A tres meses y una semana para la celebración de las elecciones municipales, el socialista Collboni le saca una cabeza al posconvergente Trias, que empata con Colau, y se descuelga Ernest Maragall. Las predicciones demoscópicas prefiguran el baile de tres candidatos en una baldosa con ligera ventaja para el aspirante del PSC. Esto es que puede pasar de todo, incluso que la denostada alcaldesa retenga la vara y pueda proseguir con el desmantelamiento del Eixample, la implantación de las superilles y ese plan genial de recogida selectiva de basuras que consiste en que unos día se vacían los contenedores y otros no.
Si los indicadores electorales están apretados, las encuestas sobre la percepción de la ciudad manifiestan sin ambages que Barcelona no es segura y está más sucia que ayer pero menos que mañana. Pero esos últimos datos no parecen pasar factura a la señora Colau. Tampoco su "política exterior", que es lo que ocupa ahora los afanes de la alcaldía. Romper relaciones con Israel y suspender el hermanamiento con Tel Aviv suscita una contestación relativa a pesar de la gravedad de los improperios podemitas contra el Estado israelí.
Mientras tanto Trias declara a los periódicos que lo mismo le da pactar con el PSC que con ERC a fin y efecto de desbancar a Colau. O sea, estos son mis principios y si no les gustan, tengo otros. Es la vuelta de la vieja Convergència. ¿Quién está detrás de la campaña del exalcalde?
Sea como fuere, Metrópoli Abierta abre su edición de este lunes con una encuesta que refiere que "Collboni se impondría a Trias en la ajustada batalla por Barcelona". En el sumario se abunda en que "el sondeo de Electomanía deja al PSC con 11 concejales, y con un empate entre JxCat y los comunes de Colau, que se quedarían con diez". ERC sacaría ocho concejales y no entrarían en el Consistorio ni la CUP, ni Vox, ni Ciudadanos ni Valents. Sólo el PP encabezado por Sirera, que sacaría dos ediles.
El texto de apertura de Metrópoli Abierta es de Manel Manchón, quien escribe: "Los actos en la campaña electoral serán esenciales para inclinar la balanza, porque la fotografía demoscópica, ahora, señala una ajustada batalla por la alcaldía de Barcelona en la que se impondría el socialista Jaume Collboni frente a Xavier Trias y Ada Colau. El nuevo sondeo de Electomanía para Metrópoli, con un trabajo de campo amplio, realizado entre el 19 de enero y el 12 de febrero, deja al candidato del PSC con 11 concejales, por los diez que obtendrían Trias y Colau. Esa es la tripleta con posibilidades de lograr la alcaldía, mientras que el candidato de ERC, Ernest Maragall, --primero en todas las encuestas en el último año, hasta la irrupción del convergente Trias-- aparece algo descolgado, con ocho concejales. Es lo que refleja la encuesta de Electomanía, que ha contado con 7.170 respuestas (50% entrevistas online con cuestionario inteligente y estructurado + 50% entrevistas telefónicas) que ha buscado afinar al máximo el posible voto de los barceloneses de cara al próximo 28 de mayo".
Sigue Manchón: "Los expertos demoscópicos señalan que las tendencias son clave para poder designar un ganador, y que los primeros sondeos marcan el camino. La aparición de Trias como candidato de Junts per Catalunya ha roto todos los esquemas previos. El exalcalde de Barcelona, que ganó en 2011, pero en 2015 se vio superado por Ada Colau, busca una polarización del voto entre él y la líder de los comunes. Pero hay más candidatos. Y quien se impone ahora, con una marca electoral que va hacia arriba, es Jaume Collboni, que sabe que solo podrá ser alcalde si queda en primera posición, debido a un acuerdo casi estructural que ha dibujado ERC con los comunes. Las distancias, en todo caso, son mínimas. En porcentajes de voto Collboni obtiene la primera posición con el 21,7% de los sufragios, mientras que Colau quedaría en segunda posición con el 20,6% y Trias en tercer lugar con el 20,3%. Entre Collboni y Trias, por tanto, sólo hay un 1,4% de distancia. El interrogante es saber si Trias, con ese inicio de campaña tan espectacular --anunció su candidatura poco antes de Navidad-- podrá mantener la posición con capacidad para lograr la alcaldía hasta el último momento".
