Las purgas en los partidos son el nuevo circo romano, un espectáculo no apto para estómagos delicados. Ruedan las cabezas, se pelea a machetazo limpio, nadie está a salvo en la arena de la política española. Tras el insuperable (o no) espectáculo de la caída de Pablo Casado y el auge de Alberto Núñez Feijóo, la batalla se libra ahora en la izquierda. Pedro Sánchez, líder del PSOE, culmina hoy lo que en algunos medios denominan fusión de la Moncloa con el partido, una interpretación que incide en la asunción de poderes por parte del presidente del Gobierno. Pero lo que parecía destinado a ser el plato fuerte de la sesión de leones contra cristianos ha quedado un punto opacado por las movidas en la izquierda más allá de la izquierda. No todos los días se asiste a un asesinato político en el comité central.
El secretario general del Partido Comunista de España (PCE), que aún existe, Enrique Santiago, es la última víctima de Pablo Iglesias, quien dice que dejó la política tras caer con estrépito en las elecciones de Díaz Ayuso, pero nadie le cree. De hecho, no hay más que ver su frenética actividad, fruto de las indisimuladas ganas por recuperar el cetro de macho alfa de Podemos. La ejecución de Santiago se ha llevado a cabo con nocturnidad y alevosía, o sea, con la vicepresidenta segunda del Ejecutivo, Yolanda Díaz, de viaje por los Estados Unidos, un destino inopinadamente de moda entre la gente morada. Aprovechando tal circunstancia, Iglesias, a través de la ministra Ione Belarra, desató ayer una removida de manual.
"La destitución del líder del PCE en el Gobierno eleva la tensión en la izquierda", titula El País sobre una crónica de Paula Chouza que arranca así: "Unidas Podemos vuelve a convulsionar. La tensión de los últimos meses a cuenta del liderazgo del proyecto que empieza a construir Yolanda Díaz para las próximas generales ha crecido este viernes con la destitución del Gobierno del líder del PCE, Enrique Santiago. El hasta ahora secretario de Estado para la Agenda 2030 había ido perdiendo la confianza de la ministra de Derechos Sociales y máxima dirigente de Podemos, Ione Belarra, de quien depende este departamento. Las relaciones se rompieron definitivamente tras las negociaciones para la creación de una coalición electoral en Andalucía, cuyo liderazgo recayó en Izquierda Unida gracias a un acuerdo de todos menos Podemos. Santiago, que estuvo implicado en aquellas conversaciones, apoya abiertamente el planteamiento de la vicepresidenta segunda, partidaria de abrir el espacio a otros actores políticos y de la sociedad civil. Fue, de hecho, el único alto cargo del Ejecutivo de coalición que el pasado día 8 acudió al lanzamiento de Sumar, el movimiento que impulsa Díaz. Lilith Verstrynge, secretaria de Organización y número tres del partido, un perfil de la máxima confianza de Belarra, ocupará el lugar de Santiago en el ministerio".
Sigue la pieza: "De viaje oficial en Estados Unidos, la vicepresidenta se enteró de la noticia a primera hora del viernes en Nueva York. En sus declaraciones públicas, la líder de Unidas Podemos en el Ejecutivo ha evitado entrar en disputas y le ha deseado tanto a Santiago como a la ministra “la mejor de las suertes”. “No me van a ver jamás en cuestiones ajenas a mis tareas como vicepresidenta y a mis tareas en este momento de ensanchar la democracia. En el politiqueo no me van a encontrar jamás”, ha despachado la vicepresidenta. En el grupo más próximo a Díaz, sin embargo, la salida del secretario general del PCE ha provocado sorpresa y malestar, así como en la mayor parte de los sectores de Unidas Podemos. Sobre todo porque se produce en un momento en el que la titular de Trabajo busca concitar la unidad y reenganchar a un electorado desconectado de la política, exhausto en buena medida por la fatiga que produce tanta pelea interna. Distintas fuentes han interpretado en las últimas horas la destitución como un nuevo intento de Podemos por desgastar a Díaz y sus aspiraciones electorales, aunque el motivo inmediato de su cese se atribuye al papel de Santiago en la disputa con el partido de Belarra por la candidatura andaluza".
