Las partes del Gobierno de coalición velan armas. La situación es delicada. La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, se niega a colaborar con la vicepresidenta primera y ministra de Economía, Nadia Calviño, en la derogación de la reforma laboral que arbitró el anterior Gobierno del PP. Para Díaz es una cuestión de principios. Para Calviño, nada personal, sólo números, la respuesta a un par de encargos, el primero del presidente Sánchez y el segundo, de Bruselas. En el embrollo no ayuda la inhabilitación del ya exdiputado podemita Alberto Rodríguez, que deja el partido y acusa al PSOE de haberle robado el escaño.
La bandera de Podemos es acabar con la reforma laboral. Es su gran promesa y el objetivo prioritario. Díaz fía incluso sus aspiraciones políticas a una maniobra tan compleja como cargarse dicha reforma sin molestar a la Unión Europea ni alterar la recepción de los fondos postpandemia, la morterada de millones para reflotar la economía tras la crisis del coronavirus. También Pedro Sánchez prometió en el último congreso del PSOE que desmontaría la reforma pepera, pero no sólo para satisfacer a los sindicatos sino para arbitrar una reglas laborales que sean fruto de un consenso entre empleadores y empleados.
En El País califican la pugna entre Sánchez-Calviño y Díaz como un "pulso feroz", anuncian una nueva reunión de conciliación, pero advierten que "ni Pedro Sánchez ni Yolanda Díaz ceden en lo fundamental: quién lidera la negociación". El texto es de Carlos E. Cué y P. Chouza: "La coalición de gobierno busca una salida a la peor crisis que ha sufrido desde que Pablo Iglesias abandonó el Ejecutivo: la que enfrenta a su sucesora y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, con el presidente Pedro Sánchez por quién lidera la negociación de la reforma laboral. Ayer se cruzaron conversaciones para rebajar la tensión y, aunque el pulso es muy fuerte, ambas partes negocian una reunión de pacificación para la próxima semana".
Sigue la nota: "Unidas Podemos considera la reforma laboral un asunto central. Por eso vio como una injerencia que la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, dirigiera las negociaciones. Nadie cede. Sánchez apoya a Calviño. Díaz exige que sea Trabajo el que negocie e informe a los ministerios. “Vamos a derogar la reforma laboral a pesar de todas las resistencias”, dijo ayer la vicepresidenta segunda en el congreso de CC OO. Sánchez prometió hace una semana acabar con la norma".
En La Razón introducen dos factores de peso en la batalla. Por un lado, que la reforma de la reforma era condición sine qua non para el pacto de coalición y el peso de Bruselas. Así, en el diario de Planeta advierten de que "la UE aceptará solo otra reforma laboral que incluya todas sus condiciones" y señalan que "Sánchez no tiene hoy los apoyos para aprobarla". Escribe Carmen Morodo: "El PSOE gobierna porque firmó con Unidas Podemos un acuerdo donde se comprometía a derogar la reforma laboral. Ya entonces la confianza de la parte socialista en poder ejecutar este compromiso era muy limitada por el contexto político y económico, pero sin la rúbrica en el papel no había investidura de Pedro Sánchez. Ahora, con la energía por las nubes, la industria a medio gas, el déficit y la deuda desbocados, subidas de impuestos y las previsiones económicas revisándose a la baja, a la vicepresidenta del Gobierno del ala «morada», Yolanda Díaz, le han entrado las prisas por cumplir el papel firmado en el capítulo laboral".
Continúa el texto: "La bronca política dentro del Gobierno de coalición y del Gobierno con la oposición oculta que a Bruselas le da igual que se derogue la reforma laboral de Mariano Rajoy, siempre y cuando el nuevo modelo laboral cumpla con sus condiciones. Con todas. Y el órdago de Podemos es un aviso de las dificultades que encontrará Sánchez entre sus socios para aprobar con ellos, en el Congreso de los Diputados, lo que le pide Europa para avanzar en la entrega de los fondos de recuperación".
A las crisis entre el PSOE y Podemos cabe sumarle el expediente del exdiputado rasta, condenado por agredir a un policía y que en la pataleta de quedarse sin escaño ha roto el carnet del partido. De El Independiente: "Abandono la militancia partidista y abandono Podemos. Agradezco profundamente estos años que han sido muy intensos de muchísimo aprendizaje y de recibir muchísima leña", ha manifestado Rodríguez a los medios a su llegada al aeropuerto --que ha sido recibido por numerosas personas entre aplausos--. (...) Asimismo, ha cargado contra el PSOE porque, a su juicio, se «plegó» a las presiones del poder judicial y se ha preguntado qué hubiera pasado si en lugar de apellidarse Rodríguez «tuviera un apellido compuesto»: «La sensación que tengo yo y que tienen miles de personas es que esto no hubiera pasado», ha dicho".
Claro, un apellido compuesto. Eso va a ser.
