Los medios dan por probado que hay espionaje masivo contra el independentismo y que es obra del Centro Nacional de Inteligencia (CNI). También es un hecho incontestable, al parecer, que el grueso de los jaqueos se produjo entre 2019 y 2020, aunque según la versión de El País, el teléfono móvil de Jordi Sànchez fue espiado en las vísperas de la sedición del 17. El silencio administrativo del Gobierno da alas a la indignación independentista. El desgarramiento de camisas es un espectáculo en el que los líderes del proceso se mueven con enorme soltura y naturalidad. He ahí, por ejemplo, Elisenda Paluzie o la presidenta del Parlament, Laura Borrás, que exigen la dimisión fulminante del mismísimo Pedro Sánchez.
Pere Aragonès se muestra un poco más comedido, aunque arrastrado por la dinámica levantisca del sector "embate" del independentismo. De momento, no aparecen los Comités de Defensa de la República (CDR) montando escenas delante de los cuarteles o los edificios de Hacienda. Tampoco se han encadenado a las puertas de los colegios para bloquear la entrada del castellano contaminante por orden judicial. ¿Se habrán hartado de apretar?
Se ha desatado la obsesión. Todo el mundo recibe spams con enlaces sospechosos y en consecuencia todo el mundo se siente vigilado. Se avecina un cambio generalizado de dispositivos y la caída de servicios como WhatsApp, cuyo sistema de seguridad es mantequilla ante la pericia vírica de Pegasus. Así que hemos pasado del coronavirus al virus espía, una onda con la que el independentismo pretende reflotar el movimiento, agitar a sus bases, recuperar el terreno perdido y volver a la carga de la in-inde-independència. Hay nostalgia por una reposición vintage del Procés.
"La crisis de los espías fuerza a Sánchez a reimpulsar el diálogo en Catalunya", apunta La Vanguardia en páginas interiores. El texto es de Juan Carlos Merino: "“Incrementaremos el diálogo”, resuelven en la Moncloa como fórmula, a su juicio de eficacia ya probada, para intentar recomponer los platos rotos de nuevo en Catalunya, ahora por la crisis de los espías. Falta por concretarse, no obstante, la manera en que Pedro Sánchez moverá ficha y propondrá dar un nuevo impulso a la negociación y la búsqueda de acuerdos con Pere Aragonès. “Lo importante es que seguimos hablando, y eso es bueno. Vamos a perseverar, vamos a intensificar los contactos y la interlocución para poder restablecer la confianza”, explican fuentes de la Moncloa a La Vanguardia".
Sigue Merino: "En el Gobierno contemplan una interlocución directa entre Sánchez y Aragonès, más allá de los mensajes telefónicos cruzados entre ambos a raíz de esta nueva polémica. Aunque hoy no podrá ser, durante la visita que tiene prevista a Madrid el presidente de la Generalitat, precisamente para reunirse con algunos de los políticos presuntamente espiados, debido a la agenda del jefe del Ejecutivo. Y tampoco pudieron verse las caras Sánchez y Aragonès ayer, en la inauguración de la nueva planta de Wallbox en Barcelona. El presidente del Gobierno, que tuvo prevista su asistencia a este acto, la suspendió hace ya días por motivos de agenda, mucho antes en todo caso, según la Moncloa, de que estallara el nuevo escándalo de los espías".
Líneas después se habla incluso de que el Gobierno prevé reactivar la mesa de diálogo. Y al hilo del espionaje supuesto o concreto, la prensa da detalles de personajes sobre los que se hablará en los próximos días y semanas. Por ejemplo y de El Independiente: "El juez que autorizaba la actividad del CNI durante el espionaje al independentismo, próximo a Carmen Calvo". Escribe Carmen Lucas-Torres: "El magistrado responsable del control judicial previo del Centro Nacional de Inteligencia, Pablo Lucas Murillo de la Cueva, es una persona próxima a Carmen Calvo, vicepresidenta del Gobierno en octubre de 2019, cuando el entonces vicepresidente catalán y coordinador nacional de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), Pere Aragonès, así como otros políticos independentistas, fueron espiados con el software Pegasus de la empresa israelí NSO Group, que asegura distribuir este servicio sólo a estados y agencias de seguridad nacional. El magistrado del Tribunal Supremo competente para autorizar las actividades del CNI que afecten a los derechos fundamentales de la inviolabilidad del domicilio y el secreto de las comunicaciones conoce a Calvo desde los 90, cuando formó parte del Tribunal que permitió a la política socialista acceder a una plaza como profesora titular de Derecho Constitucional en la Universidad de Córdoba y años más tarde dirigió con ella la tesis de un alumno".
Y en Nació Digital Pep Martí traza un perfil de la director del CNI: "Qui és Paz Esteban? Nascuda a Madrid el 1958, és llicenciada en Filosofia i Lletres, i especialitzada en història antiga i medieval. Sembla que la seva primera intenció era dedicar-se al món de l'arxivística. Però el que li devia atreure, en el fons, era la informació. Perquè, quan algú proper a la seva família li va proposar entrar al CNI, s'hi va decidir aviat. Des d'aquell moment, ha passat per les diverses àrees de l'entitat: analista en intel·ligència exterior, unitat de planificació, cap de la secció d'estratègia i plans, i cap del gabinet tècnic del director, que era el general Félix Sanz Roldán, responsable del centre durant dos mandats de cinc anys (2009-19)".
