La política española sigue varada en el vidrioso asunto de la renovación de la cúpula judicial mezclado con la reforma del delito de sedición. El cóctel es altamente indigesto. Geometría variable con unas gotas de hiel a palo seco. Puestos a enredar para salir en los medios, el expresidente de la Generalitat ha emitido a través de Twitter un texto sobre sus cinco años de "exilio", según dice, en el que afirma también que emisarios del PSOE le habrían visitado para "generarme expectativas de un buen trato, vía reforma del Código Penal, y un indulto".
Los cinco años de fuga y los cinco anteriores componen la década del procés, ese engendro que rompió la convivencia, destrozó la economía y polarizó de manera dramática la política. Hay datos y no sólo relativos a la fuga de empresas y bancos. Bajo el título "Así dañó el procés la convivencia", Carles Castro da cuenta en La Vanguardia de la última estadística sobre el desastre: "Un estudio del ICPS, realizado por la profesora del departamento de Ciencia Política de la UAB Lucía Medina, revela que el procés ha supuesto un ascenso de la aversión hacia la política y, al mismo tiempo, un sensible aumento de la polarización --e incluso del “rechazo visceral”-- entre partidarios y opuestos a la independencia. Sin embargo, el estudio --elaborado a partir de la explotación de los sondeos del ICPS entre 1995 y el 2021-- detecta otros fenómenos igual de inquietantes. Por ejemplo, “la irrupción de la cuestión independentista derivó en un aumento y politización de las diferencias en torno a la identidad” de los ciudadanos. Y, sobre todo, el “clima de alta polarización afectiva” impactó “más negativamente en las personas emocionalmente moderadas” y con “un vínculo emocional más tibio hacia los diferentes partidos”. Esa deriva --que “las personas menos polarizadas” acaben desarrollando “sentimientos más negativos” hacia la política en un clima de conflicto-- dibuja la posibilidad de un deterioro gradual de la convivencia democrática, la gobernabilidad o la legitimidad institucional".
Y: "En este sentido, “el interés hacia la política” fue inicialmente un sentimiento dominante entre los distintos grupos de votantes catalanes. Entre el 2003 y el 2004, por ejemplo, alcanzaba a un 37% y se mantuvo por encima del 25% durante una década. Pero “no aumentó durante el procés ” y, a partir del 2016 --“cuando se constatan las dificultades del reto soberanista”--, ese interés “inicia una tendencia descendente”. En paralelo al declive del interés por la política, “la desconfianza, la irritación y la indiferencia son las emociones” que más crecen. Por ejemplo, la desconfianza pasó de alcanzar a un 12,4% de los votantes en el 2008 a más del 28% en el 2013, y a rozar el 34% en el 2018".
Este lunes de puente trae más sondeos en los diarios. El de El Mundo se refiere a la actualidad política con este titular: "La mitad de los votantes del PSOE rechaza bajar el delito de sedición". En el sumario se añade que "Sólo el 20% de los españoles apoya rebajar las penas a la mitad, como ha planteado el Gobierno". Escribe Marisa Cruz: "La mayoría de los ciudadanos -un 57,4%-, tal y como revela la encuesta de Sigma Dos para El Mundo, reniega de una reforma como la que ha prometido Sánchez en la medida que supondría reducir considerablemente la pena que el Tribunal Supremo impuso a los líderes de la intentona secesionista de 2017. Y no sólo: la mitad de los propios votantes del PSOE también se pronuncia en contra. La rebaja beneficiaría principalmente a los fugados de la Justicia: en primer lugar a la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y en menor medida al ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont. Los cabecillas del 1-O que permanecieron en España, entre ellos el presidente de ERC, Oriol Junqueras, fueron condenados a penas de prisión que sólo cumplieron en una mínima parte porque fueron indultados por el Gobierno".
Sigue Cruz: "El rechazo a una reducción de las penas que conlleva la sedición es compartido por los votantes de todos los partidos políticos a excepción de los que apuestan por Unidas Podemos. Sin duda, los más contrarios a dicha rebaja son los votantes del PP --80,7%--; los de Vox --73,9%--, y los de Ciudadanos --73,6%--, pero también los del PSOE que se muestran contrarios a la reforma en un 49%. Llamativamente en la bolsa que aglutina al resto de partidos y en la que figuran los votantes de las formaciones independentistas y nacionalistas, también son muchos más los que reniegan de la revisión a la baja de la sedición que quienes la aprueban: un 51,5% frente a un 15,4%"
En Ok Diario presentan una encuesta electoral en la que Feijóo podría gobernar con el concurso de Vox. Estos serían los resultados: PP, 133; PSOE, 95; Vox, 53; UP, 24; ERC, 13; MP, 2; Otros, 29. El análisis corre a cargo de Luz Sela: "Alberto Núñez Feijóo sería el ganador de las próximas elecciones generales pese a la ligera recuperación de Pedro Sánchez. El PP sería el partido más votado, con el 31,4% de los votos (131 escaños, 133 con Navarra+) y, aunque en comparación con la última encuesta de Data10 para Ok Diario --publicada el pasado 2 de octubre--, pierde cuatro diputados, el resultado le resulta aún suficiente para llegar a La Moncloa. Feijóo podría firmar una amplia mayoría absoluta de 187 escaños con Vox (54 diputados, 16,4% de voto) mientras los socialistas frenan su caída y revierten tibiamente la tendencia, recuperando cuatro asientos en el último mes y llegando hasta los 95 (24,4%)".
