El independentismo es inasequible al desaliento. El independentismo no se equivoca nunca. El independentismo siempre gana y para el independentismo no hay mal que por bien no venga. Así es que en vez de recibir los indultos no ya con agradecimiento sino con discreción, los principales dirigentes del movimiento han dado en despreciar la medida por un lado y atribuirla a la presión europea por el otro. Junqueras: "El indulto demuestra las debilidades del Estado". Este es el encabezamiento de una pieza de Crónica Global que viene con la firma de Gerard Mateo y dice así: "El presidente de ERC, Oriol Junqueras, ha cambiado por completo su discurso sobre los indultos. Ha pasado del "que se lo metan por donde les quepa" al "son un triunfo, porque demuestra algunas de las debilidades de los aparatos del Estado". Así lo ha declarado en una entrevista en Catalunya Ràdio con motivo de la presentación de su último libro, Contra l'adversitat. Junqueras, condenado a 13 años de prisión por sedición y malversación, ya se muestra totalmente abierto a aceptar el indulto, aunque no lo verbaliza. En su lugar, afirma que él defiende "la amnistía, la autodeterminación, la república y la independencia de Cataluña". "Y, en cualquier caso, si somos más útiles fuera que dentro, es evidente que queremos ser útiles", ha deslizado".
Sigue Mateo: "En esta línea, el líder de ERC considera que el indulto es un movimiento del Estado para "protegerse", porque el proceso judicial que ha vivido "no resistirá" cuando se "confronte" con la justicia europea. "El Estado trata de protegerse, revirtiendo algunas de las medidas abusivas que ha tomado en este periodo", ha incidido".
O sea que un Estado que perdona es un Estado más débil. Eso es exactamente lo que podrían decir Santiago Abascal o Pablo Casado.
Otro que tal baila es Carles Puigdemont, el expresidente prófugo al que en los medios afectos al proceso vuelven a tratar con sumo respeto y consideración. De la nota de Marta Sánchez en El Nacional: "El presidente en el exilio, Carles Puigdemont, ha retado al jefe del Ejecutivo español, Pedro Sánchez, a pronunciarse sobre si respetará su inmunidad como eurodiputado y, así, poder garantizar su retorno a la Catalunya Sud. Concretamente, ha pedido que lo haga en el Liceu de Barcelona, durante el acto de mañana donde Sánchez anunciará la medida de gracia a los presos. Así lo ha expresado en una rueda de prensa delante de la Casa de la República, en Waterloo, acompañado del vicepresidente Jordi Puigneró. Esta se ha producido después de la reunión convocada por el presidente con todos los consellers de su partido en Bélgica. Se trata del primer encuentro que celebra con todos los representantes de Junts desde que tomó posesión el Govern y estaban presentes el conseller d'Economia; Jaume Giró; el de Salut, Josep Maria Argimon; la consellera d'Acció Exterior, Victòria Alsina; la de Justícia, Lourdes Ciuró; la de Recerca i Universitats, Gemma Geis y la de Drets Socials, Violant Cervera".
O sea que tenemos un presidente en el exilio y un país del sur. Y ese presidente le estaría exigiendo a su "homólogo español" que le permita volver porque ahora se ha dado cuenta de que lo mismo la política no es lo mismo con Junqueras en la calle y él en su mansión de Waterloo.
Más sobre el estado de ánimo de los presos. Silvia Angulo e Iñaki Pardo Torregrosa entrevistan a Joaquim Forn en La Vanguardia. El hombre tiene una cuenta pendiente con el arzobispo de Barcelona, Juan José Omella y no se corta un pelo. Agradece el apoyo de los empresarios y de los sindicatos pero tiene reproches para el clero: "Muchos (empresarios) se han manifestado a favor de manera individual y han hecho gestiones. A la cárcel ha venido más de una vez Josep Sánchez-Llibre. También los sindicatos. No puedo decir lo mismo de la iglesia, que se ha manifestado ahora cuando todo el mundo había dicho que sí. Me consta que ha habido propuestas de algunos obispos en determinados momentos para que dieran un paso a favor de los indultos, pero esta unanimidad que hay ahora no se había dado antes. Es un cambio de opinión importante que valoramos y agradecemos, pero no olvidamos comentarios y opiniones que han salido de estas mismas personas".
