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El mercado asegurador español mueve más de 65.000 millones de euros anuales, pero paradójicamente, la mayoría de ciudadanos y empresas desconocen la existencia de un servicio que podría ahorrarles tiempo, dinero y disgustos: las corredurías de seguros. Un estudio reciente revela que solo 3 de cada 10 españoles saben realmente qué hace un corredor de seguros, mientras que el 70% restante contrata sus pólizas directamente con las aseguradoras o a través de comparadores online, sin ser conscientes de lo que están perdiendo.

El intermediario que trabaja para ti, no para la aseguradora

La confusión es comprensible. En un sector saturado de publicidad agresiva, donde las grandes aseguradoras invierten millones en campañas y los comparadores online prometen encontrar "el seguro más barato en segundos", las corredurías de seguros han permanecido en un injusto segundo plano. Sin embargo, representan la opción más inteligente para contratar cualquier tipo de póliza.

A diferencia de un agente exclusivo que solo vende productos de una compañía, o de un comparador que muestra únicamente las ofertas con las que tiene acuerdos comerciales, una correduría de seguros es un profesional independiente autorizado por la Dirección General de Seguros. Su lealtad no está con ninguna aseguradora, sino exclusivamente con el cliente. Esta independencia marca una diferencia fundamental: mientras otros canales buscan maximizar sus comisiones o cumplir objetivos de venta, el corredor analiza objetivamente el mercado para encontrar la mejor solución para cada caso particular.

Más allá del precio: el valor del asesoramiento experto

El principal problema de contratar un seguro sin asesoramiento profesional es que la mayoría de personas no entienden realmente qué están comprando. Las pólizas están repletas de términos técnicos, exclusiones, franquicias y letra pequeña que puede convertir un aparente chollo en una pesadilla cuando llega el momento de utilizarlo.

Una correduría no solo compara precios entre múltiples aseguradoras; analiza las coberturas reales, identifica posibles carencias, negocia condiciones especiales y, lo más importante, está presente cuando ocurre un siniestro. Es en ese momento crítico cuando la diferencia entre tener o no tener un corredor se hace evidente: mientras el cliente que contrató directamente debe lidiar solo con la aseguradora, quien cuenta con una correduría tiene un profesional defendiendo sus intereses y gestionando toda la documentación.

La revolución digital: corredurías de seguros online

El sector ha experimentado una transformación radical con la llegada de las corredurías de seguros online, que combinan lo mejor de ambos mundos: la comodidad y rapidez del entorno digital con el asesoramiento personalizado del corredor tradicional. En este nuevo paradigma, asegura.com se ha posicionado como una de las propuestas más innovadoras del mercado español.

Esta correduría online ha conseguido digitalizar todo el proceso de contratación sin perder la esencia del servicio personalizado. A través de su plataforma, los usuarios pueden comparar seguros de múltiples compañías, recibir asesoramiento experto vía chat, teléfono o videollamada, y contratar su póliza en minutos, todo desde la comodidad de su casa. Pero lo verdaderamente diferencial es que mantienen el acompañamiento postventa: modificaciones, renovaciones y, especialmente, la gestión integral de siniestros.

Asegura Correduría trabaja con más de 25 aseguradoras diferentes, lo que le permite ofrecer un catálogo amplísimo de productos: desde seguros de coche y hogar hasta pólizas especializadas para empresas, autónomos o sectores específicos. Su modelo elimina las barreras tradicionales del sector, permitiendo contratar muchos seguros online de manera rápida, económica y, sobre todo, con la seguridad de estar tomando la decisión correcta.

Beneficios tangibles para empresas y particulares

Para las empresas, trabajar con una correduría supone externalizar toda la gestión aseguradora en un experto que conoce los riesgos específicos de cada sector. Un corredor puede diseñar programas de seguros integrales, optimizar costes mediante la unificación de pólizas y garantizar que la empresa está correctamente protegida ante cualquier contingencia.

Los particulares, por su parte, encuentran en las corredurías un asesor de confianza que les acompaña en todas sus necesidades aseguradoras a lo largo de la vida: el primer coche, la hipoteca de la vivienda, el nacimiento de los hijos, la planificación de la jubilación. Es un servicio integral que va mucho más allá de la simple intermediación.

Un servicio gratuito que pocos aprovechan

Lo más sorprendente es que este servicio profesional es completamente gratuito para el cliente. Las corredurías cobran su comisión de las aseguradoras, una cantidad que ya está incluida en el precio de la póliza, se contrate por el canal que se contrate. Es decir, el cliente paga lo mismo contratando directamente o a través de un corredor, pero en el segundo caso obtiene asesoramiento experto, gestión integral y defensa de sus intereses.

En un mundo cada vez más complejo, donde los riesgos se multiplican y las opciones de aseguramiento son infinitas, contar con un profesional que trabaje exclusivamente para nosotros no es un lujo, es una necesidad. Las corredurías de seguros, especialmente las que han sabido adaptarse al entorno digital, representan la evolución natural del sector: tecnología al servicio de las personas, con el valor añadido del conocimiento experto y la atención personalizada.

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