Así es que las elecciones en Andalucía, donde ayer se oficializó el ascenso al trono del popular Juan Manuel Moreno, siguen pasando factura a los autores de otro nuevo fiasco de la izquierda. Santiago ha sido juzgado y condenado por el tribunal popular del podemismo, que encumbra, al tiempo, a Lilith Verstrynge, una joven de 29 años educada en prestigiosas universidades de París y Munich, nada que ver con las trayectorias académicas de gran parte de sus compañeras y compañeros del metal, la sección sindical, no el estilo roquero. Si la joven política militara en cualquier otro partido dirían que es una pija cayetana.
En Vozpópuli no tienen dudas. La mano negra y el nuevo Stalin son la misma persona, Pablo Iglesias Turrión. "Iglesias se venga del PCE, asciende a Verstrynge y marca territorio a Yolanda Díaz", apunta dicho digital. El texto es de Javier Portillo: "El núcleo duro de Podemos consuma su venganza contra el Partido Comunista de España (PCE). Tras la destitución del líder de los comunistas españoles, Enrique Santiago, del cargo de secretario de Estado de Agenda 2030 y su sustitución por la secretaria de Organización de Podemos, Lilith Verstrynge, se esconde una historia de inquina y desconfianza total entre los morados, Izquierda Unida y el propio PCE. Una ruptura total forjada a fuego tras el fiasco andaluz del 19-J, según varias fuentes relevantes del espacio de Unidas Podemos".
Continúa la nota: "Con el desembarco de Verstrynge en el Ministerio de Derechos Sociales, los morados fusionan la formación con la acción gubernamental. Pero también hacen algo más: eliminar del engranaje del poder una pieza de la que no se fían. Como ya hicieron con la ex jefa de gabinete de Irene Montero, destacada dirigente de Izquierda Unida en Andalucía, Amanda Meyer. Este golpe, que deja tocada a Yolanda Díaz por perder a uno de sus fieles en Moncloa, no es menos duro pese a "estar cantado"".
Las puñaladas en la parte menor de la coalición gubernamental han aliviado la presión sobre el PSOE, que hoy celebra un comité federal marcado por la pax sanchista. "Sánchez activa hoy su plan para entregar el PSOE a La Moncloa", sostiene El Mundo. Quien escribe es Raúl Piña: "El Comité Federal del PSOE se reúne hoy para validar los cambios decididos por Pedro Sánchez para acometer el próximo ciclo electoral. Apenas han pasado nueve meses de la estructura que el presidente del Gobierno y secretario general socialista ideó en el marco del 40º congreso federal del PSOE. Pero las disfunciones internas, los «enfrentamientos», el efecto Feijóo y la crisis económica han obligado a Sánchez a rectificar su plan. De voces y perfiles nuevos y frescos a pesos «pesados», «solventes» y «respetados» en la formación. De ahí los nombramientos que hoy se validarán: María Jesús Montero como vicesecretaria general; Pilar Alegría como portavoz del partido; y Patxi López como portavoz en el Congreso".
Y: "Pero, sobre todo, hoy se activa la tutela de La Moncloa sobre Ferraz. A falta de un año para las elecciones municipales y autonómicas, Sánchez trata de recuperar las constantes vitales de un partido que adormece desde que su líder desembarcó en el complejo presidencial y se produjo una descapitalización de Ferraz. Para ello, para evitar disfunciones y tratar de mantener engrasado el canal Gobierno-partido, Sánchez apuesta porque un núcleo de nueve personas, diez con él, de las que forman parte cinco ministros -María Jesús Montero, Pilar Alegría, Félix Bolaños, Isabel Rodríguez y Miquel Iceta-, su jefe de gabinete, Óscar López, el secretario de Organización, Santos Cerdán, y los portavoces de las Cortes, Patxi López y Eva Granados".