Internacional. Lula da Silva copa las fotografías de portada y aperturas de la mayoría de los medios. "Brasil se parte en dos con el pulso entre Lula y Bolsonaro", proclama El País. "El candidato de izquierdas regresa al poder con casi el 51% de los votos frente al 49% del todavía presidente", se apunta en un subtítulo. La crónica en el diario de Prisa viene con la firma de Naiara Galarraga Gortázar: "El hijo de doña Lindu vuelve a hacer historia. Nadie ganó nunca unas elecciones brasileñas con tantos votos (60 millones) ni con una diferencia tan minúscula. Luiz Inácio Lula da Silva ha culminado este domingo su resurrección política y ha llevado de nuevo a la izquierda al poder en Brasil, casi tres años después de salir de la cárcel, donde pasó 580 días. Lula, como se le conoce en todo el mundo, ha recibido el regalo soñado por los 77 años que cumplió el jueves. Ha derrotado por la mínima al presidente Jair Messias Bolsonaro en las urnas electrónicas. Con el 99,9% escrutado, Lula tiene un 50,90% de los apoyos frente a un 49,10% de su contrincante. Este triunfo significa que la izquierda brasileña regresa al poder dos décadas después de su primera e histórica victoria y seis años después de que su sucesora fuera desalojada en un impeachment. Los brasileños han desalojado a su primer presidente de extrema derecha, un antiguo militar nostálgico de la dictadura que durante cuatro años ha sometido a las instituciones a una tensión aguda y constante. Existe una enorme expectación sobre si Bolsonaro aceptará la derrota o no. El presidente derrotado ha seguido el recuento en su residencia oficial, en Brasilia".
Continúa la nota: "El presidente del Tribunal Superior Electoral, el juez Alexandre de Moraes, ha revelado que telefoneó a los dos candidatos antes de proclamar los resultados. “No vemos ningún riesgo real de contestación (de los resultados”, ha dicho en una comparecencia. Un puñado de votos ha inclinado la balanza. Como Brasil vota desde hace 25 años en urna electrónica, el recuento ha sido ágil. Los brasileños elegían entre dos viejos conocidos después de la campaña electoral más sucia de su historia, plagada de mentiras y golpes bajos. Para el candidato izquierdista, era “una elección entre democracia y barbarie”. Para su rival, un duelo “entre el bien y el mal”. Era una disyuntiva entre virar hacia el centro o profundizar el volantazo a la ultraderecha emprendido hace cuatro años".
Más noticias. "Herederos de los Rockefeller y los Getty financian los ataques ecologistas a los museos", asegura Vozpópuli. El texto es de Regina Marín Latonda, quien escribe que "un artículo publicado por The New York Times este pasado mes de agosto revela, probablemente para pasmo de la mayoría de la sociedad, que detrás de muchos de ellos (grupos ecologistas) se encuentran herederos de dos familias estadounidenses que se hicieron ricas gracias al petróleo. Concretamente, de los Rockefeller y los Getty. Hijos y nietos de estos millonarios petroleros quieren lavar su conciencia del daño provocado al medio ambiente por sus antepasados. O bien, simplemente quieren hacer negocio y han encontrado en el ecoactivismo una gran oportunidad, siguiendo la tendencia familiar".
Continúa el texto: "Para entenderlo, hay que hacer una radiografía del funcionamiento de estos grupos de protesta. Las decenas de pequeñas y medianas asociaciones ecologistas que están tratando de concienciar al mundo de la necesidad de un cambio inmediato y radical para salvar el planeta están financiados principalmente por dos grandes organizaciones sin ánimo de lucro: el Fondo de Emergencia Climática y la Campaña Ecuación. A su vez, estas dos organizaciones, que sostienen docenas de asociaciones ecoactivistas que actúan principalmente en Estados Unidos, Canadá y Europa, están sustentadas económicamente con el dinero de los hijos de estas dos grandes familias petroleras de Estados Unidos, por paradójico que parezca".
31 de octubre, santoral: Alonso Rodríguez, Ampilado mártir, Antonino de Milán, Epicamo de Pelusio, Froilán de Fosses, Quintín de Vermand y Wolfgango de Ratisbona.