Parte de guerra. Tercera semana de la invasión rusa de Ucrania. El país resiste los ataques. La población está sometida a penalidades añadidas a las bombas, sin agua potable y electricidad. Tras el fracaso de la operación "especial" y relámpago, Putin tortura al pueblo ucraniano con una saña medieval. La pasividad internacional alimenta sus planes bélicos. La Unión Europea se mira el ombligo y decide un tímido rearme. El mundo, dice Macron, ha cambiado. Un lince el presidente francés. En España, el ministro de Exteriores, José Manuel Albares, afirma en El Español que "esperamos que China juegue el papel de garante de la paz mundial". Estados Unidos ya no es el gendarme del planeta. El espacio y los negocios que abandonan las multinacionales de Occidente será cubierto por el gigante asiático.
Los cañonazos retumban en las fronteras de la UE, constata el Abc. El ejército ruso "destruye dos aeródromos militares en Lutsk, cerca de Polonia, y advierte que el oeste de Ucrania está su alcance", apunta el sumario de la crónica de Rafael M. Mañueco, quien añade: "En una táctica que combina la destrucción de objetivos militares y civiles, con la finalidad aparente de vaciar las ciudades e intentar después penetrar en ellas a sangre y fuego, la aviación rusa bombardeó ayer por primera vez la ciudad de Dnipró, hasta ahora a salvo de las bombas, y dos aeródromos en Lutsk e Ivano-Frankivsk, situados ambos muy cerca de países miembros de la OTAN y la UE. El primero junto a Polonia y el segundo en la proximidad de la intersección fronteriza con Eslovaquia, Hungría y Rumanía".
Sigue el texto: "Los ataques aéreos rusos siguieron además ayer asolando Mariúpol, Járkov, Chernígov, Sumy y los alrededores de Kiev, la capital, en torno a la que las tropas rusas estrechan cada vez más el cerco de cara a lanzarse al asalto. Esta intensificación de la actividad bélica del Ejército ruso se produce un día después de que los ministros de Exteriores ruso y ucraniano, Lavrov y Kuleba se reunieran en Antalya (Turquía) sin lograr un solo acuerdo, ni siquiera un alto el fuego transitorio para la evacuación de civiles. Era la primera vez que se veían las caras y el primer encuentro de alto nivel entre Moscú y Kiev en mucho tiempo. Durante la rueda de prensa ofrecida después, Lavrov compareció visiblemente contrariado y hasta se permitió decir que «Rusia no piensa atacar a ningún país, tampoco está atacando ahora a Ucrania». Sin embargo, el presidente ruso, Vladímir Putin, le dijo ayer a su homólogo bielorruso, Alexánder Lukashenko, a quien recibió en Moscú, haber observado «ciertos pasos positivos» tras las conversaciones de Antalya".
Entre tanto y en la plácida Versalles, los mandatarios europeos exploran el retorno a la "era de la Defensa", según el titular de apertura de El Confidencial. La nota viene con las firmas de Nacho Alarcón y Alicia Alamillos: "La cumbre informal de los líderes de la Unión Europea este jueves y viernes en Versalles podría acabar siendo recordada como la que dio el verdadero impulso a una Europa de la Defensa. La imagen de un continente que se despierta de una era de ingenuidad, forzado por la invasión rusa de Ucrania. Esta vuelta a lo que el presidente francés, Emmanuel Macron, calificó como los "momentos trágicos de la historia" ha sido el empujón final para que los Veintisiete se hayan comprometido a "aumentar sustancialmente los gastos de Defensa". Un rearme colectivo europeo como el primer paso hacia una autonomía energética, alimentaria y militar. "Un cambio tectónico en la historia europea", reza la declaración del encuentro".
Ya, un terremoto. Más cañones y menos mantequilla. La reotan de Versalles. Sin embargo, el cónclave europeo tuvo una derivada práctica más importante y urgente. "La UE acepta la idea de desvincular los precios del gas y de la electricidad", informa La Vanguardia. Del texto de Eusebio Val: "La presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, anunció ayer que, antes de que acabe este mes, el Ejecutivo comunitario “presentará opciones para limitar el efecto contagio de la subida de los precios del gas en los precios de la electricidad”. Este es uno de los resultados de la cumbre informal de la UE celebrada en Versalles, a las afueras de París, consagrada a mitigar los efectos de la invasión rusa de Ucrania y a preparar a los Veintisiete ante la nueva realidad geopolítica".
