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Comparativa: instalación de aerotermia vs caldera de gas para tu hogar
Comparamos estos dos sistemas de calefacción para que puedas tomar una decisión acertada y ajustada a tus necesidades
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La calefacción en los hogares españoles ha dependido tradicionalmente de sistemas que utilizan gas como combustible. Esto ha sido debido a una combinación de precios del gas natural relativamente bajos a lo largo de las últimas décadas por la alta disponibilidad del mismo, y a la eficacia de los sistemas de calefacción por gas para calentar los hogares durante los fríos meses de invierno.
No obstante, el precio del gas natural ya no es tan asequible ni tan estable como en el pasado, especialmente desde que en el 2022 diera comienzo el conflicto militar entre Rusia y Ucrania. Además, la operación de los sistemas de calefacción por gas tiene unos costes adicionales que no presentan los sistemas de calefacción eléctricos como son los costes de revisiones y mantenimiento periódico obligatorio. De igual manera, los sistemas de calefacción por gas cuentan con una fecha de caducidad legal y medioambiental que se avecina de forma irrevocable.
Los sistemas de calefacción eléctricos (como los radiadores eléctricos o las calderas eléctricas), por otro lado, siempre han destacado por su comodidad y facilidad de instalación, ya que no necesitan de canalizaciones o salidas de humos. Sin embargo, su baja eficiencia en comparación con los sistemas de calefacción por gas, los ha condenado a un papel secundario para usos de calefacción intensivos.
Hace poco más de 10 años, no obstante, se empezó a comercializar la aerotermia, que es una tecnología de calefacción que funciona con electricidad y que es mucho más eficiente que los sistemas de calefacción por gas tradicionales. Actualmente, los SATs de las marcas de climatización punteras se encuentran promoviendo la venta e instalación de estos sistemas. Tal es el caso del servicio de asistencia técnica de Vaillant en Valencia, que desde hace más de un año ofrece formación gratuita al instalador en este nuevo tipo de sistema de calefacción.
En este artículo se compara la aerotermia con las calderas de gas desde varios puntos de vista, para que puedas tomar una decisión acerca de qué sistema de calefacción (aerotermia o caldera de gas) te conviene instalar para tu hogar.
¿En qué consiste cada sistema?
Caldera de gas o gasóleo: las calderas de gas (natural, propano) o gasóleo funcionan quemando combustibles fósiles para generar calor, que se distribuye a través de radiadores o suelo radiante y también produce ACS. Su tecnología ha evolucionado, destacando las calderas de condensación, que aprovechan el calor residual del humo y mejoran el rendimiento respecto a modelos antiguos.
- Gas natural: es la fuente más utilizada en áreas urbanas. Requiere conexión a red y genera emisiones de CO₂.
- Gasóleo: ideal en zonas rurales o donde no llega el gasoducto. Precisa almacenamiento en depósito y mayor mantenimiento por los residuos de combustión.
Aerotermia: la aerotermia es una tecnología basada en la bomba de calor aire-agua. Extrae energía térmica del aire exterior, la convierte y transfiere al sistema de calefacción, refrigeración o ACS. Su fuente principal es renovable (el propio aire ambiente), aunque necesita electricidad para funcionar. Puede usarse tanto con suelo radiante como con radiadores, y, a diferencia de las calderas, también puede enfriar en verano dependiendo del equipo. Para información más detallada, te invitamos a visitar el artículo del portal especializado CaloryFrio acerca de los sistemas de aerotermia haciendo click aquí.
Eficiencia energética
- Las calderas de gas de condensación rozan el 109% de eficiencia gracias al aprovechamiento de la energía de los humos. Sin embargo, sólo convierten en calor la energía que se obtiene de la combustión del gas o gasóleo, y siempre se producen residuos y emisiones.
- En cambio, la aerotermia destaca por su coeficiente de rendimiento (COP): por cada kWh eléctrico consumido, suministra entre 3 y 4kWh térmicos (o incluso más en modelos de gama alta), resultando en menores costes de operación y un consumo energético global hasta un 60-70% inferior en comparación con los sistemas tradicionales de gasóleo.
Costes: instalación, consumo y mantenimiento
Instalación:
- Caldera de gas/gasóleo: su coste suele estar entre 1.500€ y 3.500€, dependiendo de la potencia, tipo de caldera y complejidad de la instalación. Añade el coste del depósito (en el caso del gasóleo) y la conexión a la red de gas si procede.
- Aerotermia: la inversión inicial se sitúa entre 7.000€ y 15.000€ para sistemas de calefacción y ACS en una vivienda unifamiliar media. En residencias de gran tamaño o instalaciones complejas (incluyendo suelo radiante y depósitos de inercia), puede superar los 20.000€. El coste es mayor porque implica equipos avanzados, instalación de nueva red hidráulica y, en ocasiones, adaptaciones en los emisores térmicos.
Consumo energético:
- Gasóleo: una vivienda que consuma 2.000L anuales gastará entre 2.000 y 2.400€/año.
- Gas natural: unifamiliares promedio pueden gastar entre 1.500 y 2.100€/año (variando según tarifas y climatología).
- Aerotermia: el gasto puede oscilar entre 700 y 1.000€/año para calefacción y ACS en una vivienda de tamaño y aislamiento medios. Hay casos documentados de ahorros de hasta el 60% respecto al gasóleo y del 40-50% respecto al gas natural.
Mantenimiento:
- Calderas de gas/gasóleo: requieren revisiones anuales obligatorias, limpieza de quemadores, deshollinado de chimeneas y controles de seguridad. El mantenimiento, por tanto, es superior tanto en coste como en tiempo.
- Aerotermia: necesitan mucho menos mantenimiento. Basta con pequeñas revisiones periódicas para asegurar la limpieza de filtros y verificar la presión del gas refrigerante.
