La pax socialista. El 40º Congreso Federal del PSOE ha restañado las heridas entre sus feroces facciones. El mismo partido que despachó a Sánchez y cambió la cerradura de su despacho se postra ante el líder que se sobrepuso a la maldición de los barones, conquistó la Moncloa y ejerce el poder sin remilgos. Los dirigentes socialistas han terminado por aceptar que Sánchez es quien tiene más instinto y más colmillo, que es el más frío, hábil y cerebral de entre todos ellos, el más apto para asentar al PSOE en el Gobierno, la garantía más segura para no volver a la oposición, donde los socialistas sufren más que el PP y no se hallan.
Así es que en loor de multitud y con la bendición de los viejos druidas, Sánchez sale del 40º Congreso hecho un brazo de mar, un torbellino, un ciclón. Los medios subrayan la unidad del PSOE, hecho ciertamente inédito en los últimos años, y que Félix Bolaños es el nuevo Señor Lobo de esa especie de superestructura formada por el consorcio Moncloa-Ferraz. En El Confidencial dicen que "Sánchez consuma un giro del PSOE al centro alineado con los barones y Felipe González" y que "El sanchismo da un paso atrás para coger impulso electoral desde la moderación cuando todas las encuestas, incluida el CIS, reflejan un acercamiento de los populares a Moncloa". Según ese enfoque no serían los barones quienes han acabado por aceptar que Sánchez les gana en resistencia, resiliencia y velocidad sino Sánchez quien habría conectado con el alma hispánica del socialismo castellano-manchego. Sostienen tal tesis Ivan Gil y Fernando H. Valls, cuya pieza arranca así: "De la 'nación de naciones' a la 'España multinivel'; de los reproches de Felipe González por la deriva del proyecto socialista a recibir su bendición; de las fricciones con los barones por sus pactos de investidura y de Presupuestos con los soberanistas a la reconciliación en 'un solo PSOE'; y, en definitiva, del lema del 39 congreso de 'Somos la Izquierda' al 'Avanzamos' del 40. Pedro Sánchez ha consumado la 'unidad' y la integración interna en el cónclave de los socialistas, pero también un giro hacia la moderación mirando al 'futuro'. Un futuro, concepto repetido en la mayoría de intervenciones, que no es otro que el ciclo electoral de 2023, con las municipales y autonómicas, primero, y las generales después. El 'Sánchez 3.0', como definía esta nueva etapa un dirigente territorial, necesita a los barones y estos a Sánchez. Sintonizar Ferraz con Moncloa y aunar fuerzas para conservar el poder territorial y, con este impulso, el Gobierno central".
Después de glosar el papel de González y su discurso a favor del 78, la crónica continúa en estos términos: "En la primera jornada del congreso ya fue significativo el acogimiento de la vicepresidenta primera, Nadia Calviño, sin carné del PSOE y representante del ala más ortodoxa en lo económico del Consejo de Ministros. Enfrentada a las posiciones más transformadoras que representa la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, la también ministra de Economía sacó pecho del éxito de los ERTE, arrebatando una de las banderas de Unidas Podemos, y opacó en el inicio del cónclave al resto de ministros económicos. La remodelación del Gobierno, con el refuerzo de Calviño y la vuelta a Moncloa del PSOE presanchista, con Óscar López al frente, ya visibilizó un reseteo de la legislatura para recuperar posiciones más moderadas".
En cuanto a Bolaños, Vozpópuli titula que "Sánchez concentra en Félix Bolaños el poder del PSOE y La Moncloa". La pieza viene con la firma de Jorge Sáinz y dice así: "El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha concentrado en Félix Bolaños el poder del PSOE y La Moncloa. Bolaños entra en la nueva comisión ejecutiva del partido y será el enlace entre el PSOE y La Moncloa ante el ciclo electoral que se avecina. 'Súperbolaños', como le ha llamado el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, se convierte así en el nuevo hombre fuerte de Sánchez. Bolaños dirigirá una secretaría de Reforma Constitucional y Nuevos Derechos. Otros cinco ministros acompañarán a Bolaños en la nueva ejecutiva nombrada por Sánchez este domingo en el marco del 40 congreso federal del PSOE. Se trata de la ministra de Política Territorial y portavoz, Isabel Rodríguez; la ministra de Educación, Pilar Alegría; la ministra de Ciencia, Diana Morant; la ministra de Sanidad, Carolina Darias. Alegría, Rodríguez y Montero entrarán como vocales. Mientras que Morant asumirá el área de Ciencia y Darias, de Sanidad y Consumo".
Más política. Comparece en la portada de La Razón el número dos del PP, Teodoro García Egea, que deja para la historia del domingo este titular: "Es posible pactar el CGPJ siempre que se acepten las condiciones del PP". Ya ves tú qué fácil, oyes.