Y: "La aceptación de la idea de desacoplar los precios del gas y de la electricidad, si bien debe aún materializarse en mecanismos y decisiones concretas, supone una importante primera victoria para el presidente español, Pedro Sánchez, que venía insistiendo en el problema y reclamando una solución para frenar el alza desbocada del recibo de la luz, algo políticamente explosivo. Sánchez dijo durante una rueda de prensa que la próxima semana iniciará una gira por varios países europeos para intentar lograr apoyos a su propuesta de reforma del mercado de la energía que permita reducir el precio de la electricidad. Se prevé que la Comisión formule las medidas para ser presentadas en el Consejo Europeo de Bruselas de los días 24 y 25 de este mes"
En el plano nacional, Alberto Núñez Feijóo empieza a imprimir estilo y a la cuestión de Vox replica que "Es mejor perder un Gobierno que ganarlo desde el populismo" para acto seguido mirar hacia otro lado. Lo cuentan en El País Juan Navarro y Ferran Bono: "Veinticuatro horas después del anuncio del primer pacto del PP con la extrema derecha de Vox para formar un gobierno autonómico, el futuro líder popular, Alberto Núñez Feijóo, trató ayer de desmarcarse de ese acuerdo durante un acto en Valencia: “A veces es mejor perder un Gobierno que ganarlo desde el populismo”. El presidente en funciones de Castilla y León y candidato a la reelección del PP, Alfonso Fernández Mañueco, defendió el acuerdo con Vox como un dique a las exigencias de los ultras".
Continúa el texto líneas después: "El PP trata de difuminar el peso del discurso de la extrema derecha en el nuevo Gobierno, asegurando que cuestiones clave como la igualdad, la educación o el trato a los migrantes serán preservadas. El presidente en funciones se mostró sorprendido por las críticas del Partido Popular Europeo a su pacto con Vox y aseguró que lo que ha hecho es lo que el presidente saliente del PP, Pablo Casado, le encomendó tras las elecciones del 13-F: mantener el Gobierno. También ciñó el pacto con Vox a “este momento” y “esta comunidad autónoma”. Según Mañueco, la ley contra la violencia machista que existe en Castilla y León “seguirá existiendo”, a la vez que se elevará a rango de ley el plan contra la “violencia en el ámbito familiar” que ya existía en la Comunidad desde 2019, y que pasará a llamarse “de violencia intrafamiliar”, una expresión usada por Vox".
Quien pensara que habían cesado las convulsiones en el PP estaba en un error. "Indignación en el PP con Pablo Casado: 'Se está ganando que no le aplauda nadie en el congreso'", apunta El Mundo sobre una pieza de Juanma Lamet. Dice así: "Pablo Casado tomó la palabra al final de la reunión del PP Europeo, el jueves, en París, y les anunció que «no se presentaba» al congreso extraordinario de su partido. Acto seguido, reivindicó como principales ejes de su legado haber luchado contra la corrupción y no haber pactado con Vox. Justo el día en que Alfonso Fernández Mañueco sellaba un acuerdo de gobernabilidad en Castilla y León con el partido de Santiago Abascal. El primero que se producía en España. En el PP estas palabras se interpretan como todo un misil a la línea de flotación de Alberto Núñez Feijóo. Y han provocado un enorme enfado entre los dirigentes regionales y los altos cargos nacionales. Se interpretan mayoritariamente como una «zancadilla» al futuro presidente del PP, por cuanto el actual líder de los populares se estaba intentando desligar de un pacto con Vox que se ha producido durante su mandato y tras unas elecciones en las que él jugó un papel notable".
12 de marzo, santoral: Inocencio I papa, Maximiliano de Tebeste, Elpegio, José Zhang Dapeng, Luis Orione, Pablo Aureliano y Teófanes Cronista.