Sostenibilidad y legislación:
- Emisiones y medioambiente: la aerotermia, al no basarse en la combustión, no emite CO₂ ni otros contaminantes en el punto de consumo y utiliza energía del entorno natural. Las calderas de gas/gasóleo sí generan emisiones directas de CO₂, NOx, partículas y, en el caso del gasóleo, residuos sólidos.
- Futuro regulatorio: las normativas europeas tienden a reducir el uso de combustibles fósiles y a incentivar la adopción de tecnologías renovables como la aerotermia. En muchos países han comenzado a prohibirse o restringirse la instalación de nuevas calderas de gasóleo.
Confort e integración en la vivienda
- Aerotermia: proporciona calor estable y homogéneo, y añade la ventaja de una integración total con el suelo radiante, fancoils e incluso radiadores de baja temperatura. Además, algunos equipos ofrecen la posibilidad de refrigerar en verano, algo que las calderas no pueden hacer.
- Caldera de gas/gasóleo: ofrecen una respuesta rápida en calefacción y ACS, y pueden seguir siendo funcionales con radiadores convencionales de alta temperatura.
Desventajas y retos de la aerotermia
- Inversión inicial elevada: aunque las ayudas y subvenciones actuales pueden mitigar el coste, la inversión sigue siendo la principal barrera. Sin embargo, la amortización se logra más rápidamente en viviendas grandes o consumos elevados.
- Rendimiento en climas muy fríos: a temperaturas bajo cero, la eficiencia de la aerotermia puede verse reducida, aunque los modelos actuales funcionan eficientemente incluso en zonas frías, compensando en parte con un leve aumento en el consumo eléctrico.
- Requiere electricidad: aunque consume menos energía global, la dependencia eléctrica puede ser un inconveniente si no se combina con autoconsumo fotovoltaico.
Ventajas menos conocidas de la aerotermia
- Mayor vida útil: los equipos bien mantenidos suelen durar 15-20 años. Además, la ausencia de residuos de combustión alarga la durabilidad del sistema.
- Sin riesgos de fuga, explosión o intoxicación: elimina por completo peligros tradicionales asociados al gas y gasóleo. Es una de las opciones más seguras del mercado.
- Sostenibilidad y confort: es el sistema preferido por arquitectos e ingenieros en nuevas viviendas, debido a su contribución positiva en la certificación energética y el aumento del valor inmobiliario del inmueble.
¿Cuándo es más rentable cada sistema?
- Viviendas grandes (más de 120m²) con alto uso de calefacción y ACS: la aerotermia es especialmente competitiva, pues la inversión inicial se diluye en el ahorro acumulado de 5-10 años. En combinación con placas solares, puede lograrse un autoconsumo casi total.
- Viviendas pequeñas o con bajo consumo anual: la rentabilidad de la aerotermia es menor y puede tardar más en amortizarse; en estos casos, la caldera de gas sigue siendo opción atrayente por su bajo coste inicial.
- Reformas integrales o obra nueva: lo ideal es apostar por la aerotermia desde el diseño inicial para optimizar aislamiento y emisores, logrando máximos ahorros y confort futuro.
- Sustitución de sistemas antiguos: cuando una caldera de gasóleo o gas requiere substituirse y el consumo es elevado, la aerotermia empieza a ser rentable en pocos años, sobre todo si se opta por financiación o existen ayudas locales.
Opiniones reales de usuarios y expertos
- Ahorro y confort: la mayoría de usuarios destaca un importante descenso en las facturas energéticas, el confort térmico constante y la autonomía de no depender de la compra de combustible.
- Valoración del ruido: algunos modelos de aerotermia pueden hacer algo de ruido en la unidad exterior si están mal instalados, aunque generalmente este factor es poco relevante.
- Simplicidad de uso y mantenimiento: los propietarios valoran la comodidad de olvidarse de llenados, depósitos y revisiones constantes.
¿Aerotermia o caldera de gas/gasóleo? Factores clave para decidir
Elige aerotermia si…
- Buscas máxima eficiencia y reducción de la factura a largo plazo.
- Te preocupa el respeto ambiental y quieres emisiones nulas.
- Realizas una reforma integral, tienes una vivienda grande o consumes mucho calor/ACS.
- Quieres aprovechar subvenciones y revalorizar la vivienda.
- Necesitas calefacción y aire acondicionado en un solo sistema.
Elige caldera de gas o gasóleo si…
- Tu consumo es bajo y la inversión inicial es prioritaria (presupuesto limitado).
- Tienes radiadores antiguos y no planeas renovarlos.
- Tu vivienda está en una zona de clima templado donde el rendimiento extra de la aerotermia no se aprovecha del todo.
- No tienes acceso a red eléctrica con potencia suficiente.
Conclusión: el futuro es renovable, pero el contexto importa
La aerotermia lidera, desde el punto de vista de la eficiencia, del confort, del futuro regulatorio y de la sostenibilidad, la transformación del sector doméstico de climatización. Aunque el desembolso inicial sea mayor, especialmente frente a una caldera tradicional, la inversión se compensa, en muchos casos, en menos de 10 años gracias a los ahorros energéticos y la reducción de riesgos y mantenimiento.
Las calderas de gas y gasóleo siguen siendo una alternativa válida en casos muy específicos, sobre todo por su bajo coste inicial o cuando la renovación integral de la instalación no es posible.
Valora cuidadosamente el tamaño de tu vivienda, tu consumo, la zona climática, las subvenciones disponibles y las expectativas de futuro antes de elegir. Lo que es indiscutible es que la tendencia y la normativa europea avanzan hacia el abandono progresivo de los sistemas de combustión en favor de tecnologías limpias y renovables.
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