La colocación de implantes dentales es uno de los tratamientos más solicitados en las clínicas odontológicas en la actualidad. Ante la posible pérdida, ausencia de uno o varios dientes, esta técnica permite restaurarlos para devolverle a la boca tanto su estética como su funcionalidad.
En este artículo explicamos qué son y para qué sirven los implantes dentales, en qué consiste el proceso de osteointegración y los cuidados posoperatorios y cuáles son algunos de los posibles riesgos de este procedimiento.
¿Qué son y para qué sirven los implantes dentales?
El implante dental es una pieza de titanio biocompatible que reemplaza la raíz de un diente que falta. Esta pieza se inserta mediante cirugía en el hueso maxilar o mandibular a modo de tornillo para hacer de soporte del diente artificial o corona que se colocará encima.
Por lo tanto, los implantes dentales sirven para sustituir dientes perdidos. Esta técnica, por lo tanto, ayuda a recuperar una masticación equilibrada y aporta una apariencia más saludable a la boca.
El proceso de osteointegración
El éxito del implante dental reside, en gran medida, en el proceso de osteointegración, que es el periodo durante el cual el perno se integra en el hueso. El plazo suele ser de varios meses hasta que las dos partes se unen y se convierten en un buen soporte para la pieza artificial.
Si este proceso finaliza de manera correcta, el implantólogo procede a colocar la corona, que se atornilla o cementa al pilar del implante. No obstante, en algunos casos, se puede poner una prótesis provisional antes, el mismo día de la colocación del implante, para que el paciente recupere la funcionalidad y estética desde, prácticamente, el primer día.
Rafael Alvarado, coordinador del área de Implantología de Vitaldent, explica que algunos pacientes pueden tener una densidad ósea insuficiente para el anclaje del implante. El profesional señala que, en estos casos, “puede ser necesario realizar un injerto de hueso previo, un procedimiento que promueve la regeneración ósea y consigue devolver al hueso un tamaño adecuado, antes de proceder a la colocación del implante”.
Los cuidados posoperatorios
En general, el postoperatorio no suele causar complicaciones relevantes. Puede aparecer una leve inflamación o algún sangrado puntual. En todo caso, el cirujano puede prescribir algunos medicamentos para aliviar las molestias.
En esta fase, lo más importante es seguir las indicaciones del profesional. En los primeros días es muy beneficioso hacer enjuagues bucales y seguir una dieta blanda.
Desde la inserción del implante es fundamental que la limpieza bucodental sea muy minuciosa. Los odontólogos recomiendan el uso de colutorios, hilo dental, irrigadores bucales o cepillos interdentales.
¿Qué inconvenientes tienen los implantes dentales?
Cualquier procedimiento quirúrgico conlleva riesgos que es importante conocer de antemano. Estos son los posibles inconvenientes de los implantes dentales:
- Infección: por ejemplo, la mucositis periimplantaria (afecta a los tejidos blandos que rodean el implante) o la periimplantitis (abarca los tejidos blandos y también el hueso).
- Fallo del implante: un proceso de osteointegración que no evoluciona de manera satisfactoria puede llevar a la pérdida del implante. En ese caso, hay que retirar el perno, limpiar la zona y volver a empezar el tratamiento.
- Lesiones en las estructuras adyacentes: dientes, vasos sanguíneos, nervios, por ejemplo.
Hoy en día, gracias a que en nuestras clínicas contamos con tecnología de CBCT y TAC 3D, planificamos de antemano la posición del implante, para minimizar al máximo el riesgo de posible complicaciones e inconvenientes.
En definitiva, los implantes dentales son una solución odontológica habitual hoy en día para recuperar dientes perdidos. Una higiene diaria exhaustiva, la ausencia de malos hábitos como el tabaco y el control de las enfermedades sistémicas del paciente, ayuda a reducir el riesgo de infección o fallo del implante durante la osteointegración.
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