Pues eso, que los actos de campaña serán cruciales y de momento no se aprecia un exceso de imaginación por parte de los candidatos ni tampoco un catálogo de ideas para revertir el deterioro de la capital catalana.
Este lunes se reanuda el juicio en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) sobre los "trapis" de doña Laura Borràs en los tiempos en los que dirigía la Institución de les Lletres Catalanes. Declaran los otros dos acusados, que según el letrado Boye habrían llegado a un pacto con la fiscalía que deja en la pura indefensión a su clienta, la susodicha Borràs.
Entre tanto, prosigue el Barçagate, cuestión a la que se otorga una importancia superlativa en los medios del foro. En Madrid entienden que los títulos obtenidos por el club azulgrana durante la vigencia del contrato con el exvicepresidente del Comité Técnico del Arbitraje no valen. ¿Pero de qué contrato hablan? Según El Mundo, no existe tal contrato, lo que añade más pestilencia al procedimiento.
El antedicho medio escarba en el escándalo y aporta otro titular. "Las comunicaciones internas del Barça cuando Hacienda exigió los pagos a Negreira: 'No tenemos contrato, ¿lo decimos o nos hacemos los locos?'", apunta el rotativo sobre un nuevo texto de Esteban Urreiztieta que dice así: "La Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) se dirigió al Barcelona a principios de 2021 para requerirle todos los pagos librados al ex número dos de los árbitros españoles. Los altos cargos del club buscaron de inmediato en los archivos de la entidad azulgrana y debatieron qué información pondrían a disposición del Fisco al tiempo que se sorprendieron por el material que obraba en su poder. El jefe de Administración del club fue el encargado de revisar toda la documentación que albergaba el Barça y alertó de inmediato a sus compañeros: «Contrato escrito no hay». La primera sorpresa fue que el club ni tan siquiera había suscrito un acuerdo formal con José María Enríquez Negreira para que prestara las asesorías millonarias por las que percibió 6,9 millones de euros durante, al menos, 17 años. Por ese concepto el Barça le había venido pagando con carácter mensual hasta 90.000 euros mensuales mientras fue el vicepresidente del Comité Técnico de los Árbitros (CTA) sin que se suscribiera acuerdo alguno con el objetivo de ocultar la relación".
Continúa la nota: "«No sé si preferís decirlo explícitamente o hacernos el loco», añadió literalmente Ángel Rocamora a los abogados externos a los que el club recurrió para contestar este requerimiento cuando comprobó que se había producido un pago recurrente en el tiempo sin el preceptivo respaldo contractual. Una irregularidad que el Barça había arrastrado desde que comenzó a pagar a Enríquez Negreira, todo indica que antes de 2001, siendo presidente José Luis Núñez. Rocamora se dirigió el 11 de febrero de 2021 a un letrado del despacho Centell-Folch Abogados de Barcelona, que se encargó de ayudar al club a gestionar la inspección tributaria con los menores daños colaterales posibles. «Las facturas son todas iguales y son un montón. Sólo cambia el mes», destacó el responsable administrativo del Barça tras tener en su poder la relación completa de pagos del club a la sociedad instrumental Dasnil 95, S.L., de Enríquez Negreira. Estos recibos reflejaban la supuesta realización de labores de «asesoramiento de vídeos técnicos»".
El caso tiene toda la pinta de acabar en el despacho de Cristóbal Martell, el "santo" al que se encomiendan los encausados de las causas imposibles.
