Tal día como hoy, 27 de octubre, de hace cinco años el Parlament declaraba tras votación secreta la instauración de la república catalana. Pero no fue un día de gloria en la cámara. Las imágenes muestran que sólo las diputadas de la CUP Gabriela Serra, Eulàlia Reguant y Anna Gabriel, sonreían a las cámaras. Lluís Llach colocó una bandera de la ONU en las escalinatas del edificio y ya en el Palau de la Generalitat, Eduardo Reyes, de Súmate, se ofreció para subir a la azotea y arriar la bandera de España. No se lo permitieron.
Tras una reunión de Govern a la que no asistieron miembros del gabinete como Oriol Junqueras, los consejeros salieron en desbandada y con caras de circunstancias. El artículo 155 de la Constitución ya había sido aprobado en el Senado y los ciudadanos de la república a los que se dirigió Mònica Terribas, entre seria y ufana, eran una pura entelequia, el humo final de la asonada.
Un lustro después, el actual Govern no quiere saber nada de fecha tan señalada mientras que el Parlament se prepara para debatir medidas disciplinarias contra Francesc de Dalmases, la mano derecha de Laura Borràs. La perspectiva de la independencia se aleja. Quienes iban a tomar las calles se conforman con actos como la última acampada en la plaza de Cataluña, treinta tiendas y un fin de semana. El lunes, todos a casa.
Mientras tanto, Gobierno y Govern, PSOE y ERC negocian la reforma del Código Penal para suavizar los perfiles penitenciarios del delito de sedición, que fue el aplicado en el juicio del Tribunal Supremo. Se trata de cambiar la plantilla para que quienes aún faltan por ser juzgados no se vean privados de libertad.
"La reforma de la sedición aúna en el Congreso una clara mayoría", apunta El País en su titular principal de portada. Escribe Javier Casqueiro: "El Gobierno de coalición tendría asegurados los apoyos suficientes en el Congreso para sacar adelante la reforma del delito de sedición, que rebajaría a la mitad las penas. Los portavoces de los partidos socios y aliados habituales del Ejecutivo consultados por El País avanzan que existiría una mayoría de al menos 186 votos, muy holgada cuando falta 176. Unidas Podemos, ERC, PNV, EH Bildu, Pdecat, Más País, Compromís y BNG votarían a favor. Además de PP, Vox y Ciudadanos, en el rechazo se sitúa Junts per Catalunya. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, argumentó el viernes que necesita apoyos parlamentarios para adecuar el Código Penal a lo "homologable con las principales democracias europeas". ERC argumenta que no es la mejor solución pero no la boicoteará en el Congreso, si bien teme la resistencia de los barones del PSOE".
En el Abc dan por supuesto que se rebajarán las penas asociadas al delito, pero que eso será después de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, pero a la mayor brevedad posible, cuanto antes para distanciar el enjuague de las elecciones autonómicas y municipales del próximo mayo. Las cosas de palacio van despacio, como la renovación de la cúpula del poder judicial.
Sea como sea y de vuelta a la sedición, en El Mundo se informa de que "ERC no se conforma con la sedición: exige al Gobierno un "paquete antirrepresivo" para blindar a los líderes del 'procés'". Se trata de una información de Iñaki Ellakuría que arranca así: "La reforma del delito de sedición que el Gobierno está negociando con ERC en la mesa bilateral es una exigencia irrenunciable en el terreno judicial para los republicanos, pero ni mucho menos es la única. Tampoco la que políticamente les pueda otorgar más apoyos entre las bases independentistas en un momento en el que ERC se disputa con JxCat convertirse en el partido hegemónico. El Govern de Pere Aragonès prefiere situar la reforma de la sedición -JxCat exige derogar- dentro de un paquete de «medidas contra la represión», entre las que están la amnistía, la Ley Mordaza y la reforma del Tribunal de Cuentas, que sirvan de protección a partidos y asociaciones separatistas frente a futuras acciones de la justicia. Pero que también ayude en sus causas a los numerosos dirigentes de ERC y JxCat que todavía deben ser juzgados por su participación en el 1-O y que están imputados por otros delitos que no son la sedición".