Decían en El Confidencial que sus encuestas e incluso las del CIS predicen un acercamiento de Casado a La Moncloa. Y el Abc solaza hoy a sus lectores con un sondeo en el que "El PP supera al PSOE por 3,4 puntos y suma mayoría absoluta con Vox". Y dice más la cosa: "Los populares rozan el 30 por ciento en estimación de voto, nueve puntos más que en las generales de 2019, y los socialistas y Unidas Podemos perderían 28 escaños entre los dos respecto a las últimas elecciones". Estos son los datos:
PP, 125; PSOE, 103; Vox, 51; UP, 24, Cs, 2; ERC, 13; Más País, 3; Junts, 8; PNV, 7; Bildu, 5; CUP, 3; CC, 2; BNG, 2; PRC, 1, Teruel E., 1.
Así es que Casado sería presidente si se celebraran hoy las elecciones, pero las elecciones no se van a celebrar hoy, sino de aquí dos años y unos meses.
Política catalana. Anoche reapareció la flexible, moderada, dialogante y amable Marta Rovira en TV3 y dejó esta perla: "Ens aixecarem de la taula de negociació si no s'accepta l'amnistia i l'autodeterminació". También dijo, según recoge Bernat Surroca en Nació Digital que en ERC "no podran entrar en negociacions de pressupostos si no hi ha avenços en la taula de diàleg". Del texto del referido medio: "De fet, ha admès que un dels reptes serà haver-se d'aixecar d'aquesta taula. 'Ens estem preparant per si ho hem de fer', ha apuntat, i ha avançat que s'estan buscant aliances internacionals en aquest sentit. Rovira ha relativitzat el fet que el govern espanyol es negui a permetre un referèndum a dia d'avui, així com que la repressió continuï activa malgrat que s'hagi 'parat' la taula de diàleg. 'Aquí no ha acabat res: demano tranquil·litat. La repressió no l'arreglaran els indults ni els indults anticipats', ha afirmat".
Rovira también habló (un decir) de su papelón en octubre de 2017: "Va pressionar Rovira a Puigdemont l'any 2017 per proclamar la independència? La dirigent independentista ha evitat 'quedar-se' a la tardor de fa quatre anys i ha dit que 's'han escrit coses contradictòries'. 'Sé perfectament què vaig demanar: vaig demanar ser fidels al mandat democràtic i ser honestos, i explicar a la gent què podíem fer', ha dit, i ha 'assumit la part de responsabilitat' corresponent perquè no es va estar a l'alçada. 'Escriure determinades veritats farien mal a l'independentisme perquè restarien', ha afegit. Rovira, en tot cas, ha dit que ara l'independentisme 'no està preparat per tornar-ho a fer'".
Algunos medios subrayan el décimo aniversario del fin del terrorismo etarra. En El Confidencial, José Antonio Zarzalejos entrevista a Teo Uriarte quien declara que "la narrativa después de ETA la está imponiendo ETA". Tal vez a eso se deba que en La Vanguardia se aborde el tema con este cintillo: "Una década sin lucha armada". Tremenda lucha la de los tiros en la nuca y los coches bomba. En El País atribuyen el mérito a Zapatero, quien dice que "Los contactos indirectos con ETA tras la T4 fueron la clave de su final". La glosa es de Luis R. Aizpiolea: "Zapatero asegura que el final del terrorismo fue resultado de la conjunción de dos factores, el debate interno en el mundo abertzale y la determinación de su Gobierno de persistir en el diálogo. Pero la decisión clave del proceso fue mantener la interlocución permanente con los facilitadores/mediadores internacionales, el centro suizo Henri Dunant —que tenía hilo directo con ETA— , incluso cuando los terroristas rompieron el diálogo con la bomba en la T4 de Barajas, que asesinó a dos inmigrantes ecuatorianos. Zapatero supo enseguida que el atentado generó una reacción contraria en la izquierda independentista, liderada por Arnaldo Otegi. El principio del fin del terrorismo fue el diálogo entre el presidente de los socialistas vascos, Jesús Eguiguren, y el propio Otegi, cuenta Zapatero. Eguiguren le informó de que mantenía contactos informales con Otegi, quien pretendía que Gobierno y ETA abrieran un diálogo. En ese momento, la banda estaba debilitada, llevaba un año sin matar y en la izquierda independentista crecían los críticos con la violencia".
Sigue Aizpiolea: "Zapatero eligió a Alfredo Pérez Rubalcaba como director del proceso por su 'inteligencia y capacidad táctica'. El Gobierno había recibido una carta de ETA, con diez puntos, pidiendo la apertura de un proceso de diálogo. 'Siempre tuve la convicción de que sin diálogo no habría final del terrorismo. ETA tenía arraigo social, por eso había sobrevivido tantos años. Había que ganar la batalla de opinión a favor de la paz y el diálogo. Lo habían intentado Felipe González y José María Aznar y no lo lograron. Pero habían aumentado los críticos con la violencia. Estaba convencido de que la corriente crítica seguía creciendo porque era incomprensible el terrorismo. Por eso arriesgué y persistí', señala Zapatero".
17 de octubre, santoral: Ignacio de Antioquía, Dulcidio de Agen, Florencio de Orange, Gilberto de Toulouse, Isidoro Gagelin, Juan eremita de Licópolis, Oseas profeta y Ricardo Gwyn.