En Vozpópuli también arrean al Barça en la apertura. "Hablan exdirectivos del Barça: 'Otros pagaban... pero nosotros demasiado'". O sea que la infección es generalizada, aunque tales exdirectivos tiran la piedra pero no dicen quién pagaba también. El texto es de Joaquín Hernández: "Can Barça no acaba de cerrar filas en una misma dirección en torno al caso Negreira. Por lo bajo, allegados a la directiva que encabeza Joan Laporta y exdirectivos ponen de relieve la opacidad en torno a la gestión que se ha hecho del vínculo contractual con el exnúmero 2 del arbitraje, José María Enríquez Negreira, capaz de sortear cualquier control institucional. "Yo no estaba al corriente, parece que esto viene desde el expresidente Núñez, pero yo mientras estuve no supe nada", afirma un directivo de la era Bartomeu a Vozpópuli, mientras otro ha preferido no hacer comentarios. "Yo me entero ahora", asegura un tercer exdirectivo. "No es tan llamativo que se contrataran servicios de asesoramiento en arbitraje como los que ha contratado el club, pero sí te reconozco que las cantidades dan que pensar", apunta un allegado a la actual directiva blaugrana. "Otros clubes pagaban cosas similares", añade un excandidato a presidente. "No me parece raro que se haya hecho esto, otros lo hacían, pero por lo que sé, la realidad es que nosotros pagamos demasiado, las cantidades sí que me resultan escandalosas"".
Y: ""Esto acaba de comenzar, me temo que viene de lejos, de Joan Gaspart, y no creo que sea parte de un error accidental o una estafa al Barça, no solo se benefició Negreira con ese modus operandi que se ha mantenido", advierte otro de los consultados. Los alrededor de siete millones de euros que ha pagado la institución blaugrana al exnúmero dos del arbitraje entre 2001 y 2018 levantan suspicacias en distintas direcciones. Un socio compromisario cuestiona que desde las distintas Juntas Directivas afectadas (Gaspart, Laporta, Rosell y Bartomeu) no se había informado hasta ahora sobre la relación con el que fue "proveedor" de servicios de "asesoramiento" según el club durante casi dos décadas, un inciso que podría cobrar relevancia en cuanto al Barça como persona jurídica si prospera la investigación penal. Es de notar que con el actual presidente, los pagos opacos a la sociedad presuntamente instrumental Dasnil 95 superaron el umbral del medio millón de euros al año".
Datos empresariales. Como diría Laporta y sostiene el Ara, al loro, que no estamos tan mal. "Fuga d'empreses: des de l'1-O se'n van més companyies de Madrid que de Catalunya", titula el citado medio.
El texto, que firma Xavier Grau del Cerro, repara en las estadísticas y concluye que no sólo se van empresas de Cataluña, sino también de Madrid: "És innegable que l'1-O va provocar un moviment de canvi de seu social d'empreses catalanes. Però sovint es llegeixen, reboten i sovint també es magnifiquen informacions que asseguren que aquest moviment no s'ha aturat; l'últim cop va ser la setmana passada. Un repàs en profunditat a les dades, però, contradiu aquest relat catastrofista. Després de l'impacte inicial del darrer trimestre del 2017, quan un reguitzell d'empreses catalanes van treure la seva seu social de Catalunya amb el suport d'un decret aprovat pel govern de Mariano Rajoy per accelerar els trasllats, durant el 2018 es va anar moderant el moviment i a partir del 2019 es va frenar totalment".
Sigue la pieza: "Les dades oficials dels registradors indiquen que des del darrer trimestre del 2017 fins al final del 2022 han marxat de Catalunya 8.753 empreses i n'han arribat des d'altres comunitats 3.748. És a dir, un saldo negatiu de 5.005 empreses. En el cas de Madrid, la comunitat més beneficiada pel trasllat de seus catalanes, n'han marxat 8.921 i han arribat 12.610 seus socials. És a dir, un saldo positiu de 3.689 empreses. Però cal tenir en compte que de Madrid se'n van més empreses que no pas de Catalunya. I al mateix temps, Madrid capta més empreses d'altres comunitats --no només del Principat-- que Catalunya. Aquestes dades corresponen al global des de l'últim trimestre del 2017. Però si s'analitza per anys, hi ha dues dades significatives. Mentre el nombre d'empreses que se'n van de Madrid va en augment --van ser 1.279 el 2017 i 1.454 el 2022--, en el cas català la tendència és la inversa: van marxar 2.636 empreses l'últim trimestre del 2017 mentre que en tot el 2022 només van ser 811 les companyies que van traslladar la seva seu social".
