
Sede de la Fundación Bancaria La Caixa
El retorno de la Caixa y el fin del 'procés'
De vuelta a las torres negras. Movimiento de Fainé en sintonía con Illa. Siete años después del 1-O, se acaba el "exilio" de la Fundación La Caixa y Criteria
La Fundación La Caixa y Criteria regresan a las torres negras de la Diagonal, de donde salieron en octubre de 2017 gracias a la asonada esa tras la que según Artur Mas los bancos de todo el mundo se darían de bofetadas por estar en Barcelona.
Ocurrió precisamente lo contrario, pero el día es de celebración, no de ajustar cuentas con el capitán Mas y sus antecesores, sucesores y acompañantes. Siete años después del 1-O, el conglomerado de lo que fuera en su origen la Caja de Pensiones para la Vejez y de Ahorros de Cataluña y Baleares sale de Palma y vuelve a Cataluña.
No hay mal que cien años dure e Isidre Fainé se erige en el gran artífice de un retorno con implicaciones políticas, económicas, culturales y sociales. El enorme transatlántico que es la Caixa atraca de nuevo en la capital catalana, de donde tuvo que salir a toda máquina gracias a las amenazadoras maniobras del independentismo.
Caixabank se queda de momento en Valencia, pero esa pieza no empaña el calado del movimiento iniciado ayer en sendas reuniones extraordinarias (Criteria y la fundación), que ratifica la operativa de retorno abierta por el Banco de Sabadell y Cementos Molins.
Siete años después de que los ínclitos Puigdemont y Junqueras condujeran a la sociedad catalana a una situación límite, las aguas parecen regresar a su cauce.
En Crónica Global, la apertura del día repara en las reacciones al regreso. Y en concreto en una. "Silencio atronador de Junts ante el regreso del grupo La Caixa a Barcelona", reza el titular de una información que viene provisto de este sumario: "El independentismo encaja mal la noticia de la vuelta por las connotaciones de triunfo que supone para el Gobierno del PSOE".
Escribe Gerard Mateo: "El silencio de Junts tras el anuncio de la vuelta de las sedes sociales más importantes del grupo La Caixa a Cataluña es más que elocuente del significado político de la decisión, que ayer fue celebrada tanto por las patronales locales como los Gobiernos de Pedro Sánchez y de Salvador Illa".
"Carles Puigdemont también parece interpretar el regreso como un espaldarazo a la política de pacificación de Pedro Sánchez en Cataluña. Y, aunque él mismo es partícipe y colaborador de esa estrategia, su relato de triunfador en solitario de todos los avances le impide reconocer éste porque no se lo puede atribuir".
"Al contrario, su escasa incidencia en la política real devuelve la seguridad jurídica que las empresas echaban de menos durante su presidencia. De hecho, las continuas amenazas a la estabilidad política que aún lanza desde el exterior no hacen sino consolidar su imagen y la de su partido en el activismo más que en el parlamentarismo institucional".
"Algo semejante le ha pasado a ERC. Su presidente sí dio ayer el paso de celebrar la vuelta del primer grupo inversor español a Barcelona porque en el fondo ha contribuido a ello más que el de Waterloo, que siempre le ha recriminado precisamente esa colaboración. Sin embargo, Oriol Junqueras sabe que la gloria del regreso del grupo que dirige Isidro Fainé es para Sánchez en exclusiva".
Sigue el texto: "Frente a la versión grandilocuente de Puigdemont sobre cada acuerdo alcanzado con el PSOE, como ha hecho estos días con el pacto sobre la delegación de funciones en materia de inmigración, con la noticia de ayer --con hechos-- Sánchez tapa la boca a quienes le acusan de partir España, de regalar Cataluña a los independentistas".
"Es el gran beneficiado de la decisión del patronato de la Fundación La Caixa porque su política de normalización la ha hecho posible".
"El propio Junqueras no se privó ayer de echar en cara a los responsables de La Caixa que en 2017 dieran la espalda al procés. “El pasado, el presente y el futuro de esta entidad financiera es inseparable de la realidad económica catalana. Y nadie debería haberlo olvidado nunca”, rezaba la segunda parte del breve tuit que lanzó".
