Formación Profesional a distancia: un escaparate y un trampolín al empleo
El aprendizaje en línea es un fenómeno al alza y una realidad constatable que gana adeptos gracias a su comodidad y a las oportunidades laborales que ofrece
27 junio, 2024 12:06Noticias relacionadas
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A esto hay que sumar una amplia oferta con más de 150 ciclos en todas los sectores profesionales. Por otra parte, muchas de estas opciones son Grados Superiores online, que contribuyen a que los alumnos puedan seguir buscando oportunidades fuera de la formación: más flexibilidad, continuar con su empleo, organizar de manera personalizada su plan de estudios, ahorro económico al no tener que desplazarse al centro académico…
Estos datos explican en parte por qué muchos estudiantes deciden probar fortuna en la Formación Profesional. A ellos se añade el carácter práctico y un tiempo de duración menor que las enseñanzas universitarias. Universidad, por cierto, a la que también se puede acceder una vez finalizada esta formación.
FP a distancia: la libertad de estudiar desde casa
El gran atractivo de la FP frente a otro tipo de formación es su empleabilidad. Un estudio elaborado por la Fundación CEU San Pablo y Randstad afirma que la tasa de empleo entre las personas con una edad comprendida entre los 25 y los 29 años que han completado una FP de grado medio supera en cinco puntos a la media de esa edad y en 14 puntos a las personas con un nivel educativo más bajo.
En la horquilla que va de los 30 a los 34 años, quienes completan un ciclo formativo de grado superior tienen tasas de desempleo 10 puntos más bajos que la media en esa edad. Y hasta 20 puntos inferior con respecto a las personas de nivel educativo bajo.
Todos estos datos van de la mano de una ventaja añadida, la posibilidad de estudiar a distancia. Los FP online son tan válidos como los presenciales. De hecho, esta fórmula no ha dejado de crecer desde la Covid. Solo en el curso 2020-2021, este tipo de estudios supuso el 20% del total de matriculados en grado superior y el 10,5% en grado medio.
El e-learning, la enseñanza virtual a distancia, ofrece beneficios indiscutibles. Muchos lo ven como una solución a algunos problemas educativos: inmersión en un mundo interactivo, más libertad para que el estudiante pueda combinar la formación con otras responsabilidades y una puerta abierta a numerosas salidas profesionales.
Avance tecnológico: el gran impulso a la FP online
Los registros en aumento de la Formación Profesional a distancia son posibles gracias a la aparición de programas y herramientas tecnológicas que facilitan el aprendizaje online. Un ejemplo claro son las LMS o Plataformas de Gestión del Aprendizaje, como Moodle o Google Classroom. Con ellas se pueden crear cursos en línea y todo tipo de tareas para facilitar la comunicación entre alumnos, docentes y personal del centro educativo.
Las herramientas de videoconferencia y comunicación son otro aliado para la enseñanza online. Google Meet, Zoom o Microsoft Teams son aplicaciones desde las que se imparten clases o tutorías en tiempo real. Es una forma de simular la experiencia en el aula pero sin que alumnos y profesores tengan que moverse de casa. Además, tienen la ventaja de que son contenidos que se pueden consultar en cualquier momento, ya sea alojándolos en YouTube o en la plataforma virtual de la FP.
Un tercer grupo de aplicaciones interesantes son las que facilitan la evaluación y el seguimiento formativo de los alumnos. Estas, además, se complementan con otras que permiten realizar trabajos en grupo y que los estudiantes colaboren entre sí y con los profesores.
Una formación que genera ilusión entre los estudiantes
Los datos de acceso al empleo son la gran carta de presentación de la Formación Profesional. A su vez, las modalidades online cuentan con la ventaja de añadir más libertad a los estudiantes para complementar sus estudios con otras obligaciones, tanto familiares como de empleo.
Pero si hay algo que de verdad invita a los jóvenes (y no tan jóvenes) a matricularse en estos programas es la experiencia de otros estudiantes. Y aunque no existe ningún tipo de formación que garantice la incorporación inmediata al mercado laboral, sí hay algunas que se acercan mucho a este objetivo.
Ese es el caso de la FP industrial en Asturias. Enrique, de 25 años y de Nava, pasó de estudiar un año Ingeniería Informática en la universidad a matricularse en el grado superior de Electromedicina Clínica. Ahí el Covid le impidió finalizar las prácticas y completar su FP, por lo que comenzó el ciclo de Automatización y Robótica Industrial. Fue terminar sus estudios y en pocos meses ya consiguió empleo como técnico de mantenimiento.
Son ya ocho de cada 10 alumnos los que demandan una educación más práctica. Esa es, al menos, una de las conclusiones que se obtiene de la tercera Encuesta Flash. ¿Por qué estudiamos?, elaborada por la Fundación SM. En el informe se pone de manifiesto que la educación debería poner el foco en habilidades aplicables al mundo laboral. Y es justo ahí donde se centran la FP y la FP online.
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