Continúa el retrato: "Esteban va ser, per tant, una persona formada entorn de Sanz Roldán, un dels caps més carismàtics que han tingut els serveis d'intel·ligència espanyols. (...) El juny del 2017, va ascendir a secretària general, la número dos del centre. Ho va fer succeint una altra dona, Beatriz Méndez de Vigo, germana petita de l'exministre de Cultura Íñigo Méndez de Vigo. Era la candidata de Sáenz de Santamaría a rellevar Sanz Roldán, però feia temps que volia canviar d'aires i va ser enviada a Pequín. Ella i Paz Esteban van ser de les primeres dones a entrar als serveis secrets, a inicis dels vuitanta, quan es buscava el perfil de dona amb coneixement d'idiomes".
Y de Mata-Hari a Puigdemont, que ayer pidió ayuda psicológica al Estado para las víctimas del espionaje. Fue en el programa de Pablo Iglesias en Público. Lo recoge el e-notícies: "El eurodiputado ha continuado: "la angustia de nuestros familiares, que nada tienen que ver con el ejercicio de la política, expuestos así... ¿Quién nos atiende a nosotros? ¿Hay un servicio o se comportarán como la Iglesia católica con los abusos que se han descubierto y mirarán hacia otro lado?", ha preguntado".
Y si los independentistas desconfían del Estado, el público del balompié tiene aún más motivos para sospechar de la limpieza del negocio al que contribuyen sin voz ni voto. El Confidencial sigue desgranando los audios de las conversaciones entre Piqué y Rubiales, de las que no consta si se obtuvieron a través del programa Pegasus o por procedimientos más directos aún. "Piqué se quejó a Rubiales del VAR antes de enfrentarse al Madrid: 'Era penalti clarísimo'", es el titular del referido digital. "Protestó porque no le habían señalado una pena máxima en el descuento de un partido previo al clásico: 'El VAR tendría que haber avisado al árbitro. Sobre todo si pitas el de Busquets'". ¿Qué importancia tiene esto? Pues que Rubiales es el jefe de los árbitros también dichos colegiados, trencillas o, más a la antigua, referís.
Monarquía. "Regreso inminente del Emérito: ultima un viaje a Barcelona y Sanxenxo", avisa Vozpópuli. El texto es de Jesús Ortega y arranca así: "Zarzuela y Juan Carlos I pactaron el regreso del Emérito para después de Semana Santa y, una vez superada esa fecha, el padre de Felipe VI ultima todos los detalles para un viaje inminente a España. El objetivo del exmonarca es visitar a su amigo Josep Cusí en Barcelona y también desplazarse a Sanxenxo, donde ya le esperan empresarios y compañeros de regatas. Así lo confirman a Vozpópuli fuentes del entorno más cercano al propio Juan Carlos I, que apuntan a este mismo fin de semana para su llegada, si ningún acontecimiento de causa mayor, o la propia presión mediática que se pueda generar a raíz de esta información, lo impiden. El viaje, añaden, está planificado desde hace tiempo y el calendario, además, empuja al Emérito a no posponerlo más: tanto por "motivos de salud" de Josep Cusí como por la competición de vela que empieza este mismo fin de semana en Sanxenxo".
Internacional. El amigo Putin se ha puesto a hacer pruebas con un misil capaz de arrasar la mitad del planeta. Un dialogante el jefe del Kremlin. "Satán 2" se llama la bomba. Del texto de Xavier Colás en El Mundo: "La prueba de misil intercontinental llevada a cabo ayer por Rusia llega en un momento de extrema tensión geopolítica debido a la guerra en Ucrania. Ha estado en desarrollo durante años, por lo que su lanzamiento de prueba no es una sorpresa para Occidente. El Sarmat "no tiene análogos en el mundo y no los tendrá durante mucho tiempo", avisó Putin. "Conocido coloquialmente como 'Satán 2', el misil reemplazará al RS-36M, que fue apodado 'Satán' por la OTAN después de entrar en servicio en la década de 1970. Putin anunció por primera vez en 2018 que Rusia había desarrollado el Sarmat, pero su decisión de probarlo ahora parece tener la intención de enviar un mensaje contundente en medio de la guerra en Ucrania. "Hará que se lo piensen dos veces quienes amenazan a nuestro país con su retórica desenfrenada y veces agresiva", evidenció ayer el presidente ruso, Vladimir Putin, tras el lanzamiento del misil, que puede impactar tanto en EEUU como en cualquier capital europea. Con un alcance de 10.000 kilómetros, según Rusia, y capaz de destruir un área del tamaño de Texas, el Sarmat puede transportar una carga útil de hasta 15 ojivas nucleares".
Ultimas horas de la campaña francesa. "Le Pen vende moderación para acortar distancias con Macron en un tenso debate electoral", apunta El País. Así resumen el lance Marc Bassets y Silvia Ayuso: "El presidente francés Emmanuel Macron dominó el contenido y la dialéctica del debate de este miércoles por la noche ante su rival Marine Le Pen, pero no la dejó fuera de juego como hace cinco años. Le Pen resistió. Ha suavizado su imagen y está más curtida. Aunque es la candidata de la extrema derecha, el presidente renunció a aplicarle el calificativo. Prefirió cuestionar su competencia para gobernar. (...) No hubo ningún momento definitivo durante las 2 horas y 45 minutos de debate, ni errores mayúsculos que vayan a inclinar la balanza. Puede que sea una pequeña victoria para Le Pen, pero seguramente insuficiente: difícilmente cambiará nada en la campaña. Macron es el favorito, según los sondeos. Y, sin embargo, aunque estos acierten y Macron salga reelegido, Le Pen sacará el mejor resultado de la historia para la extrema derecha en Francia".
21 de abril, santoral: Anselmo de Canterbury, Anastasio hegúmeno, Apolonio filósofo, Aristo de Alejandría, Conrado de Parzham Birndorfer, Maelrubo y Romás Adame.