Evidente. Y no hubiera estado de más que el amigo Junqueras, alias el beato, entonara el "por mi culpa, por mi culpa, por mi grandísima culpa".
La nota de Mateo también aborda otras reacciones: "Otra cosa es la actitud del PP, pero que en esta cuestión hace la misma lectura que los independentistas. Es un triunfo de los socialistas, que además les llega en un momento muy oportuno, asediados por las reacciones a su último acuerdo con Junts".
"El silencio del PP madrileño es coherente con los ataques desatados tras el pacto de la inmigración, pero su organización catalana pierde pie en un ambiente tan crispado cuando lo que pesan son las buenas noticias; sobre todo, para la economía catalana".
Más adelante se predice en la pieza que "Caixabank regresará de Valencia pese a las respuestas negativas que se han oído estos días, como Naturgy, Colonial y Abertis lo harán desde Madrid".
Y: "Tras estos pasos, aún quedarán grandes empresas pendientes de volver, como Planeta, Hotusa y Codorniu. En el sector asegurador, Occident, Allianz, Axa y Zúrich también mantienen sus sedes fuera de Cataluña".
Más lecturas del movimiento financiero. "La Caixa vuelve a Barcelona: sigue el traspaso de poder a Cataluña", destaca El Mundo.
En el sumario se indica que "Sánchez e Illa han tenido un papel decisivo en la «operación retorno»" y que "El Gobierno puede vender que ha «pacificado» Cataluña y la refuerza frente al Madrid de Ayuso".

Portada de El Mundo 6 de marzo 2025
El texto es de Iñaki Ellakuría: "Por muy comentada que era esta posibilidad en los despachos nobles de Barcelona, una mezcla de chascarrillo económico, conspiración y deseo taimado que había cobrado cuerpo tras la llegada de Salvador Illa a la Generalitat, el anuncio del regreso de la Fundación La Caixa y Criteria a la capital de Cataluña ha sido celebrada con euforia por la oligarquía local como una victoria que cambiará el tablero de juego español".
"Tanto por su valor simbólico: en un momento en que Barcelona intenta recuperar el pulso tras la ruina del procés, y competir con el pujante Madrid de Isabel Díaz Ayuso, lanza el mensaje de que la ciudad vuelve a ser un lugar estable y seguro para los negocios".
"Como por su valor político: en un momento en el que el Gobierno está acorralado por la corrupción y por sus cesiones al fugado Carles Puigdemont, el anuncio de La Caixa permite a Pedro Sánchez proclamar que su estrategia de diálogo con el independentismo ha logrado «pacificar» Cataluña".
"A diferencia de lo ocurrido con el reciente regreso del Banco de Sabadell, que fue entendido como una operación de autodefensa de la entidad frente a la OPA hostil del BBVA, la decisión de La Caixa puede simbolizar el final del procés".
"No del proyecto nacionalista de autodeterminación, que muta con el tiempo y se adapta a las diferentes coyunturas para continuar, sino de la década larga de inestabilidad y conflicto que provocó la aceleración secesionista iniciada por Artur Mas en 2012".
"La entidad financiera, considerada en el imaginario colectivo catalanista como uno de sus principales símbolos, junto al Barça y Montserrat, dio un golpe definitivo a los planes secesionistas de Puigdemont y Oriol Junqueras cuando, en otoño de 2017, su presidente, Isidro Fainé, decidió trasladar la sede social a Palma de Mallorca".
"Fue la respuesta preventiva a la declaración de independencia que iba a votar el Parlament. Detrás de La Caixa, se sumaron unas 4.500 empresas, anticipando la ruina económica del delirio identitario".
"Junts y ERC consideraron la decisión de Fainé como una «traición», determinante para su ridículo fracaso secesionista, y empezaron a tratar a La Caixa (y al Banco de Sabadell) como una empresa «enemiga», es decir, española. Una hostilidad rencorosa que los gobiernos del olvidado Quim Torra y del insignificante Pere Aragonès agitaron".
Ellakuría también señala que "sin la sintonía personal de Illa con Fainé, Javier Godó -recientemente nombrado vicepresidente de la Fundación La Caixa- y Ángel Simón, consejero delegado de Criteria, la «operación retorno» no hubiera sido posible, aunque el principal artífice político ha sido Sánchez".
