Pegasus. La bola crece y amenaza incluso la continuidad de la legislatura. Este jueves se vota en el Congreso el "Plan Nacional" de Pedro Sánchez para hacer frente a las consecuencias de la inflación y la invasión rusa de Ucrania. ERC ha amenazado con tumbar el real decreto que ahora el Gobierno acepta tramitar como una ley para tratar de obtener el apoyo del PP. El montaje propagandístico de los independentistas a cuenta del supuesto espionaje masivo ha funcionado como un reloj suizo. Apabullante puesta en escena frente a la que el Ejecutivo sólo ha acertado a responder con la táctica de los policías bueno y malo. El bueno es el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, hombre sosegado, tranquilo, cordial y amistoso que promete a los agraviados independentistas llegar hasta el final en el análisis de lo ocurrido. El poli malo es la titular de Defensa, Margarita Robles, cuyo testimonio ayer en el Congreso da alas a quienes creen en la conjura.
Las fuerzas vivas del independentismo se quejaban la semana pasada del escaso impacto en los medios de la historia del programa Pegasus, un dispositivo creado por una empresa israelí que según dicha empresa sólo se proporciona a estados democráticos. La fábula del gran hermano ha acabado por calar tras el episodio de las suculentas conversaciones del futbolista Piqué y el presidente de la federación balompédica, Luis Rubiales con reparto de palos (millones) por celebrar la copa de la recopa en verso en Arabia Saudí o Saudita. Del caso Geri/Rubi ya no se habla.
Margarita Robles aseguró en el Congreso que todos los procedimientos del CNI relativos al independentismo se han llevado a cabo conforme a la ley, con autorización judicial. "Autos judiciales avalan el uso de Pegasus por nexos del separatismo con Rusia y Tsunami Democràtic", titula El Español de apertura. El diario avanza también que Paz Esteban, la directora del CNI, comparecerá la próxima semana en la comisión de secretos oficiales del Congreso. En El Confidencial también se vincula el caso Pegasus a la operativa del "Tsunami", aquella especie de mano negra del independentismo que puso Cataluña del revés para protestar contra la sentencia del Tribunal Supremo. Se llegó a asaltar el aeropuerto de El Prat y a cortar las conexiones viarias con Francia. Todo muy cívico, festivo y pacífico, según la retórica indepe.
"El Gobierno autorizó el espionaje con Pegasus a 18 líderes de Tsunami Democràtic", afirma el citado digital. En el sumario se indica que "Entre los espiados por indicación del Ejecutivo se encuentra el ingeniero que ha liderado la investigación sobre las supuestas escuchas al independentismo catalán". Se trata de Elies Campo Cid, de 39 años, al que tacha en la información de "pieza fundamental por su papel en el diseño de la estructura tecnológica del movimiento". También se señala que "el resultado de las pesquisas, que también contó con la autorización preceptiva del Tribunal Supremo, fue transmitido a Moncloa, según han confirmado a El Confidencial fuentes próximas a la operación".
En El Mundo se califica de "chantaje" la presión de ERC al Gobierno. Aragonès, Rufián y Junqueras reclaman la cabeza de Robles en bandeja. Escriben Marisa Cruz y Víctor Mondelo: "El decreto de medidas para paliar los efectos de la guerra en Ucrania, clave para que el Ejecutivo evite un incendio en la calle azuzado por el alza constante de los precios, pende de un hilo. Y tras él, el resto de iniciativas legislativas del Ejecutivo. Sus socios habituales, aquellos a los que el presidente siempre ha dado un trato preferencial porque así le convenía, son ahora los que forman un frente en su contra y los que le han dado un ultimátum que expirará hoy, justo cuando la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, llame a los diputados a votación".