Y: "Como ejemplos paradigmáticos están los dos cargos republicanos del núcleo duro de Oriol Junqueras, los diputados Josep María Jové y Lluís Salvadó, que están encausados por el TSJC por haber organizado el referéndum ilegal cuando estaban en Vicepresidencia y Economía. Se les imputa los delitos de desobediencia, prevaricación y malversación. En esta misma causa está imputada la actual consejera de Cultura, Natalia Garriga, mientras que el consejero de Empresa, Roger Torrent, está a la espera de que el TSJC dicte sentencia sobre un juicio por desobediencia cuando fue presidente del Parlament".
La última encuesta de El Confidencial, la publicada ayer, mostraba un notable recorte de las distancias entre Sánchez y Núñez Feijóo. El campeón gallego de las encuestas se atasca y hay quien pone en duda la consistencia del llamado "efecto Feijóo". En el partido conservador saltan las alarmas. Hay que salvar al soldado. "Objetivo del PP con el pacto judicial: «Centrar a Feijóo»", apunta La Razón. El texto es de Carmen Mordodo: "Moncloa y Génova andan ya echando cuentas de las cesiones que han tenido que hacer para concretar el pacto para la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Tribunal Constitucional (TC) y, sobre todo, que es casi lo que más importa, sobre cómo las pueden disfrazar para ganar la batalla de la opinión mediática cuando den a conocer en qué se sostiene el consenso. El acuerdo está prácticamente «cocido» y listo para su presentación, en lo que será el primer y último pacto entre Gobierno y principal partido de la oposición antes de las elecciones generales.
Moncloa consigue el poder que le corresponde en el Consejo y en el Constitucional conforme a las reglas vigentes y el resultado de las últimas elecciones generales, porque la base de este acuerdo es que esta dirección del PP acepta los resultados de aquellos comicios y sus consecuencias en el cambio de mayorías dentro del órgano de gobierno de los jueces y del TC".Sigue la nota: "A partir de este ejercicio de realismo, el PP ha afrontado esta negociación con la idea de utilizarla para «centrar más» el perfil de su líder y echar arena sobre el argumentario oficial de Moncloa que le presenta como un «radical», «sin sentido de Estado» y con el que no se puede llegar a consensos.
Morder ahí es importante para el PP porque éste es un mensaje que le debilita en su objetivo de ensanchar su base electoral con voto socialista de las últimas generales y que hoy podría buscar refugio en una opción moderada y que le ofrezca «tranquilidad» y «gestión». Así lo recogen los informes demoscópicos sobre los que construyen su táctica electoral".
Culebrón Borràs. Eso ya no es un tiro en el pie sino una ametrallamiento cada vez más peligroso y descontrolado. Tambores de escisión, mal rollo a raudales y honda preocupación en el entorno del viejo patriarca del catalanismo contemporáneo. "Pujol intenta preservar su legado convergente", titula Crónica Global en lo alto de la web. "El expresidente catalán ha compartido su preocupación con otros dirigentes como Artur Mas, Xavier Trias y Jaume Giró sobre la deriva de Junts per Catalunya", se añade en el sumario. La historia es de María Jesús Cañizares: “Preocupación por el legado convergente”. Fuentes cercanas a Jordi Pujol aseguran que el expresidente ha mantenido contactos con otros dirigentes con los que “comparte una visión política” para analizar la deriva de Junts per Catalunya (JxCat). Entre ellos Artur Mas, Xavier Trias y Jaume Giró. Pujol sigue siendo un referente para un amplio sector posconvergente que sigue sintiéndose huérfano desde que las siglas de CDC pasaron a la historia para convertirse en PDECat y JxCat".
Continúa la pieza: "La ruptura de esta última formación con ERC y su consiguiente salida del Govern ha coincidido con la enfermedad del expresidente quien, no obstante, está al corriente de esos acontecimientos. Se ha visualizado el choque entre el sector más radical de Junts, liderado por Laura Borràs, y el que apuesta por pasar página del convulso procés. Partidos escindidos de CDC, formaciones de nueva creación y movimientos incipientes se disputan el legado de Pujol. Incluso ERC y su giro pragmático es interpretado como un asalto a ese espacio convergente. (...) Artur Mas, cuyos allegados aseguran que ya se encuentra “en retirada”, ha participado en esas conversaciones con Pujol, su padre político, así como con Trias y Giró, la gran apuesta de la old Convergència para acceder a la alcaldía de Barcelona y a la presidencia de la Generalitat, respectivamente".
