Horas después de haber firmado un acuerdo para facilitar la salida del cereal ucraniano, Putin ordenó un ataque contra el puerto de Odesa, lugar desde donde parte el grano hacia sus destinos finales. Es lo que tiene Vladímir Vladimirovich, el imitador más logrado del villano Joker. Unos días antes, cuando la UE presentó su plan para ahorrar gas ante el temor más que fundado de que Rusia cerrara el grifo, el líder ruso decidió reabrir el tubo. Es el sentido del humor de Putin, que se ríe de los líderes europeos por débiles o por demócratas, lo que para él es lo mismo.
A pesar de todo, hay una buena noticia, una suerte de leve reducción del precio de los alimentos básicos, que según apunta El Confidencial, comienza a bajar. Pero ojo, porque de la misma manera que el citado diario detecta un cierto cambio de tendencia también avisa de que los precios "continuarán muy sensibles a las noticias diarias sobre el desarrollo de los cultivos, las condiciones climáticas, los cambios políticos y, por supuesto, el devenir de la guerra".
El texto es de Carlos Sánchez y arranca así: "Algo comienza a moverse en el mercado mundial de los alimentos básicos. Y esta vez en la buena dirección. Los precios del cereal y del maíz, alimentos esenciales para buena parte del planeta, han comenzado a bajar. Hay razones estacionales vinculadas a las mayores disponibilidades de trigo en el hemisferio norte, además de mayor oferta de maíz en el hemisferio sur, pero hay señales de que el alza en vertical se ha detenido. También el índice de materias primas S&P Dow Jones, elaborado a partir de algunas 'commodities' fundamentales, como el cobre, el petróleo, el trigo, la soja y el ganado, refleja una significativa caída que ha devuelto los precios a niveles de antes de la invasión rusa (24 de febrero)".
De modo que se cumplen cinco meses de la guerra en Ucrania y el propósito de Rusia ya no es anexionarse el Donbás, sino todo el país. Sin embargo, el foco de la actualidad se ha desplazado igual que ocurrió con la guerra de los Balcanes, hace ya treinta años. Y dicho foco se ha posado sobre las inclemencias climáticas. Dice El País que esto no es nada, que "lo que viene es peor".
La predicción se funda en los datos expuestos en un reportaje que viene con las firmas de Clemente Álvarez, Yolanda Clemente y José A. Álvarez: "Hace más de 30 años que los científicos llevan avisando del aumento del impacto de las olas de calor por el cambio climático. La reciente pesadilla veraniega vivida en los últimos días en distintos países europeos ha dejado en España un balance de 1.055 muertes estimadas, decenas de miles de hectáreas calcinadas por incendios forestales, cortes de carreteras y líneas férreas, un descarrilamiento, pérdidas en agricultura… Sin embargo, lo más preocupante no es que este episodio de temperaturas extremas confirme de nuevo las advertencias sobre el calentamiento del planeta, sino que lo que viene es todavía peor, esto es solo el principio, pues las emisiones que causan el cambio climático siguen aumentando en la atmósfera y múltiples señales apuntan a serias dificultades en el camino político de la lucha contra el cambio climático".
Continúa la pieza: "El calor se ensaña en una Europa en la que, por la crisis energética desatada tras la invasión rusa de Ucrania, varios países han decidido recurrir al carbón (el peor combustible para el clima) como elemento de estabilización. Al otro lado del Atlántico, el mes de julio ha propinado graves golpes a los planes verdes de la Administración de Joe Biden, primero en forma de una sentencia del Tribunal Supremo que ha limitado de forma abrupta la capacidad de acción del Ejecutivo en esa materia, y después con la resistencia a la acción legislativa por parte de un senador demócrata indispensable para asegurar la mayoría. China, otro gran emisor, sigue emitiendo señales de apego al carbón. El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, calificó esta semana como “suicidio colectivo” la falta de acción para evitar que el planeta siga calentándose más".