En Cataluña prosigue el culebrón de las andanzas y desventuras de Laura Borràs, la gran folklórica del independentismo, santo y seña del empoderamiento de las mujeres cuquis, que es como se chotean en RAC 1 de la presidenta del Parlament, de Junts per Catalunya (JxCat) y de su propio club de fans. "Laura Borràs avisa: no dejará su cargo y sólo delegaría sus funciones de forma temporal", apunta Crónica Global sobre la última intervención de doña Laura. La noticia es que fue entrevista en TVE y no pasó nada, es decir, que el ínclito Francesc de Dalmases no montó ningún pollo al acabar el evento. La información viene con la firma de Ricard López, quien escribe que "Laura Borràs no renunciará a la presidencia del Parlament si acaba siendo suspendida de su cargo por la apertura de juicio oral contra ella por el presunto fraccionamiento de 18 contratos públicos a un amigo cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes. La mandataria de Junts per Catalunya (JxCat) ha advertido este viernes de que no se plantea dimitir y ha dejado entrever que, para cumplir con la obligada suspensión que dicta el Reglamento de la Cámara en estos casos, se limitará a delegar sus funciones de forma temporal. Borràs interpreta que la "suspensión" no implica, según ella, dejar la presidencia: "Yo no dejaré mi cargo, ni mi posición como diputada, ni como presidenta", ha enfatizado en una entrevista al programa Aquí Parlem de RTVE".
Sigue López: ""Suspendido de derechos y deberes no quiere decir dejar el escaño. Dejas de hacer esas funciones, pero eso no quiere decir que las abandones o te hagan dimitir. Durante el periodo de tiempo que se considere que afecta esta suspensión, habrá otro que hará las funciones, pero no se escoge a otro presidente", ha remarcado. Y es que, según ella, si se eligiera a otro presidente "esto no sería una suspensión, sería una retirada de cargos, derechos y deberes"".
Internacional. Buenas noticias para variar. Rusia y Ucrania siguen en guerra, lo que no ha sido impedimento para que firmen un acuerdo que despeja en cierta medida el riesgo de una hambruna monumental. "Rusia y Ucrania firman la paz del trigo y alejan la crisis alimentaria mundial", titula en portada La Vanguardia. O sea que siguen los bombardeos putinescos, pero el grano queda al margen. Es el corresponsal en Moscú del antedicho periódico, Gonzalo Aragonés, quien aborda el expediente: "Una de las más funestas consecuencias del conflicto entre Rusia y Ucrania parece conjurada después de formalizar ayer viernes en Estambul un pacto para desbloquear las exportaciones de cereales desde los puertos ucranianos. Tras el acuerdo, posible gracias a dos meses de mediación de Turquía y la ONU, Ucrania podrá poner en el mercado mundial más de 20 millones de toneladas atascados en sus silos. El entendimiento alcanzado también permite exportar grano y fertilizantes rusos, a pesar de las sanciones económicas de los países occidentales. La falta de cereales procedentes de dos de los principales exportadores del mundo, había advertido Naciones Unidas, puede causar una crisis alimentaria sin precedentes y hambrunas en los países más vulnerables".
No ha sido fácil, según detalla Aragonés: "A pesar de haber logrado este acuerdo, Moscú y Kyiv escenificaron en la antigua Constantinopla sus diferencias. Sus delegaciones rechazaron sentarse en la misma mesa, saludarse y firmar una junto a la otra, así que el pacto se formalizó en dos documentos. Uno lo firmó el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, y su homólogo turco, Hulusi Akar, y como testigo figuró el secretario general de la ONU, António Guterres. El otro lo firmó junto al representante turco el ministro de Infraestructuras de Ucrania, Olexánder Kubrakov. (...) A pesar de estas diferencias, ayer el ambiente era de optimismo. “Traerá alivio a los países en desarrollo al borde de la bancarrota y a las personas más vulnerables al borde de la hambruna. Y ayudará a estabilizar los precios mundiales de los alimentos, que ya estaban en niveles récord antes de la guerra”, aseguró Guterres".
La previsión meteorológica indica que la ola de calor durará por lo menos otra semana.
23 de julio, santoral: Brígida de Suecia, Juan Casiano, Severo de Bizia y Valeriano de Cimiez.