grandes y excéntricos del siglo XX, te recomendamos un viaje al centro de Figueres.
En primer lugar, te encontrarás con el Teatro-Museo Dalí diseñado por el propio Salvador: este es el objeto surrealista más grande del mundo. Desde su inauguración en 1974, la colección del museo permite al visitante contemplar toda la trayectoria artística del pintor -eso sí, en desorden cronológico- y de sus grandes pasiones: el dinero, la ciencia, el erotismo, su madre y su mujer y musa, Gala.
Teatro-Museo Dalí en Figueres
Obras más destacadas
Entre las obras más destacadas, que se exponen, se encuentran el Retrato de Gala, Autorretrato blando con beicon a la plancha, Galarina y Galatea de las esferas.
En el conjunto sobresalen la Sala Mae West -un apartamento surrealista donde el mobiliario se distribuye formando el rostro de la actriz-, la Sala Palacio del Viento -en su techo Dalí representó su cuerpo y el de su amada Gala subiendo a los cielos-, el Cadillac Lluvioso y las salas de exposición Dalí-Joyas y la cripta con su tumba.
Lo cierto es que adentrarnos en esta curiosa pinacoteca fue casi como sumergirnos en el cerebro del artista, en su mente y en sus pensamientos. Las distintas habitaciones forman un caos perfectamente organizado, difícil de explicar, pero digno de contemplar.
Interior del Teatro-Museo Dalí