"El 'affaire Dalmases' desata una guerra civil en Junts contra Laura Borràs", señala El Confidencial sobre una información de Marcos Lamelas que principia de este modo: "JxCAT ha entrado en un clima de guerra civil. En lugar de zanjarse la crisis con la dimisión de Francesc de Dalmases como vicepresidente de la formación, ahora hay una amenaza real de que el caso llegue al Parlament, en concreto a la Comisión del Estatuto del Diputado. Al menos dos diputadas acusan a De Dalmases de autoritarismo y malos modos. Y ERC y la CUP han olido la sangre. El caso Dalmases se ha convertido en un arma contra Laura Borràs, presidenta de Junts y líder del sector octubrista".
Líneas después añade Lamelas que "de manera oficial, el secretario general, Jordi Turull, sigue callado. Pero entre bambalinas está impulsando que Francesc de Dalmases dimita también como diputado. Mientras, Laura Borràs se opone a que exconselleras como Lourdes Ciuró (Justicia) o Victòria Alsina (Exteriores) entren en la ejecutiva del partido. La dirigente está en minoría en la cúpula de JxCAT y lo estaría más con las nuevas incorporaciones".
La Vanguardia cambia de tercio en su portada. En vez de sedición o el caso Borràs, apuesta por una noticia de calado social. "Cada hora mueren cinco personas esperando la ayuda por dependencia" es el impactante titular. Escribe Celeste López: "La Comissió de Drets Socials del Parlament de Catalunya recibió ayer una lluvia de datos sobre la situación de dependencia en Catalunya. Y todos ellos mostraban un panorama desolador: Catalunya es la comunidad con la lista de espera más larga de toda España de personas dependientes que, pese a tener reconocido el derecho a tener una asistencia, no la reciben: 71.017 personas, un 28,2% del total de dependientes, más del doble que la media española que se sitúa en el 12,7%. La peor cifra, sin duda, es la de aquellos que tienen reconocido un derecho del que no llegarán a disfrutar: cada 40 minutos muere un dependiente catalán en lista de espera, 21 al día, 7.827 al año (datos del 2021). Si a este grupo sumamos los ciudadanos que están pendientes de ser valorados (25.293), las cifras son aún más duras: el año pasado murieron casi 3.000 personas a la espera de una valoración que les abriría la puerta a la esperanza de tener un servicio de ayuda".
Sigue López: "En el conjunto de España, 193.346 personas están en el limbo de la dependencia (personas valoradas con algún grado y pendientes de recibir la prestación o servicio al que tienen derecho), a las que hay que sumar las 124.596 solicitantes que están pendientes de ser valoradas. Un total de 46.300 personas fallecieron sin recibir esa ayuda, esto supone 126 al día, algo más de 5 personas cada hora. Así lo explicó el presidente de la Asociación Directores y Gerentes de Servicios Sociales, José Manuel Ramírez, ante los diputados catalanes, a quienes instó a trabajar para sacar al sistema de dependencia catalán de una situación crítica y agónica. Porque, a su juicio, no es de recibo que se tarde 398 días (un año y un mes) en conseguir que una persona dependiente consiga la acreditación de la misma y reciba la correspondiente prestación".
Deportes. El Barcelona, eliminado de la Champions tras una intrascendente pero dura derrota contra el Bayern de Munich en el Camp Nou. El Atlético de Madrid y el Sevilla también están fuera. Juegan la Europa League, que es como la vieja Copa de (ciudades en) Ferias.
27 de octubre, santoral: Bartolomé de Bregantia, Cristeta de Talavera, Frumencio de Etiopía, Namancio de Arvernia, Oterano de Iona, Sabina de Talavera, Trásea de Esmirna, Vicente de Talavera y Gaudioso de Nápoles.