En La Vanguardia es Manel Pérez quien analiza el retorno bajo este titular: "La Caixa: un movimiento meditado durante meses".
De su texto: "La decisión tiene una extraordinaria trascendencia política y económica; para Catalunya y para España".

Portada La Vanguardia 6 marzo 2025
"En el primer caso, porque supone que las dos entidades valoran que las actuales circunstancias, un Govern de la Generalitat presidido por el socialista Salvador Illa y unas fuerzas de oposición que apoyan parlamentariamente al ejecutivo de Pedro Sánchez, ofrece suficientes garantías de estabilidad como para no albergar temores sobre la independencia y la seguridad económica de La Caixa. Argumento este último que se empleó en el momento de aprobar la salida de Catalunya".
"En el ámbito económico vuelve a dibujar a Catalunya y Barcelona como un ámbito normalizado para la actividad y el desarrollo pleno de sus actividades".
"La marcha súbita de miles de empresas con el pánico bancario y la crisis política de octubre del 2017 tuvo un impacto demoledor sobre el clima de negocios y la imagen internacional de Catalunya; al tiempo que dio un renovado impulso a la concentración de actividades en Madrid, una tendencia permanente en España".
"Ahora, este movimiento introduce la incógnita sobre si será un elemento corrector de esta evolución cuyos efectos estructurales aún son muy difíciles de apuntar y que sigue siendo objeto de vivo debate".
Pérez subraya las características del entramado societario: "La Caixa es el mayor grupo empresarial y financiero de España. En el primer ámbito, a través del holding Criteria, que dirige Ángel Simón y que agrupa participaciones significativas en grandes empresas como Naturgy, Telefónica, ACS, Colonial, además de la recién anunciada en la francesa Veolia - multinacional líder en el sector de la gestión de residuos- o Puig. Pero por encima de todas, CaixaBank, la entidad que agrupa las actividades bancarias históricas de La Caixa, fundada en Barcelona hace 121 años".
"CaixaBank, que mantiene de momento su sede en Valencia, es el primer banco doméstico español, lo que le convierte en uno de los principales operadores financieros del Estado".
En cuanto a las reacciones políticas, la más destacada fue la del presidente de la Generalitat, Salvador Illa, que proclamó: "Vamos por buen camino".
Así lo cuenta Germán Aranda en El Nacional: "El president del Govern, Salvador Illa, ha reivindicado esta tarde el retorno de las sedes de Fundación La Caixa y Criteria a Catalunya como "la constatación de que vamos por buen camino". Pocos minutos después de que las instituciones expresaran que vuelven de Palma porque ya no se dan las circunstancias que en 2017 las hicieron marcharse (el procés), el president ha querido dejar claro que "se trata de hacer trabajo y no hacer ruido"".
""Cuando se hace el trabajo y no se hace ruido, lo demás acaba llegando", ha dicho Illa, que lo ha valorado como una "buena noticia, una noticia positiva e importante para Catalunya". "La estabilidad institucional, el rigor y la seguridad jurídica son positivos y ayudan a tomar estas decisiones", ha añadido el mandatario".
En algunas zonas del Madrid político y mediático se echa agua al vino. "El 'espejismo' de Sabadell y La Caixa: Cataluña pierde más de 300 empresas al año", destaca Vozpópuli.
En el sumario se añade que "Encadena ya más de siete años con saldos negativos, según los datos del Colegio de Registradores".
Escribe Beatriz Triguero: "El regreso de la Fundación La Caixa y Criteria a Barcelona, siguiendo la estela del Sabadell, se percibe como un 'espejismo'. Los datos del registro mercantil evidencian una grieta que Cataluña no ha sido capaz de cerrar más de siete años después del 1-O y por la que se pierden más de 300 empresas al año".
"Los datos agregados indican que en 2024 la pérdida de sedes sociales en la región se intensificó, con un saldo negativo de 351 empresas, el doble que un año antes (-160) y un nivel no visto desde 2018, justo después del referéndum catalán. Un total de 575 empresas trasladaron su sede social a Cataluña, pero 926 se fueron".
