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Habla el Extranjero
Como es notorio, Gaza ha sido devastada, el 90% de sus edificios han sido destruidos y, según algunas estadísticas, han muerto casi 50.000 palestinos, en la venganza de Israel por el ataque sorpresa del 7 de octubre de 2023, en el que los de Hamas asesinaron fríamente a 1.200 israelíes: los primeros con los que se encontraron tras saltar la valla que separa la "franja" de Israel por varios medios y tomaron 250 rehenes.
Ahora se ha acordado un alto el fuego, con intercambio de rehenes, docenas de miles de desplazados pueden volver a sus casas, para constatar lo que ha quedado de ellas, o sea nada, y los periodistas internacionales han podido también desplazarse entre las ruinas y levantar acta de lo que ven. Entre ellos, Mithil Aggarwal, de la NBC News, que hace un interesante estado de las cosas para su cadena, bajo el título “Hamas, desafiante, muestra su autoridad en Gaza, planteando un desafío a Netanyahu”, que vamos a sintetizar aquí.
Recuerda Aggarwal que el ex Secretario de Estado (equivalente a ministro de Asuntos Exteriores) norteamericano Antony Blinken advirtió hace unas semanas que “Cada vez que Israel completa sus operaciones militares y se retira, los militantes de Hamas se reagrupan y reaparecen, porque no hay nada más para llenar el vacío”. Y el periodista constata que es así, efectivamente.
Cuando los desplazados volvían a Gaza, el pasado lunes, al amparo del alto el fuego, “los combatientes de Hamas se pararon en la frontera de Gaza, una vez considerada crucial para mantenerlos a raya. Ocho hombres fuertemente armados, vistiendo uniformes militares aparentemente impecables y las distintivas bandanas verdes de Hamas, se pararon sobre bloques de hormigón en el corredor de Netzarim dando la bienvenida a las decenas de miles de gazatíes que regresaban a lo que quedaba de sus hogares en el norte. Con sus AK-47 atados a sus chalecos y sus rostros cubiertos, los combatientes se tomaron selfies, estrecharon manos y repartieron agua a los transeúntes”.
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Una imagen de los destrozos causados por la guerra de Israel en Gaza
“Presenciada y grabada por un equipo de NBC News en Gaza, la presencia de los combatientes en un cruce considerado vital para evitar que Hamas entrara al norte de Gaza plantea grandes interrogantes sobre uno de los objetivos declarados de Israel al emprender la guerra: eliminar al grupo militante responsable del peor ataque terrorista en la historia de Israel.
"El primer ministro Benjamin Netanyahu ha prometido repetidamente destruir a Hamás. Más recientemente, suavizó su objetivo principal, señalando que busca destruir el control de Hamás sobre Gaza. 'Establecimos tres objetivos de guerra: destruir las capacidades militares y de gobierno de Hamás, liberar a nuestros rehenes y garantizar que Gaza nunca vuelva a ser una amenaza para Israel', declaró el 4 de septiembre (…) En medio del conflicto, Hamás ha logrado reclutar casi tantos militantes como los que ha perdido en la guerra. Según Antony Blinken, esta dinámica crea un ‘escenario para una insurgencia duradera y una guerra perpetua’".
“Justo cuando los misiles dejaron de silbar sobre Gaza en la mañana del 19 de enero, el primer día del alto el fuego, los combatientes de Hamas emergieron con fuerza. Con sus rostros ocultos y ondeando sus banderas verdes, alzaron sus rifles hacia el cielo. 'Fue un mensaje a Cisjordania, de que son un poder nacional para el pueblo palestino, no solo un grupo fundamentalista', dijo Ronni Shaked, investigador del Instituto Harry S. Truman de la Universidad Hebrea de Jerusalén. “A Israel le dijeron, seguimos en guerra”.
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El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, visita la base aérea de Tel Nof en Rehovot (Israel)
“(…) A medida que se desarrolla el alto el fuego, Hamas ha reanudado las operaciones cotidianas. Convoyes de combatientes se abrieron paso por Khan Younis en el sur de Gaza el 20 de enero, según un video filmado por NBC News en Gaza que mostraba multitudes coreando consignas como ‘Somos tus hombres, Mohammad Deif’, en referencia al comandante superior del ala militar de Hamas, las Brigadas Qassam, que Israel dice haber matado en un ataque aéreo el año pasado".
“Cerca, pertrechado con su silbato y uniforme de policía azul oscuro, Abdul Wahab Abdul Raouf Samour dirigía el tráfico. Estaba entre los muchos oficiales que habían sido llamados de vuelta al trabajo, dijo. 'Recibimos órdenes del Ministerio del Interior para usar nuestros uniformes de policía y salir a las calles para ayudar a los ciudadanos y gestionar el tráfico en la zona', afirmó Samour, de 40 años, al equipo de NBC News. Camiones cargados de ayuda humanitaria, llevando de todo, desde alimentos y agua embotellada hasta bienes comerciales, han entrado lentamente en Khan Younis. Mientras los camiones traqueteaban por las polvorientas calles, a veces se les veía escoltados por convoyes de hombres armados, o con hombres de pie sobre la carga para evitar robos".
“Algunos hombres armados de Qassam también se apostaron en las calles para garantizar la entrega segura de la ayuda. La Policía Palestina anunció el 22 de enero que estaba trabajando ‘para establecer la seguridad y el orden público, apoyar a los ciudadanos, proteger sus propiedades y restaurar aspectos de la vida en el sector’. Asimismo, instó a las personas a reportar en las líneas de emergencia cualquier objeto sospechoso o bombas sin detonar, ya que ‘equipos especializados en ingeniería de explosivos’ comenzaron a limpiar las áreas. Había escondido mi uniforme para un día como este, y hoy es mi mejor día’, dijo Samour”.
Con esta nota de “sabor humano”, como suele decirse –un guardia urbano orgulloso de volver a lucir el uniforme, entre multitudes hambrientas y barrios demolidos-, concluye el poco alentador reportaje del señor Aggawal.
De sus palabras y de las de Blinken se deduce que, al revés que en El Gatopardo, en Gaza ha cambiado todo, a peor, para que en el fondo nada cambie.