A la política no le afecta la canícula. Ayer se celebró un sustantivo comité federal del PSOE que abre la portada de El Mundo. "Sánchez se topa con el escepticismo en el PSOE: 'La situación es complicada, los resultados no cumplen con las expectativas'", titula el periódico de Unedisa sobre una crónica de Raúl Piña, quien escribe: "«Hace mucho calor». Quizás fue la queja más abrupta que se escuchó este sábado en la sala Ramón Rubial durante la celebración del Comité Federal del PSOE. «Todo muy bien», «Todo estupendo», «Bien bien, todo bien»... Repetían a la salida los asistentes al cónclave. Estas citas no son lo que eran, recuerdan los veteranos, en parte porque Pedro Sánchez ha confeccionado un partido a su medida, donde la crítica es más que reducida. Un comité convocado para ratificar los cambios en la cúpula y el organigrama socialistas, que sitúan a María Jesús Montero, ministra de Hacienda, como número dos socialista, y a Pilar Alegría y Patxi López como portavoces del partido".
Sigue la nota: "El encuentro sorprendió por varios flancos. Primero, porque Sánchez, en su intervención de una hora, apenas dedicó cinco minutos a la crisis interna del PSOE, centrándose en la ecología y la crisis energética y despachando rápido su agradecimiento a Adriana Lastra, otrora persona de su máxima confianza y ya ex vicesecretaria general. Segundo, porque hubo ausencias destacadas como las de los barones Ximo Puig, Javier Lambán o Juan Espadas. Tercero, porque Andalucía, que fue el detonante de esta crisis que sacude el PSOE y que trata de encauzar Sánchez, está borrado del imaginario colectivo de los socialistas. Lo describió así Juan Lobato, líder madrileño: el PSOE «dedica poco tiempo a lamerse las derrotas electorales». Lo cierto es que las últimas derrotas electorales preocupan y ocupan, sobre todo a los barones. «El balance de los resultados no se corresponde con las expectativas», reconocía uno de ellos. Hubo 19 peticiones de turno de palabra en la reunión, donde, además de bendecir los cambios de Sánchez, hubo voces que admitieron que la «situación es compleja». El propio líder admitió que el camino es «difícil y complejo»".
La contraparte, el PP, se frota las manos. "Génova empieza a creer en la mayoría: «Sánchez está en caída libre»", apunta un titular de La Razón para una crónica de Carmen Morodo: "El PP inició este curso político con Vox pisándole los talones en las encuestas. Y lo concluye con una mayoría en Andalucía que ha permitido a Juan Manuel Moreno ser investido de nuevo presidente de la Junta sin necesitar apoyos externos y con el CIS colocándole por delante del PSOE. Los cambios que está haciendo el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en su partido están sirviendo de acicate para que en las filas populares se dispare la euforia respecto a sus expectativas en las elecciones generales".
Y: "El líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, tiene en su haber cuatro mayorías absolutas como presidente de la Xunta, y ya hay quien en su entorno empieza a usar el juego de palabras de que «la quinta se la dio Moreno». «A día de hoy no se ve. Pero Sánchez está en caída libre. Los cambios no le servirán para nada, están vacíos de contenido político y sólo reflejan su estado de desesperación. El éxito en Andalucía acerca a Feijóo a su quinta», comentan en el grupo de asesores del equipo de Feijóo. Tan venidos arriba están que los cambios orgánicos en el PSOE, ratificados ayer por el Comité Federal, no se han leído en el comité de estrategia del PP como una amenaza para los intereses de Feijóo. «Los entrenadores, cuando pierden, también hacen cambios locos al final del partido. Y el problema de Pedro Sánchez es que viene una crisis económica de dimensiones estratosféricas», sentencian".