"La sangría en Cataluña no se ha cortado desde 'el procés' y todos los años se registran pérdidas, pero desde 2021 la tendencia era descendente. En aquel año se perdieron 326 sedes sociales y en 2022, 181. En 2023 la fuga ya se redujo a 160. Sin embargo, en 2024 la situación volvió a empeorar, superando incluso los niveles de 2021, de 2020, y de 2019".
"En el cuarto trimestre de 2017, tras el referéndum de independencia celebrado el 1 de octubre, Cataluña perdió 1.988 sedes sociales (salieron 2.536 y entraron sólo 548). En el conjunto del 2018 salieron otras 2.359 y sólo llegaron 467, lo que volvió a dejar un saldo negativo de 1.892 empresas, según el Colegio de Registradores".
"El resultado es que en los últimos siete años completos Cataluña ha perdido 5.516 sedes sociales (10.535 salidas que se han compensado parcialmente con 5.019 llegadas). La estadística, que arranca en 2017, no permite saber cuántas empresas de las que salieron han regresado, pero en todo caso se habrían contabilizado entre las entradas y, por tanto, en el saldo".
Y: "Por el contrario, la Comunidad de Madrid encabeza la lista de CCAA ganadoras con un saldo positivo acumulado de 3.400 empresas entre 2018 y 2024, seguida de la Comunidad Valenciana (con un resultado de casi 1.000 sedes sociales, entre las que llegaron y las que salieron), Andalucía (370) y Baleares (460)".
A todas estas, la delegación de inmigración y fronteras pasa a un segundo plano. Además de las reacciones políticas de carril, destacan las policiales. "Los Mossos rechazan el pacto de inmigración con Puigdemont: 'Es todo mentira'", apunta La Razón.
La nota viene con la firma de José Antonio Lavilla: "El acuerdo alcanzado entre Junts y el PSOE para el traspaso de competencias en materia de inmigración a la Generalitat sigue generando controversia".
"Según el pacto, Cataluña asumirá el control sobre puertos, aeropuertos y fronteras a través de los Mossos d'Esquadra, lo que implicará ampliar el cuerpo policial en 1.800 agentes más hasta alcanzar los 26.800 efectivos".
"Sin embargo, desde la Unió Sindical de la Policia Autonòmica de Catalunya (USPAC) denuncian que la realidad dista mucho de los anuncios políticos".
"Albert Palacio, el portavoz del sindicato es tajante en declaraciones a este diario: "es todo mentira", en referencia a las cifras aportadas. Además, ha cuestionado la viabilidad del traspaso de competencias: "Asumir competencias nuevas es algo que no se puede hacer. En muchas comarcas los Mossos son un cuerpo envejecido, sin vehículos, etc. Lo que nos preocupa es el índice delincuencial de Cataluña. Y no tenemos efectivos para hacerle frente", ha asegurado".
"Según las estimaciones del sindicato, el problema estructural de falta de personal en los Mossos se agravará en los próximos años. "Entre 2030 y 2032, más del 50% de los agentes estarán en segunda actividad, es decir, desempeñando tareas administrativas en lugar de funciones policiales. Si a eso le sumamos jubilaciones y fugas a policías locales por mejores condiciones laborales, significa que en la calle habrá solo 17.000 operativos, aunque en total haya 25.000 agentes en el cuerpo", ha explicado".
Y: "Desde USPAC consideran que asumir el control de las fronteras es "imposible" con la situación actual y critican que la medida responde a intereses políticos en lugar de necesidades reales en materia de seguridad. "Es una cesión, además, y teniendo en cuenta que el PP ha dicho que lo eliminará, es todo una ficción. Queremos que ese dinero se use para garantizar la seguridad", ha afirmado el portavoz del sindicato".
También es noticia el descontrol ferroviario o la comparecencia de Mariano Rajoy y Jorge Fernández Díaz en la comisión sobre la "operación Cataluña" en el Congreso de los Diputados. Rajoy en estado puro. Lo negó todo y sacó de quicio al pobre Rufián, que no sabía por dónde hincarle el diente al astuto expresidente. El portavoz republicano quedó a la altura del betún.
6 de marzo, santoral: Olegario, Julián, Coleta Boylet, Crodegango, Evagrio, Victorino de Nicomedia, Fridolino, Quirico de Tréveris y Marciano de Tortona.