A tenor de la encuesta que publica este martes Metrópoli Abierta, los señores Collboni y Trias y la señora Colau se van a tener que jugar la alcaldía a piedra, papel o tijera. Los tres máximos favoritos están en un pañuelo. Por delante figura Collboni, que remite a un pasado socialista de la ciudad con más luces que sombras. Le sigue el exalcalde Trias, vestigio de la Barcelona precolauita. Y en tercer lugar, pero con el mismo número de concejales que los anteriores (diez) y con tantas o más opciones de seguir al frente del Consistorio, doña Ada, que sostiene el mismo discurso que hace ocho años sobre el derecho a la vivienda sin que esos ocho años de mandato hayan servido para nada al respecto.
"Triple empate a la alcaldía de Barcelona con Collboni en cabeza", titula Metrópoli Abierta la pieza dedicada a la encuesta. En el sumario se añade que "el candidato del PSC sube ligeramente, por delante de Trias y Colau, con Maragall algo descolgado y una fuerte entrada del PP". El análisis corre a cuenta de Manel Manchón y dice así: "Todo muy ajustado, pero con una tendencia que puede reforzarse a medida que avance la campaña electoral. La carrera por la alcaldía de Barcelona podría decidirse en el último instante. La fotografía del momento, y que se debe interpretar a partir de la evolución del voto en los últimos meses, presenta un triple empate entre Jaume Collboni, Xavier Trias y Ada Colau, con el candidato socialista ligeramente por encima. Obtiene, según el último sondeo de Electomanía para Metrópoli, el 21,4% de los votos, justo por delante del 21,2% de Xavier Trias, como candidato de Junts per Catalunya, y también por encima de Ada Colau, la candidata de los comunes, que lograría el 21% de los sufragios".
Sigue Manchón: "El cuarto candidato con posibilidades sigue perdiendo fuelle. Se trata del republicano Ernest Maragall, quien, sin embargo, ha comenzado a remontar, aunque tímidamente. Logra, a partir de la encuesta de Electomanía, --con datos recogidos entre el 8 de marzo y el 25 de abril-- el 15,9% de los votos. El consistorio se completaría con el PP, que entra con el 6,5% de los votos, y va en ascenso. Aunque sólo podría obtener unos tres concejales --siempre en función de cómo se contabilizan los restos electorales en la noche del 28 de mayo-- la cifra contrasta con el raspado 5% que consiguió en 2019, logrando representación por la mínima, con dos regidores, teniendo en cuenta que el mínimo que se exige en las municipales es, justamente, el 5%".
Y: "Esos porcentajes de voto, traducidos en concejales, dejan una situación de empate, con diez regidores para Collboni, Trias y Colau. En el caso de Ernest Maragall, el 15,9% de los votos significará ocho concejales. Mientras que el PP, con el candidato Daniel Sirera, tendría tres concejales, que podrían ser decisivos para decantar el nombre del futuro alcalde de Barcelona, dado que da totalmente por descartado un apoyo a Ada Colau".
Tanto en el PSOE como en el PSC otorgan a Barcelona un valor singularísimo, de ahí que el presidente del Gobierno vaya a hacer campaña en la capital catalana. Y no sólo. "La campaña del 28-M del PSOE: apertura en Sevilla, acto central en Valencia y cierre en BCN con Zapatero", apunta El Independiente sobre la agenda electoral de Sánchez. El texto es de Juanma Romero: "El PSOE ya tiene diseñado su viaje electoral hacia las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo. Y los puntos centrales de la campaña coinciden con los territorios que decidirán estos comicios y que son prioritarios para el partido: Sevilla, donde Pedro Sánchez abrirá el día 13 la recta final hacia las urnas --a su regreso de su visita a la Casa Blanca para entrevistarse con Joe Biden--, Valencia --reservada para el acto central, el sábado 20--, y Barcelona, para un cierre el viernes 26 en el que el presidente del Gobierno estará acompañado por José Luis Rodríguez Zapatero. La batalla por Madrid, mucho más dura para los socialistas, tendrá también carácter preferente, y se guardará para ella el último jueves de campaña, el 25 de mayo. (...) Barcelona, segunda ciudad de España, es la gran plaza que los socialistas creen posible conquistar este 28-M, 12 años después de verse desalojados por las urnas. La alcaldía se la disputan el aspirante del PSC, Jaume Collboni; el de Junts, Xavier Trias, y la propia regidora desde 2015, Ada Colau, de los comunes".
