El tiempo atmosférico ha dejado de ser el tema de las amables conversaciones de ascensor para convertirse en la pesadilla de la que se ocupan los medios en términos catastróficos. Se suceden las alertas sobre las altas temperaturas, la sequía y los incendios. Y a mayor abundamiento, las restricciones energéticas y el racionamiento del agua que se avizoran a corto plazo. Afloran los campanarios ocultos bajo las aguas de los pantanos, ahora secos. Como todas las desgracias, son un atractivo turístico. Hay un mercado en el sector relativo a los efectos del fin del mundo, como ya se vio en el volcán de La Palma.
También se registran nuevas enfermedades del alma, como la ecoansiedad, la ecodepresión y el ecoestrés, sobre todo entre los jóvenes que no han conocido los idealizados veranos de rebequita por la tarde, cuando los tomates maduraban en la mata y no en las cámaras frigoríficas de las empresas distribuidoras. Sostienen que la culpa es del capitalismo salvaje y propugnan el decrecimiento mientras los países pobres se aferran a las energías fósiles para crecer y salir de la miseria. Lo mismo hacen en China y en la India.
El asunto es de tal calado que según El País marcará la agenda política española. Del texto de Manuel Planelles y Natalia Junquera en el antedicho diario: "El clima extremo ha estallado en la agenda política española. Los ásperos informes científicos que llevan años alertando de la emergencia se han hecho palpables este verano que va camino de convertirse en el más cálido desde que existen mediciones fiables, a principios de siglo XX. Noches tórridas, grifos secos, cultivos exhaustos, miles de hectáreas calcinadas por el fuego... Con las elecciones municipales a la vuelta de la esquina y las autonómicas a la vista en muchas comunidades, los partidos deben reaccionar. Se verá entonces quién se toma en serio la lucha contra el cambio climático, cuya urgencia sienten los jóvenes con mayor angustia".
Y: "Las ciudades serán clave y los partidos lo tienen presente. El PSOE ya maneja un borrador de programa que apuesta por la rehabilitación de edificios y más espacios verdes. Podemos arrancará en septiembre su trabajo con similares premisas y Sumar centró en la crisis climática su primer acto sectorial. El PP, que integra distintas sensibilidades, pide un pacto nacional del agua. Y Vox roza el negacionismo y habla de fanatismo climático".
En La Vanguardia reparan en las dudas de la población respecto a los cambios que vienen, muchos de ellos relacionados con un estilo de vida que había hecho del clima un factor secundario. "¿Podré ducharme con agua caliente este invierno?" es la pregunta que lanza el referido periódico. Escribe Antonio Cerrillo: "¿Podré ducharme con agua caliente este invierno?, ¿debo cerrar el termostato del aire acondicionado en pleno verano? Son preguntas que responden a la preocupación por el consumo de energía en un contexto de elevación de precios y guerra en Ucrania. Son también elementos de reflexión que se suman a la ecoansiedad social, la angustia que nace de la percepción de los efectos de la crisis climática (olas de calor, sequías, clima extremo...) y otros desastres ecológicos, fenómenos vinculados a los impactos de la energía fósil sobre el planeta. ¿Pero qué hay detrás de esto, un cambio de valores?, ¿las restricciones en el uso de la energía son un ataque a la libertad?"
Sigue Cerrillo: "Los expertos estiman que las generaciones más jóvenes son las que perciben un mayor grado de ecoansiedad ante problemas como la crisis climática, la merma de recursos energéticos o materiales, o de la riqueza natural. “La angustia y la impotencia surge porque la mayor parte de la ciudadanía desconoce o no es consciente de las causas estructurales de la actual crisis o los criterios elegidos para salir de ella”, dice la antropóloga Yayo Herrero. Al malestar contribuyen la falta de soluciones y la impotencia producida. (...) Fernando Valladares, ecólogo e investigador del CSIC, distingue grados (desde el ecoestrés a la ecodepresión...) y define la ecoansiedad como un punto de inflexión de las emociones en que arrecia la sensación de “falta de salidas y limitaciones por todos los lados”. Sin embargo, ve aspectos positivos en el ecoenfado (como palanca que “puede activar la movilización, y ayudar a afrontar los problemas y cambiar políticas”), aunque alerta de que “la ecoansiedad genera bloqueos, no es buena”".
En medio de ese contexto de "ecoalteraciones" sin límite, El Confidencial advierte a sus lectores de que "España, Grecia y los bálticos lideran el 'Índice de la Miseria' en la zona euro". Tal índice surge de la combinación de paro e inflación. El texto es de Iago Eguileta: "España nunca ha salido bien parada en este indicador, debido a su histórico diferencial con sus países comparables, tanto en empleo como en precios, pero ahora, con la situación económica de la pospandemia y de la guerra de Ucrania, con la inflación rozando los dos dígitos, la situación se agrava aún más: junto con las repúblicas bálticas --especialmente machacadas por el conflicto bélico-- y la disfuncional economía griega, España lidera el indicador en la zona euro, a mucha distancia de países que deberían ser los comparables, como Alemania, Francia o Italia".