A Forn le dolió que Omella no fuese a visitarle a la cárcel. En la entrevista también dice eso de "ho tornarem a fer" aunque matiza que lo harán de otro modo y que entre otras cosas el piensa dar un paso atrás. Y por supuesto, también incide en que el indulto no es la solución: "Es un gesto que va acompañado de una segunda fase que espero que sea fructífera, la mesa de negociación. El hecho de sentarse y hablar de lo que cree cada uno --en nuestro caso de amnistía y autodeterminación-- es un primer paso. No se solucionará en un mes o dos y puede ser largo, pero este inicio era necesario. No tengo grandes expectativas, pero tampoco quiero cargármelo antes de empezar. En caso de que no funcione no nos tenemos que precipitar. Si en dos años no es así necesitaremos una respuesta unitaria del independentismo. Actuaremos de forma honesta y creemos que hay una firme voluntad por parte del Gobierno para dialogar".
De todo esto concluye El País que "El independentismo recibe los indultos en tono desafiante". El texto es de Camilo S. Baquero, que escribe entre otras cosas que "todos los indicios señalan que el Consejo de Ministro aprobará mañana los indultos a los líderes independentistas condenados en el juicio al procés. Antes de dar ese paso definitivo en su apuesta para desinflamar el conflicto político en Cataluña, el presidente Pedro Sánchez expondrá hoy en Barcelona su hoja de ruta para la comunidad en el nuevo escenario. El jefe del Gobierno, que la semana pasada recibió el espaldarazo del mundo económico y eclesiástico catalán, afronta ahora la respuesta de la sociedad y de un independentismo desafiante".
Y: "La víspera de la conferencia de Sánchez en el Liceu, titulada Reencuentro: un proyecto de futuro para toda España, se subrayó el tránsito de cierta frialdad inicial en las filas secesionistas hacia la concesión de los indultos a la intención de eliminar cualquier mérito personal del jefe del Gobierno en la operación y achacarla a la presión internacional. El Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo (TEDH) está a punto de comenzar a analizar los recursos de Jordi Turull, Josep Rull y Jordi Cuixart contra la sentencia del Tribunal Supremo que les envió a la cárcel por delitos de sedición y malversación".
En El Confidencial apuntan en torno a los indultos las cuatro redes que ha tejido el Gobierno para evitar que un recurso los pueda tumbar. El texto viene con las firmas de Beatriz Parera y Ángel Alonso Giménez: "El Gobierno apura el último tramo antes de que el Consejo de Ministros apruebe de forma inminente los indultos a los políticos catalanes presos por el procés y trabaja en esta última fase para blindar su argumentación ante los previsibles recursos que presentarán contra ellos los partidos de la oposición. El objetivo es atar la medida de gracia dirigida a Oriol Junqueras y el resto de condenados, de forma que la Sala Tercera del Supremo, la encargada de revisar las impugnaciones en su contra, no encuentre argumentos para desactivarlos. Para ello, el Ejecutivo cuenta con cuatro puntales que complicarán las intenciones del PP y de Vox: la utilidad pública basada en la convivencia en Cataluña, el mantenimiento de las penas de inhabilitación, la individualización de motivos y de condenas de prisión para cada uno de los afectados y la exigencia del cumplimiento futuro de las leyes".
El apoyo a las medidas de gracia del presidente de la CEOE ha generado una notable convulsión en la patronal, según apunta Carlos Segovia en El Mundo. El apoyo a los indultos de la clase empresarial catalana no tiene un correlato en el resto de España. Escribe Segovia que "todo ha ido aparentemente sobre ruedas para Sánchez, pero se ha pasado tanto de frenada cortejando al independentismo en mesas bilaterales, anunciar decretos en el Liceo y calificar de «venganza» las decisiones judiciales, que ha provocado un estallido empresarial que ha desbordado a Garamendi. El presidente de CEOE quería mantener la línea de no pronunciarse sobre los indultos más allá de que es una facultad del Gobierno, pero destacados dirigentes de la patronal y de la empresa de fuera de Cataluña señalan en tromba este diario que están abiertamente en contra. «Estamos hartos», «no todo vale», son algunas de sus frases".