En el mundo posconvergente se confía en el efecto Trias, que es el protagonista del último experimento de la factoría de "ideas" de Rull, Turull y Tururull, que dice Vidal Folch. El ensayo consiste en recuperar una mínima noción de realismo y aparcar por un rato la cantinela del 1-O y la mandanga procesista. A esa prueba responde también el ostracismo de Jordi Puigneró, quien tras enviar un par de cajas de zapato al espacio y recorrer parte del desierto de Atacama en bicicleta, ha vuelto a la política catalana para ser el número cinco de la lista de JxCat por Sant Cugat. Poca cosa parece tras haber sido vicepresidente de la Generalitat, aunque fuera la Generalitat de Aragonès. Así cuenta el auge y caída de este curioso político Marcos Lamelas en El Confidencial: "Ahora nadie se acuerda, pero hubo un tiempo en que Jordi Puigneró fue la esperanza blanca del independentismo. Era el conseller de Políticas Digitales de Quim Torra. Tenía la confianza de Carles Puigdemont desde Waterloo, quien valoraba como hizo frente al ataque informático contra la Generalitat durante la consulta del 9-N, que convocó Artur Mas. Recogió todos esos frutos cuando consiguió ser vicepresidente de la Generalitat en el Ejecutivo de Pere Aragonès. Casi 10 años trabajando para cuatro presidentes de la Generalitat diferentes. Ahora se presenta de número cinco en el Ayuntamiento de Sant Cugat. Puigdemont le ha abandonado y tampoco encaja en el nuevo mantra de “torna Convergència”, que lidera Xavier Trias al asalto de la alcaldía de Barcelona, con un discurso moderado alejado del independentismo más exaltado".
Sigue Lamelas: "Fuentes de JxCAT explican que Jordi Turull, el secretario general del partido obsesionado con evitar una fractura interna, le ha prometido que ese sacrificio --ir de número cinco en la lista de la formación en Sant Cugat-- se compensará con el premio gordo: la presidencia de la Diputación de Barcelona. Para que eso fuera posible hace falta una confluencia de circunstancias tan grande que parece poco probable. La primera de ellas, que gane Xavier Trias, que podría ser posible, pero también no, ya que con el triple empate que muestran las encuestas podrían pasar cosas. La victoria de Trias es condición necesaria, pero no la única. Pero también haría falta un hundimiento generalizado del PSC en la provincia de Barcelona, algo que no parece probable, en especial por su fortaleza en el área metropolitana. Tras las pasadas elecciones municipales, por ejemplo, el PSC no consiguió el Ayuntamiento de la capital catalana, pero retuvo la presidencia de la diputación, que acabó en manos de Núria Marín".
Mientras tanto y en el plano autonómico se suceden los ecos del desastre de las oposiciones de la Generalitat, un caos fenomenal organizado por la Administración con el concurso de la empresa a la que los titanes del Ejecutivo de la plaza de Sant Jaume externalizaron el asunto porque ellos son así de moderniquis. Ojo al sindiós. Oposiciones a empleados públicos dirigidas y controladas por una empresa privada. En la Generalitat trabaja el que asó la manteca.
En El Món cuenta Ivet Nuñez que "La Generalitat contrató por 1,5 millones a la empresa Cegos, que a su vez subcontrató a Randstad para encontrar personal para vigilar las pruebas de estabilización". Del texto: "La Generalitat está en el ojo del huracán por haber contratado a una empresa para vigilar las oposiciones de estabilización de los interinos que estaban en fraude de ley. Lo más grave es que la empresa escogida, Cegos, que percibió 1,5 millones de euros, subcontrató a otra empresa, la ETT internacional Randstad, para contratar a los vigilantes de exámenes que provocaron el caos. Las pruebas fueron un «follón» hasta tal punto que la misma consejera de la Presidencia, Laura Vilagrà, la máxima responsable de Función Pública, tuvo que comparecer de urgencia ante los medios de comunicación para anunciar que se repetirían las pruebas y se estudiaría cómo romper el vínculo con Cegos. Hasta ahora ningún cargo de la Generalitat había puesto nombre y apellido a la empresa subcontratada a su vez por Cegos, la que ha sido la responsable de este caos en los exámenes, pero una oferta laboral a la cual ha tenido acceso El Món demuestra que se trata de Randstad".
