La prensa del día se divide entre los medios que destacan que el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, se sentó en la mesa del Rey durante la cena inaugural del Mobile World Congress y los que subrayan que Aragonès le dio plantón a Felipe VI en el saludo oficial de las autoridades al monarca. Es la historia del vaso medio vacío o medio lleno aplicada a las relaciones institucionales. En Madrid, las contorsiones de Aragonès para estar y no estar, para desairar y actuar educadamente se consideran una afrenta mientras que en Barcelona se aprecia el notable cambio de desempeño de Aragonès, más si se compara con las performances disruptivas de Torra.
En El Mundo, por ejemplo, la información alusiva viene con este titular: "La 'concordia' de Pedro Sánchez no evita un nuevo desplante independentista al Rey Felipe VI". Escriben Iñaki Ellakuría y Gerard Melgar: "El Rey Felipe VI ha tenido la posibilidad de comprobar en persona, este domingo en Barcelona, que la normalidad institucional, a pesar de la nueva etapa de "concordia" que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, espera que llegue con los indultos, está muy lejos de conseguirse en Cataluña. La hostilidad de las autoridades catalanas para con su persona y la institución que representa persiste intacta y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, se ha ausentado de la recepción oficial de autoridades al Monarca en la cena de inauguración del Mobile World Congress. En la que ha sido la primera presencia del Monarca en Cataluña con los líderes del golpe al orden constitucional de 2017 en libertad, ningún miembro de la Generalitat ha estado en el saludo a Felipe VI en el acto de inicio de la feria de telefonía más importante del mundo, pero sí lo ha hecho, a diferencia de la edición de 2018, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau".
Sigue la nota: "El Rey y el dirigente independentista se saludaron brevemente y de manera informal en la entrada de la cena, donde pese al desplante inicial de Aragonès -que se ha quedado durante el saludo oficial detrás de una columna y hablando con sus asesores- compartieron mesa presidencial con Sánchez, Colau, el presidente de Fira de Barcelona, Pau Relat, y el director general de GSMA [patronal organizadora del Mobile], Mats Granryd. Como ya sucedió hace dos semanas en la inauguración de las jornadas del Círculo de Economía en Barcelona, el presidente de la Generalitat quiso mostrar de nuevo y públicamente su malestar por la presencia en Cataluña del Jefe del Estado. Un desplante institucional que ha tratado de ocultar en su discurso Sánchez, al celebrar que la presencia del Rey junto a los miembros del Gobierno, la Generalitat y el Ayuntamiento «simboliza una unión por el bien de todos los ciudadanos que servimos y representamos en lo que más les preocupa, la recuperación económica»".
La versión de La Vanguardia corresponde a Mariángel Alcázar y tiene poco que ver: ""Barcelona, ciudad mediterránea y cosmopolita, es el auténtico motor de Cataluña”. Lo dijo el Rey, anoche y en catalán, en su discurso en la cena inaugural del Mobile World Congress (MWC) en la que, por primera vez, se sentaron juntos, en la misma mesa, el jefe del Estado, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la Generalitat, Pere Aragonès. Un acto en el que, a pesar de que el president persistió en su decisión de no recibir formalmente al Rey, sí se escenificó el inicio de una etapa de distensión entre las autoridades del Estado y los representantes de las instituciones catalanas".
Continúa el texto: "Fue el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el encargado de poner como ejemplo del camino a seguir la presencia conjunta en la cita de los representantes del Estado, el Gobierno y la Generalitat. Según Sánchez la reunión simbolizaba “una unión por el bien superior de todos, que es el de los ciudadanos a los que representamos y servimos”. Sánchez remató la idea diciendo que la unidad es “el camino fértil para levantar un país lleno de oportunidades, solidario, sobre todo, con los que más han sufrido la pandemia”. La de anoche fue la primera ocasión en la que un presidente del Gobierno asistía a la cena inaugural del MWC y hoy acompañará al Rey en el recorrido inaugural por las instalaciones. Ayer el presidente del Gobierno no se separó del Rey desde que, con una diferencia de minutos, ambos llegaron a las inmediaciones del pabellón número 7, antes conocido como el de Victoria Eugenia (bisabuela del rey Felipe). Les recibieron el director general de GSMA, Mats Granryd, y el presidente de Fira, Pau Relat. Fue la manera de rebajar el plante del president Aragonès, del vicepresidente Jordi Puigneró, y del conseller de Empresa i Treball que ya habían anunciado que no pensaban recibir al Rey en la puerta".
Los indultos ya tiene reflejo demoscópico. La Razón sirve a sus lectores una encuesta que indica que el PSOE pierde 1,1 puntos y tres escaños mientras que el PP crece 0,4 puntos y dos escaños. Ahí van los datos: PP, 129/131 (30,4%); PSOE, 97/99 (24,7%); Vox, 49/51 (15,1%); UP, 19/21 (9%); ERC, 13 (3,3%); JxCat 9 (2,4%); PNV, 7 (1,7%), Cs 1 (2,6%).