Calor y nostalgia. Se cumplen treinta años de los Juegos Olímpicos de Barcelona, aquel 92 en lo que todo parecía posible y todo salió inopinadamente bien. La Vanguardia celebra la efeméride y sirve a sus lectores un reportaje de Ramon Suñé que se funda en una comparativa entre la Barcelona efervescente y la de hoy: "Barcelona’92 es una referencia lejana, ni tan solo un recuerdo para buena parte de su población residente. Cerca de un 30% de los barceloneses no habían nacido cuando la ciudad celebraba su puesta de largo internacional, y otros muchos miles, procedentes de más de 200 países, ni siquiera sospechaban por aquellas fechas que algún día inaugurarían aquí una nueva etapa de sus vidas. En la Barcelona que se dio a conocer en 1992 vivían muy pocos extranjeros, algo más de 23.000, casi 16 veces menos que en la actualidad. Faltaban todavía unos cuantos años para que la primera gran oleada migratoria extracomunitaria de finales del siglo XX y comienzos del XXI rompiera en esta playa mediterránea".Continúa la comparativa: "En la Barcelona preolímpica, raras eran las discusiones sobre la masificación turística. Sobraban sórdidas pensiones y faltaban buenos hoteles. Y aún gracias que tres años antes de los Juegos, en uno de aquellos pactos tan genuinamente barceloneses, con el apoyo del PP, que compensó la oposición de Iniciativa per Catalunya, el alcalde Maragall pudo sacar adelante un plan de recalificaciones que hizo posible disponer de algunos establecimientos acordes con la categoría de la nueva ciudad que empezaba a construirse. Con todo, la oferta hotelera durante las dos semanas de competición olímpica era del todo insuficiente y obligó a buscar soluciones imaginativas para paliar aquel déficit –una quincena de grandes barcos a modo de alojamientos flotantes en el puerto– que hoy desquiciarían a más de una autoridad local. Una jugada, además, que sería el precedente del muy posterior boom crucerista de Barcelona, hoy también cuestionado desde la alcaldía (hace 30 años el turismo de cruceros era una actividad poco más que testimonial en esta ciudad). Inmigración y turismo son los dos fenómenos que, en la década posterior, empujaron a la Barcelona que emergió del 92 por la senda de la globalidad".
Más efemérides. El Periódico recuerda que se cumplen quince años del gran apagón, el suceso que sumió a la Barcelona postolímpica en el caos. "Hubo cortes en el metro, el 70% de los semáforos quedaron fuera de servicio y cientos de abonados se quedaron hasta cuatro días sin luz", recuerda el citado medio. De la nota destacan un par de párrafos: "Dos informes técnicos oficiales, uno elaborado a petición de la Generalitat y otro encargado por el Ministerio de Industria a la Comisión Nacional de la Energía, fueron concluyentes: las dos compañías (Endesa y Red Eléctrica Española) eran responsables de un incidente calificado como grave, y que se podría haber evitado si se hubiera realizado un mantenimiento adecuado de las instalaciones. Tras conocerse el resultado de los informes, la Generalitat abrió un expediente sancionador para las dos empresas, y reclamó 11 millones a REE y 10 a Endesa, un tercio del máximo que fija la ley".
Y las últimas y concluyentes líneas: "El dinero para la reforma de los tendidos salió de los bolsillos de los ciudadanos. En octubre del 2007, el entonces ministro de Industria, Joan Clos, indicó que su ministerio aumentaría la inversión en REE un 50%, pasando de 600 a 900 millones, "esfuerzo que se pagará con cargo a la tarifa", admitió".
Sostiene la Agencia Estatal de Meteorología que hay un cincuenta por ciento de posibilidades de que el miércoles y el viernes llueva en Barcelona, pero las temperaturas mínimas siguen instaladas en los 25 grados, una tortura nocturna. Las máximas, por encima de los 30 y agravadas por la humedad.
24 de julio, santoral: Cristina, Niceta, Boris, Victor, Estercacio, Antinógenes, Menelao, Capitón y Ángeles.