Sigue Núñez: "La Generalitat acusa a Cegos, la empresa a la que contrataron originariamente para organizar los exámenes, de un «incumplimiento flagrante» de la contratación de quienes finalmente vigilaron las pruebas, puesto que subcontrató a otra empresa para cumplir con sus obligaciones contractuales. La oferta concreta que hacía Randstad explica, en parte, por qué los exámenes fueron un «follón». La ETT buscaba diez vigilantes de exámenes y les ofrecía un sueldo de 50 euros --80 en caso de que el trabajador tuviera una responsabilidad extra o un cargo superior-- por un contrato de un único día, el 29 de abril, de las 8.30 horas a las 13.30. Los requisitos principales eran ser una persona atenta, responsable y con buena comunicación, facilidad para tratar con los opositores y un nivel C o nativo de catalán y castellano. Todo esto, para cumplir con las funciones que se pedía a los inscritos en esta oferta laboral: velar por la correcta normativa de la actividad y repartir y recoger los exámenes. Ninguna de las dos se desarrolló con normalidad, como evidencian las quejas de los examinandos".
Ayer se celebró el 1 de Mayo con escaso número de manifestantes en las soleadas calles de las ciudades catalanas. En la manifestación formal, unas dos mil personas. Y en la alternativa, menos. Todo discurrió con la normalidad habitual en estas celebraciones, salvo al final de la segunda manifestación, cuando un grupo de hiperventilados apedreó los cristales de comercios y oficinas públicas, según explica Júlia Peñascal en El Nacional: "El sindicalismo alternativo se ha manifestado esta tarde en Barcelona, en una marcha del Primero de Mayo convocada por la Mesa Sindical de Catalunya, que ha reunido a centenares de personas para exigir que se derogue la reforma laboral, la ley mordaza y la de extranjería. También han reclamado reducir la edad de jubilación y la duración de la jornada laboral. La protesta, que ha contado con representantes de la CGT, Intersindical Alternativa de Catalunya (IAC), CNT, COS, Solidaridad Obrera y Cobas y de partidos políticos como la CUP, ha congregado a unas 1.500 personas --según cifras de la Guardia Urbana--, 7.000, según los organizadores. Encabezada por el lema 1 de mayo ofensiva de clase, la manifestación ha recorrido varias calles de Barcelona hasta llegar a la sede de Foment del Treball. Al final de la marcha, un grupo reducido de manifestantes han roto cristales de algunas tiendas, principalmente de multinacionales, del centro de la capital catalana".
Continúa Peñascal: "Cuando ha acabado la marcha, un grupo de personas han roto los cristales de diferentes establecimientos del centro, como los de la tienda de Zara de la esquina de plaza de Catalunya con Bergara, los de un establecimiento de Primark en la cabecera de las Ramblas, y también de una oficina del Banco Santander y de una tienda de intercambio de divisas. Aparte, han hecho pintadas en un edificio de la Universidad de Barcelona y han destrozado una puerta de cristal de la Oficina de Turismo de la Generalitat, situada en el Palau Moja".
Los medios recogen también que Tom Hanks asistió al segundo concierto de Bruce Springsteen en Barcelona, un cantante erigido en gran referente del independentismo porque en sus salutaciones al público no pronunció la palabra España, sino solo Barcelona y Cataluña. Muy bien, el Lluís Llach de Nueva Jersey. Y ellos que lo disfruten.
2 de mayo, santoral: Atanasio, Ciriaco, Hespero, Teódulo y Zoe de Atalia, Félix diácono, Flaminia, Longinos, Viborada, Vindemial y Waldeberto.