Liz Truss ha aguantado menos que la lechuga que el Daily Star puso en una web para ver quién se pochaba antes, si la ya exprimera ministra británica o la pieza de "lactuca sativa" adornada con una peluca. Perdió el vegetal, que mantenía restos de clorofila mientras la señora Truss enfilaba la puerta de salida. "La dama de barro", la ha bautizado el Abc. Tan sólo ha durado 45 días, gracias en buena parte a que su mandato coincidió con el velatorio interminable de la reina de Inglaterra, Isabel II, quien se fue de este mundo a las pocas horas de recibir las credenciales de la entonces flamante Liz.
El desastre y el ridículo son de tal envergadura que copan portadas y aperturas. La dirigente conservadora británica expresa la derrota política con toda crudeza. Nunca nadie había durado tan poco al frente de los designios de la pérfida Albion, que a la desaparición de Isabel II suma el sindiós del partido conservador. Nada ha salido bien tras el Brexit, para regocijo de los burócratas bruselenses. La Unión Europea es un circo de tres pistas, pero fuera se está peor. Es la moraleja inglesa.
En las islas británicas suceden cosas que no pasan ni siquiera en Italia, Grecia o España. Y eso es decir mucho. Vuelve el show de Benny Hill. Desancladas del continente, sus turbulencias no tienen un impacto mínimamente comparable si todo esto sucediera con los políticos anglos en las dependencias europeas.
Los mercados y la libra reaccionaron con alivio y satisfacción al anuncio de la renuncia, toda vez que las políticas planteadas por la ya exprimera ministra eran un desatino que se podría resumir más o menos así: robar a los pobres para dárselo a los ricos. ¿Qué podía salir mal, verdad?
En La Vanguardia aplican la plantilla Mossos d'Esquadra para subtitular que los tories van a elegir la próxima semana al quinto primer ministro en seis años. Poca broma. La crónica en el decano condal es de Rafael Ramos, quien escribe: "El psicólogo norteamericano Leon Festinger se infiltró en una secta de Minnesota para estudiar cómo reaccionaban sus integrantes cuando no se cumpliera su firme creencia de que los extraterrestres llegarían el 21 de diciembre para llevárselos en sus platillos volantes a un planeta lejano. En vez de reconocer que estaban equivocados, atribuyeron el suceso a un “error de calendario” y se volvieron aún más fanáticos".
Continúa Ramos: "Los tories británicos son un poco como los miembros de esa secta. Para intentar demostrar que el Brexit fue una gran idea, desde el 2016 se han vuelto más y más radicales en su proselitismo ultraliberal. Pasaron del conservadurismo compasivo (aunque en realidad no lo fue ni mucho menos tanto, e impuso una brutal austeridad) de David Cameron y Theresa May, al autoritarismo populista y reaccionario de Johnson (con guiños sociales en lo económico), y al neoliberalismo radical de Liz Truss, sin encontrar nunca el Santo Grial. Al contrario, el país está más decrépito, con la mayor desigualdad en Europa después de Bulgaria, menos inversión extranjera, un déficit de cuenta corriente que es el 8% del PIB y una disminución del 16% en las exportaciones a la UE".
Pero la gracieta de la lechuga no es nada en comparación con el último gag de la política británica, el posible regreso de BoJo, el amigo Boris, que estando de vacaciones en la República Dominicana partió de inmediato hacia Inglaterra. Las leyes de Murphy son inexorables. "Boris Johnson planea su vuelta a Downing Street como el único candidato capaz de evitar la debacle electoral de los 'tories'", señala El Mundo. La pieza es de Carlos Fresneda: "Boris Johnson ha iniciado ya su campaña para volver a Downing Street tras la dimisión de Liz Truss y está buscando el apoyo de los diputados 'tories' asegurando que él es el único candidato que puede evitar que el Partido Conservador sea barrido en unas elecciones por el Partido Laborista, a más de 30 puntos de ventaja en los últimos sondeos. Según revela The Daily Telegraph, Johnson planea incluso un acercamiento a su ex secretario del Tesoro Rishi Sunak para "volver juntos" en una hipotética candidatura unitaria".
La señora Penny Mordaunt es otra de las posibles candidatas reincidentes.
Mientras tanto y en el continente, el eje Lisboa-Madrid-París ha resuelto que en vez de acabar el MidCat van a hacer el BarMar, un tubo submarino para transportar gas e hidrógeno "verde" entre Barcelona y Marsella. Y atención: A Aragonès le parece bien. Debe ser la primera vez que la Generalitat no pone objeciones de entrada a algo planteado por "Madrit".