En El Español otro sondeo abunda en la puntuación de los líderes con estos titulares: "Sánchez, el menos malo: único líder que supera el 3 de valoración pese a la caída en votos del PSOE" y "El presidente se mantiene en el nivel de popularidad más bajo desde que llegó a la Moncloa".
Hay indicios de que ERC quiere pasar página del proceso, lo que no es incompatible con proponer la independencia y trabajar por ella. En El Confidencial subrayan que Aragonès ha llamado a las puertas de la Comisión Europea para recuperar el peso que en su día, con CiU, tuvo Cataluña. El texto es de Nacho Alarcón y arranca así: "La apuesta de la Generalitat de Cataluña por volver a una cierta normalidad institucional no se limita a su relación con el Gobierno central. El president Pere Aragonès se ha dejado caer ya por Bruselas, aprovechando la peregrinación debida a Waterloo, a las afueras de la capital comunitaria, donde vive Carles Puigdemont. Pero Aragonès, según explican a El Confidencial fuentes de la Generalitat, quiere que se le abran otras puertas, no las de la llamada “Casa de la República”: quiere que se abran las compuertas del poder de las instituciones europeas".
Párrafos después, Alarcón apunta que "la Generalitat sabe que ya no puede aspirar a la interlocución que un día tuvo. Ni habrá reuniones con Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, ni ellos la esperan por el momento. Saben que el precio a pagar si quieren que las puertas del Ejecutivo comunitario se les vuelvan a abrir, al menos a nivel de comisarios, requiere que abandonen el intento de que el Ejecutivo comunitario se alinee con ellos en un pulso contra el Estado. Por eso Aragonès tiene previsto aumentar su presencia en Bruselas, pero con una agenda distinta, centrada en otros aspectos de gestión real, especialmente en el ámbito económico. Porque ese abandono de la capital comunitaria tiene un precio. El espacio que ha abandonado la Generalitat, con una enorme oficina frente al Servicio Europeo de Acción Exterior (SEAE) que ahora dirige Borrell, y solamente a unos cientos de metros de la sede de la Comisión Europea, lo ha ocupado el Gobierno vasco, con su discreta y pequeña oficina en Bruselas".
Más Cataluña. Recibimiento oficial a los ex reclusos indultados en el Palau de la Generalitat con gran boato y retransmisión en directo por TV3. Será a las cuatro de la tarde, dos horas antes de los octavos de final de la Eurocopa entre España y Croacia. Y mañana cumbre en Moncloa entre Pedro Sánchez y Pere Aragonès aliñada con el desfile ante el Tribunal de Cuentas de los representantes legales de una cuarentena de exconsejeros y altos cargos de los gobiernos de Artur Mas y Carles Puigdemont. Del órgano fiscalizador habla El País en su portada. "El PP bloquea la renovación del Tribunal de Cuentas" es el titular de un texto de Javier Casqueiro en el que se apunta que los conservadores no quieren perder ahora la mayoría que les ha permitido estar al mando de la institución los últimos 24 años. Así comienza la crónica: "El PP rechaza renovar ahora el Tribunal de Cuentas, el órgano que fiscaliza la gestión de fondos públicos por parte de las administraciones y cuyos consejeros terminan su mandato de nueve años el próximo 17 de julio. La negativa del PP, cuyos votos son imprescindibles para la renovación, provoca otro bloqueo en un órgano institucional clave, como ocurre ya en el Tribunal Constitucional y en el Consejo General del Poder Judicial. El Tribunal de Cuentas afrontará en los próximos días el trámite final de la causa abierta a 40 excargos del Govern para que devuelvan 5,4 millones que destinaron a la promoción del proyecto independentista en el extranjero entre 2011 y 2017. Los populares argumentan que la concesión de los indultos a los independentistas catalanes hace inviable cualquier negociación para renovar el Tribunal de Cuentas. La presidenta de este órgano requirió en abril al Congreso para que iniciara los trámites de la renovación y no ha obtenido respuesta. Mientras tanto, el independentismo catalán presiona al Gobierno para que cambie el sistema de elección en el órgano fiscalizador y así evitar que el PP mantenga el poder en el tribunal que atesora desde hace 24 años".
Sigue la nota: "El jueves pasado, en su último pleno, varios consejeros del Tribunal de Cuentas preguntaron a su presidenta, María José de la Fuente, por la renovación del órgano fiscalizador, cuyo mandato de nueve años concluye el 17 de julio. Y la presidenta reconoció que “no sabía nada”, según fuentes del tribunal. De la Fuente envió en abril un escrito a la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, requiriendo el relevo en tiempo y forma de los 12 consejeros del tribunal, pero no obtuvo respuesta. Batet le planteó el dilema a los grupos, sin éxito".
28 de junio, santoral: Argimiro de Córdoba, Ireneo de Lyon, Heimerado de Hassungen, Pablo I papa, Vicenta Gerosa, Juan Southworth y María Du Zhaozhi.