Y: "Aquesta tendència, a més, s'accentua quan només es mira el balanç entre les empreses de Catalunya que s'han traslladat a Madrid i les que des de la comunitat que governa Díaz Ayuso han arribat al Principat. El balanç global des de l'1-O és clarament favorable a Madrid. De Catalunya han marxat des d'aleshores a la comunitat de la capital 4.368 companyies, mentre que de Madrid han vingut a Catalunya 1.875 empreses. Però el gran transvasament va ser el 2017 i el 2018. Des de llavors la diferència s'ha anat retallant i el 2022 la situació és pràcticament d'equilibri: 336 empreses han anat de Catalunya a Madrid, mentre que 329 han viatjat de Madrid a Catalunya".
Un empate. Pues nada, a seguir con el procés.
El próximo jueves se cumplirá un año de la invasión de Ucrania y en El Nacional reparan en que 21.000 ucranianos se han refugiado en Cataluña. Escribe Judit Pellicer: "Desde el 24 de febrero, cuando empezó la invasión rusa en Ucrania, millones de ucranianos han huido del país escapando de la guerra, concretamente según detrás recuento de las Naciones Unidas (ONU) hay más de 7,9 millones de refugiados ucranianos. La mayoría se han dispersado por Europa, siendo Polonia y Alemania los dos países europeos que más refugiados han acogido. Sin embargo, miles de refugiados ucranianos han ido a parar a otros territorios europeos, como es el caso de Cataluña, que se convirtió en una grande lleva de entrada para los refugiados ucranianos que llegaban al Estado. Un año después, miles de refugiados se han establecido en el territorio catalán. Mireia Mata, secretaria de Igualtats, apunta que desde el mes de junio hasta el momento el número de personas que se ha instalado en Cataluña se ha estabilizado sobre los 21.000".
Líneas después Pellicer apunta que "Los primeros días que la ola de ucranianos que huían del conflicto llegaban a Catalunya era imposible hacer muchas previsiones sobre la situación. Sin embargo, a pesar de la incertidumbre desde el Govern, las administraciones locales y organización sociales se respondió a este nuevo escenario. No solo en aquel momento, sino que el acompañamiento continúa hasta hoy. Esta responsabilidad a la Generalitat ha sido gestionada por la Conselleria de Igualdad y Feminismos, encargada de gestionar y resolver las incidencias que pueden aparecen en todo el proceso de acogida que todavía dura hoy día. "Hemos tenido una buena respuesta", valora Eunice Romero, directora general de Migracions, Refugi i Antiracisme. Tanto Romero como Mata remarcan que la gestión de la llegada masiva de personas refugiadas de Ucrania ha sido un reto, pero destacan la implicación de la sociedad civil y de los entes locales".
Pero todo podría haber mucho mejor, según la Generalitat, si no fuera por la malvada España: "Si bien desde la Conselleria se hace una valoración positiva de la gestión de la acogida de los millares de refugiados que llegaron desde Ucrania ya hace un año, sí que hay una gran crítica: la coordinación con el Estado. O más bien la falta de esta. "El Estado no genera el espacio de codecisión que querríamos", lamenta Romero, quién señala que las decisiones unilaterales del Estado español han afectado al proceso de acogida, como por ejemplo en la distribución territorial. "El Estado decide en qué municipios se dedicarán los recursos. Eso tiene un impacto, la gente puede acabar arraigando en un lugar donde quizás no querrían si hubiera habido una coordinación entre los dos niveles de administración", explica haciendo referencia a los hoteles que habilitó el Gobierno".
20 de febrero, santoral: Beata Jacinta Marto, Eleuterio de Tournai, Euquerio de Orleans, León de Catania, Serapión de Alejandría y Tiranión.