"Sánchez, Macron y Costa pactan un corredor de energía verde entre Barcelona y Marsella en vez del MidCat", apunta El País. La nota es de Carlos E. Cué y Silvia Ayuso: "España, Francia y Portugal han decidido enterrar el proyecto de gasoducto MidCat por los Pirineos, al que París se oponía férreamente por motivos estratégicos pero también de resistencia ecologista, y a cambio han pactado promover una alternativa “más ecológica” que irá por mar entre Barcelona y Marsella y que ya se ha apodado BarMar. El nuevo proyecto, un “corredor de energía verde” de más de 360 kilómetros bajo el mar pensado sobre todo para llevar hidrógeno verde, la energía del futuro según los expertos, y solo de forma muy residual gas, ha sido acordado en la reunión celebrada en Bruselas este jueves entre el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, el francés, Emmanuel Macron, y el primer ministro portugués, António Costa".
Sigue la pieza líneas después: "En la delegación española lo tienen claro: era esto o nada. Porque Macron no iba a ceder con el MidCat. Así que el Gobierno ha buscado una alternativa --el BarMar es una propuesta española, insisten fuentes del Ejecutivo-- y ahora incluso dice que es mejor que el gasoducto, aunque es probable que tarde más en llevarse a efecto y no facilita la idea de que España pueda aprovechar su capacidad de regasificación --el 30% del total europeo-- para repartir su gas sobrante a países que lo necesitan como Alemania, que era el gran argumento político de Sánchez y el que hizo que lograra el apoyo entusiasta al MidCat del canciller alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz. España y Portugal trabajarán ahora para que este nuevo proyecto, cuyo coste aún no se conoce, pueda ser financiado con dinero europeo".
La Generalitat ya no es una apestada en Bruselas. Los prebostes de mayor graduación de la UE se avienen a recibir a los representantes de la administración autonómica de Cataluña. Ayer mismo, por ejemplo, el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, fue recibido por el comisario de Justicia, Didier Reynders, que le riñó suavemente por el incumplimiento de la sentencia del 25%. Así lo cuenta Nacho Alarcón en El Confidencial: "El comisario de Justicia, Didier Reynders, ha recordado al presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, la necesidad de cumplir con la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña que obliga a que el 25% de las clases sean en castellano. Ha sido durante una visita del líder catalán a la Comisión Europea, la primera vez que las puertas del Ejecutivo comunitario se abren para un president desde que Artur Mas en 2015. Su visita a la institución marca una normalización de las relaciones entre la Generalitat y Bruselas que se vieron rotas por completo tras el órdago independentista de 2017".
Y: ""El comisario Reynders también destacó la importancia de aplicar las sentencias del Tribunal y el presidente Aragonés explicó las cuestiones relacionadas con el uso de las lenguas en las escuelas de Cataluña. Actualmente se encuentra pendiente una cuestión de constitucionalidad ante el Tribunal Constitucional español", ha señalado un portavoz del equipo de Reynders. Aragonès ha defendido que la ley no está siendo incumplida por parte de la Generalitat".
En plena negociación de los Presupuestos Generales del Estado, ERC se hace de rogar. Rufián amaga con una enmienda a la totalidad cada vez que ve una cámara, pero en el PSOE están tranquilos. Tan tranquilos que descartan la reforma del delito de sedición para sacar adelante las cuentas, según cuenta Juanma Romero en El Independiente: "Los Presupuestos Generales del Estado para 2023 alcanzan este viernes su primera meta volante en el Congreso. Los grupos tienen hasta las 14 horas para registrar sus enmiendas de totalidad, y la mayoría de ellos guardan sus cartas hasta el final. También, y sobre todo, los socios. ERC, PNV y EH Bildu apuran los tiempos y mantienen los contactos con el Ejecutivo. El aliado de mayor peso simbólico y numérico, ERC (13 escaños), tiene la llave maestra, pero ya sabe que el Gobierno no accederá a una de sus peticiones: negociar la reforma de la sedición en paralelo a la tramitación de las cuentas del año próximo. Solo está dispuesto a estudiar el desbloqueo de «leyes en tramitación, como la de vivienda o la de seguridad ciudadana, pero no a mezclar una materia de debate de la mesa de diálogo con el Govern con la discusión de los PGE. Desde ERC señalaban a última hora de este jueves que se mantenían «lejanos» al Ejecutivo, aunque mantenían el hilo de comunicación".
21 de octubre, santoral: Madre Laura de Santa Catalina de Siena, Úrsula y compañeras mártires, Bertoldo de Parma, Cilina de Laon, Hilarión anacoreta, Juan Thwing de Bridlington, Malco monje, Mauronto de Marsella, Pedro Yu Tae-ch'l, Severino de Burdeos, Vendelino de Tréveris y Viator de Lyon.