Manifestación a favor de la excarcelación de los presos etarras. Dice El Español que las víctimas de la banda "alteran" la marcha de Bildu y ERC en San Sebastián. Se les ocurrió lanzar octavillas con los nombres de los asesinados y plantarse frente a la cabecera de la marcha con sus propias pancartas en las que negaban la condición de presos políticos a los reos terroristas y les llamaban asesinos. Del texto de El Español: "El presidente de ERC, Oriol Junqueras, y el coordinador general de EH Bildu, Arnaldo Otegi, han aparecido juntos en una instantánea al comienzo de la manifestación -que arrancó a las 17:00 horas de este sábado-, acompañados por otros dirigentes Unidas Podemos, EH Bildu, PNV, PDeCat y ERC, entre ellos, Dolors Bassa, Carme Forcadell, Raül Romeva y Josep Rull, condenados por su participación en el procés catalán. El Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite) ha irrumpido en la manifestación para denunciar que los etarras a los que hoy se pretende defender en San Sebastián no son "ni presos políticos, ni gudaris", son "asesinos". Covite ha lanzado a la cabecera de la marcha panfletos en los que se leían nombres de víctimas de la banda. Entonces, los participantes en la marcha les han gritado: "cobardes", "Zuek faxistak zarete terroristak (Vosotros, fascistas, sois los terroristas", y "Alde hemendik (fuera de aquí)"".
En no pocos medios subrayan el abrazo del hombre de paz, Otegi, con el hombre indultado, Junqueras, gran ideólogo del amor cristiano.
Cambio de tercio. En El Confidencial reparan en la degradación de Barcelona y dan al asunto honores de tema principal. Sostienen en dicho digital que "la economía de la capital catalana cambia a partir de 2017. Sufre más las crisis y además le cuesta más salir de ellas en comparación con otras ciudades españolas. Colau lo desmiente". El texto es de Javier G. Jorrín y Marcos Lamelas y arranca así: "La evolución económica de Barcelona se ha visto claramente influida por las decisiones políticas, de modo que en los indicadores se observan dos periodos muy diferentes desde la salida de la última crisis financiera. La provincia de Barcelona fue una de las que lideró la recuperación económica a partir del año 2013 impulsada por el turismo y la industria, sin embargo, todo cambia a partir de la segunda mitad del año 2017, fecha que coincide con la aprobación de la Ley del referéndum de autodeterminación y la de transitoriedad por parte del Parlament de la Generalitat. Así, los datos macro avalan a las voces empresariales que alertan sobre el estancamiento y la debilidad de la economía de la capital catalana en general y barcelonesa en particular".
También cuentan en otra pieza de Lamelas que "las empresas se fueron de Cataluña en 2017 y en su mayoría no han vuelto. Más de 1.600 sociedades cambiaron de sede por la crisis política soberanista, entre ellas la Fundación Bancaria "la Caixa", Criteria, CaixaBank, Banco Sabadell, Abertis, Naturgy, Colonial, Catalana Occidente y Cellnex. Lo más granado del Ibex. De las grandes solo Grifols aguantó en Barcelona y también Fluidra, que más tarde entró en el Ibex 35. El regreso ha estado en diversas agendas, pero no ha podido concretarse. Ha pasado como con los millones de euros de ahorro que salieron de Cataluña vía cuentas espejo: la mayoría no han regresado. La marcha de sedes siempre ha sido puesta como el gran catalizador de la decadencia de Barcelona como centro de decisión económica, acelerada por el 'procés', pero que ya venía de antes".
En la nota se explica que Aragonès, en su etapa como vicepresidente y consejero de Economía, trató de convencer a Fainé del regreso de al menos la Fundación Bancaria La Caixa. También dan cuenta de un curioso intento del presidente de la patronal Foment del Treball, Josep Sánchez Llibre: "Según fuentes de la patronal, estuvo trabajando de manera discreta en un acuerdo por el que significadas empresas volvían a cambio de una propuesta de resolución del Parlament votada por la mayoría y en la que se renunciaba a la vía unilateral. Esta operación tampoco ha fructificado, porque si bien el Parlament es mucho más moderado presidido por Laura Borràs que en manos de Carme Forcadell, la radicalidad se ha mantenido en los discursos, que no en los hechos. Esta moderación en la práctica no se ha visto reflejada en el relato político que ha seguido muy en contra, por ejemplo, de las grandes empresas españolas. No tenía sentido para una mayoría parlamentaria respaldada por la CUP hacer grandes peroratas desde la tribuna contra el Ibex 35 y luego pactar para que trajesen de vuelta sus sedes sociales y centros de decisión a Barcelona".
Viene a colación aquello de Artur Mas en 2015 cuando dijo en un mitin que los bancos se pelearían por instalarse en la Cataluña independiente. Sí, sí, cuando aquella coalición del Junts pel Sí. En ese mismo acto, Romeva y Forcadell dijeron que si se iban los bancos, mejor, que eran unos usureros. Y entonces emergió ese brazo de mar que es Mas diciendo "¿pensais que se marcharán de aquí? Claro que no se irán. Claro que se quedarán porque Cataluña representa el 20% del mercado español". Un profeta el antecesor de Puigdemont.
Desde su mandato "ningún presidente de la Generalitat ha sido recibido por un comisario europeo" cuenta el e-notícies, que añade que "dada la situación, Aragonès ha optado por recuperar relación con otras autonomías que estaban paradas desde hacía unos años, como es el caso del gobierno balear, con el que no se encontraban desde 2016".
24 de octubre, santoral: Antonio Maria Claret, Aretas y compañeros, Eversgislo de Tongres, Fromundo de Coutances, José Baldo, José Le Dang Thi, Maglorio de Dol, Martín de Vertou, Proclo de Constantinopla y Senoco de Tours.