Sigue la nota: "El índice fue creado por el economista Arthur Okun en el contexto de la primera gran crisis del petróleo de 1973, que provocó una rápida espiral inflacionista y la reducción en la actividad económica de los países industriales de Occidente. El economista americano asumía, sumando para su índice las tasas de inflación y de desempleo, que una mayor puntuación en ambos (y, por tanto, en el 'índice de Miseria') implicaría costes económicos y sociales para un país. Incluso si ampliamos el foco a los 38 estados que actualmente conforman la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), España ostenta el sexto lugar, con 23,4 puntos; tan solo por debajo de Turquía y su inflación desmedida (89,9 puntos), de las Repúblicas Bálticas (las tres en torno a 28 puntos) y de Grecia (23,9). En el otro extremo, Japón se encuentra en el puesto más bajo de entre todos los miembros de la organización, con tan solo 5 puntos".
Política. Se acaban las vacaciones para los dirigentes. "El zafarrancho del Gobierno contra Feijóo divide al PSOE: 'No soluciona nuestro problema de credibilidad'", titula El Mundo sobre una pieza de Lucía Méndez que arranca así: "La reunión del Consejo de Ministros y el pleno del Congreso ponen fin esta semana al agosto político. Tres semanas de vacaciones, relativas en el caso del Gobierno, pues si bien el presidente Sánchez sólo ha salido una vez de la casa de descanso en Lanzarote, ministros, ministras y nuevos dirigentes del PSOE han multiplicado su presencia pública con el objetivo de amargar la luna de miel de Alberto Núñez Feijóo con los sondeos. Y no lo han hecho de cualquier manera. Lo han hecho a lo grande, disparando dialéctica de grueso calibre contra el líder del PP, que en los seis meses que lleva en el cargo ha desplazado al PSOE del primer puesto en intención de voto en las encuestas".
Sigue líneas después: "La ministra Diana Morant, que hasta la fecha sólo había hablado de cuestiones de Ciencia, ha comparado a Feijóo con Trump calificándolo como «anti sistema». La vicepresidenta Nadia Calviño le ha acusado de «extremista» sin escrúpulos por no pactar al CGPJ. La ministra y portavoz del partido, Pilar Alegría, ha estrenado su nuevo cargo como ariete del partido contra Feijóo sin faltar un sólo día a la cita. Por tuit, mar y aire. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, ha hecho público el acuerdo de la dirección de Casado con el Gobierno sobre la ley del CGPJ para hacerle un roto a la credibilidad del líder del PP".
Y: "Hay división de opiniones en el PSOE sobre esta estrategia. Satisfacción en Moncloa y dudas en los círculos más lejanos de la cúpula socialista. Los colaboradores de Pedro Sánchez señalan que los cambios del mes de julio en la dirección del partido tenían como finalidad acabar con una cierta galbana política y pasar a la ofensiva. «Ya era hora de que los ministros hablaran de política, además de las cuestiones propias de sus carteras. Éste es un Gobierno comprometido con dar soluciones eficaces a los problemas de los españoles, y con un perfil político firme y alienado con el partido. Feijóo no es lo que dice ser, ni serio, ni riguroso, ni moderado, y hay que desenmascararlo»".
En Cataluña, la agenda está marcada por los preparativos independentistas para la próxima Diada. Hay muchas dudas sobre la capacidad movilizadora de la Assemblea Nacional Catalana (ANC), según apunta Sara González en Nació Digital: ""No serà una Diada fàcil". "Desmotivació". "Desencís". "No passem pel millor moment". El repertori d'expressions formen part de la diagnosi que a hores d'ara fan els partits independentistes quan falten tres setmanes per a la Diada, marcada en la darrera dècada per manifestacions massives. Sense estratègia compartida, a expenses encara de si afectarà al Govern la suspensió de Laura Borràs com a presidenta del Parlament i amb unes distància creixent entre institucions i la base social del moviment, ERC, Junts i la CUP admeten que els toca encarar un 11 de setembre difícil. Una situació que consideren que s'ha de revertir si es busca que aquesta Diada serveixi com a prèvia d'un cinquè aniversari de l'1-O on es recuperi la musculatura reivindicativa".
Inasequible al desaliento, la presidenta de la ANC, Dolors Feliu comenta en en ese medio que "enguany esperen assolir xifres d'assistència "similars a les de l'any passat" i es declara "optimista". Tant la venda de samarretes com la previsió d'assistència assegura que està anant a "bon ritme". El leitmotiv de la manifestació, que aquesta vegada anirà del Paral·lel fins a l'estació de França, és tornar a exhibir un "clam unitari" per la independència. "Si els partits no s'hi posen, s'hi haurà de posar la gent", afirma Feliu. Però aquest any, ja sense restriccions per la Covid, el temor dels partits és que el curs polític, amb la Diada com a termòmetre, arrenqui desangelat i sense una treva per les discrepàncies i els conflictes interns irresolts".
Por la parte pintoresca de la actualidad, destaca que el politólogo Cotarelo asegura que la familia de Pere Aragonès tiene una nave alquilada que se ha convertido en una plantación de marihuana. Tal cual. Este es el tuit que reproduce el e-notícies: "La izquierda catalana está representada por un alevín de una familia franquista con negocios en paraísos fiscales acogida a la amnistía del ladrón Montoro y con una nave alquilada en la que se cultiva marihuana. Pero él no tiene por qué dar explicaciones".
21 de agosto, santoral: Pío X papa, Agatónico y compañeros, Basa y sus tres hijos, Bonoso de Antioquía, Ciriaca de Roma, Cuadrado de Útica, Euprepio de Verona, José Dang Dinh Viên, Luxorio de Cerdeña, Maximiano de Antioquía, Privado gábalo y Sidonio Apolinar.