Según la proyección del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2041 se podría llegar a más de 14,5 millones de personas mayores en España (14.558.557), un 27,9% del total de una población que prevé que esté por encima de los 52 millones de habitantes.
Ante ese desafío para el sector de los cuidados, diversas entidades han destacado la importancia de las terapias de Atención Integral Centrada en la Persona (AICP), que priorizan la dignidad, la autonomía y el bienestar de los mayores, basándose en la personalización, participación activa y respeto por los derechos individuales.
El Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) recopila informes que evalúan la estructura de sus centros y proponen adaptaciones al modelo AICP, fundamentado en investigaciones y datos para optimizar resultados.
El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 desarrolla iniciativas como Plataforma Vidas, que impulsa proyectos piloto centrados en la autonomía y participación activa de las personas mayores y en situación de vulnerabilidad. Se centra en la creación, investigación y evaluación de modelos de atención que ponen a la persona en el centro.
La Fundación DomusVi, a través de Vidas con Historia, recoge las vivencias personales de los residentes de los centros DomusVi en forma de "libros de vida", implicando a familiares y profesionales. Hasta la fecha, más de 800 mayores han participado, fomentando la autoestima y atención personalizada. Desarrollado con la colaboración de Envita, se ha convertido en una metodología propia de dichos centros.
Fundación Pilares y Lares Asociación promueven el Proyecto AICP, que busca transformar los centros de cuidado, priorizando la autonomía y diversidad, mientras se mejora la calidad de vida y se cambia la percepción social de los cuidados. Este modelo aplicado a residencias supone pasar del modelo institución al modelo hogar abierto a la comunidad y convertirlas en pequeñas unidades de convivencia.
Los expertos coinciden en que el modelo AICP es clave para afrontar estos retos, mejorando la calidad de vida de las personas mayores, aliviando la carga de los cuidadores y promoviendo un envejecimiento digno y activo.