Y: "El miedo del Gobierno a ver tumbado su decreto es tal que no sólo el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, se apresuró a abrir contactos urgentes con PP y Cs para intentar amarrar la convalidación de la norma por vía alternativa comprometiéndose incluso a tramitarlo como proyecto de ley, sino que el propio Sánchez canceló su viaje a Polonia y Moldavia para tomar cartas en el asunto si fuera necesario. Los compromisos que este domingo adquirió el Gobierno por boca de Bolaños no han sido suficientes para aplacar el ánimo del bloque soberanista --ERC, Bildu, JxCat, PDeCAT, BNG y CUP-- al que, por cierto, también se ha sumado en alguna de sus reclamaciones el socio minoritario del Ejecutivo, Unidas Podemos, deseoso de saldar viejas cuentas con la ministra de Defensa, Margarita Robles, responsable directa del CNI al que se atribuye el espionaje".
En El Diario se califica de "votación de infarto" lo que se dirimirá hoy en el Congreso. Se especula con la posibilidad de que un diputado del PP tipo Alberto Casero salga en auxilio del Gobierno. Feijóo ha dado órdenes de que todo el mundo se persone en el hemiciclo a la hora convenida para recibir la instrucción sobre el sentido del voto.
Las promesas de máxima transparencia del Gobierno no acaban de convencer a los partidos independentistas. Sin embargo, por primera vez en la historia de la democracia, dirigentes de esos partidos como Albert Botran, de la CUP, tendrán asiento en dicha comisión. Así lo cuenta Sara Brull i Ortega en El Nacional: "El bloqueo de la derecha española fracasa: la CUP se sentará, junto con todos los otros grupos parlamentarios con representación en el Congreso, en la comisión de secretos oficiales que se constituirá mañana (por hoy jueves). El Grupo Mixto del Congreso de los Diputados ha escogido este miércoles "por decisión mayoritaria de sus miembros" al diputado cupaire Albert Botran, una de las víctimas del espionaje al independentismo, para representar al grupo en la comisión que investigará la autoría del CatalanGate. El Grupo Mixto lo forman la CUP, Navarra Suma, Coalición Canaria, Nueva Canarias, Foro, PRC y Teruel Existe. Por otra parte, ERC ha propuesto de candidato a Gabriel Rufián, mientras que el Grupo Plural (formado por Junts y el PDeCAT) enviará a Míriam Nogueras, también víctima del espionaje. La presencia de Botran, y también la de la representante de EH Bildu, será posible gracias al cambio aprobado ayer martes por la Mesa de la cámara baja que rebaja las mayorías necesarias para acceder a la comisión, de tres quintas partes a mayoría simple. De esta manera, se esquiva el intento de bloqueo por parte del PP a la presencia de diputados independentistas".
Por si no fuera suficiente con el panorama interno, al Gobierno se le viene encima otro problema de dimensiones mayúsculas. "Argelia amenaza con cortar el gas a España si se lo vende a Marruecos", avisa La Vanguardia. La nota viene con la firma de Lalo Agustina y dice así: "Argelia advirtió este miércoles a España que cualquier desvío del gas exportado “cuyo destino no sea otro que el previsto en el contrato” de suministro supondrá el incumplimiento del mismo, según un comunicado oficial del Ministerio de Energía y Minas del país norteafricano, recogido por la agencia oficial argelina. El ministro de Energía y Minas, Mohamed Arkab, señala en la declaración que fue informado este miércoles “mediante un mensaje electrónico enviado por su homóloga española, Teresa Ribera, de la decisión de España de autorizar la explotación, en flujo inverso, del Gaseoducto Magreb Europa (GME”)".
Sigue el texto: "Este conducto de transporte, que surtía de gas argelino a España y Portugal a través de territorio marroquí, fue cerrado en octubre al vencer el contrato de 25 años, en plenas tensiones entre Argelia y Marruecos, cuyo enfrentamiento se ha acrecentado en los últimos años. Desde entonces, Argelia suministra a España exclusivamente a través de Medgaz, un gasoducto que une directamente a los dos países sin pasar por Marruecos. (...) Argelia es el principal proveedor de gas a España, una energía fundamental en un momento en que la crisis por la invasión rusa de Ucrania ha provocado un shock energético que ha disparado la inflación".
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28 de abril, santoral: Pedro Chanel, Prudencio de Tarazona, Agapio de Cirta, Caralipo mártir, Juana Beretta Molla, Luis María Grignon de Montfort y Pánfilo de Corfinio.