Sigue la pieza: "El presidente de Cepyme, Gerardo Cuerva, interlocutor clave del Gobierno --junto a Garamendi-- en el diálogo social firma un artículo de opinión hoy en El Mundo en el que dice que los empresarios están «hartos» del «cortoplacismo» gubernamental y muestra preocupación porque los delitos no tengan consecuencias. Este vicepresidente de CEOE toma nota de la oposición del Supremo a los indultos y llama a «rechazar cualquier decisión contraria a la norma jurídica, se vista de indulto o de otra cosa, porque la excepción de hoy será la catástrofe de mañana». «Independientemente de que el cariz de esta decisión sea político o conlleve esperanzas de concordia, las acciones del Gobierno deben ampararse en la legalidad»".
Y: "Cuerva no está solo en el empresariado español, sino todo lo contrario. De hecho, la presión del Círculo catalán de Economía sobre Casado ha provocado una reacción contraria en el poder empresarial de otras latitudes. «Si la cuestión de los indultos se sometiera a votación en la junta directiva de CEOE, creo que la mayoría votaría en contra, yo incluido», afirma a este diario otro destacado vicepresidente de CEOE, el presidente de la madrileña CEIM, Miguel Garrido. «Estoy harto de que se pongan en tela de juicio decisiones judiciales y que el Gobierno central se dedique a hablar bilateralmente con una comunidad como Cataluña de temas que nos afectan a todos como la armonización fiscal y los fondos europeos». Otros vicepresidentes de CEOE también son hostiles. El valenciano Salvador Navarro señala a este diario en coincidencia con el andaluz Javier González de Lara que «los indultos dividen y, por tanto, incorporarlos ahora a la agenda política perjudica la estabilidad y la confianza que necesitamos los empresarios»".
Los indultos son un movimiento tectónico en la política española cuyas consecuencias se dejan sentir en la oposición. En La Razón apuntan que el PP ha perdido todos sus referentes y contactos en Cataluña. Es Carmen Morodo quien suscribe la dura pieza sobre el largo invierno del PP en Cataluña: "Pablo Casado se maneja a ciegas en la gestión de la operación del Gobierno de Pedro Sánchez en Cataluña. «Estamos fuera de juego», comentan en la dirección del partido. Desde el PP catalán reconocen que la situación actual es «crítica» porque han perdido prácticamente todas las vías de interlocución en este territorio. El nuevo equipo popular no ha acertado en la estrategia electoral, como así se puso en evidencia en los últimos comicios autonómicos, pero tampoco ha sido capaz de mantener la red de contactos que habían construido durante la etapa de Gobierno del partido. El PP no tiene influencia en el Parlamento catalán ni en la sociedad civil y juega atado de manos ante un Gobierno de Sánchez que tampoco cuenta con ellos para tomar sus decisiones, pese a que afecten a cuestiones de Estado".
Sigue Morodo: "El PP catalán admite que el problema está en que han jugado demasiado a corto plazo, y con la cabeza más puesta en la rentabilidad electoral de su posición fuera de Cataluña que en las consecuencias de la misma sobre el terreno. Hoy, en el contexto actual, esta situación amenaza con devenir en un problema de Estado porque el líder de la oposición no tiene información para dar una respuesta sólida que vaya más allá del argumentario de siempre, en clave de partido, en relación al problema catalán. «Nos falta actualizarnos, lo que no quiere decir que dejemos de defender lo mismo de siempre. Pero no puede hacerse con los mismos instrumentos del pasado y sin saber qué está pasando», reflexionan en la organización regional".
Mientras tanto y en Moncloa, además de la operación indultos están en el diseño de un nuevo Gobierno, según cuenta Jorge Sáinz en Vozpópuli bajo estos titulares: "Sánchez estudia mover a Robles, Ábalos y Bolaños para apuntalar los ministerios de Estado" y "El presidente sigue diseñando su futuro Gobierno y todo apunta a que los titulares de Interior e Industria, Fernando Grande-Marlaska y Reyes Maroto, no seguirán". Del texto de Sáinz: "Es la semana de los indultos. Pero Pedro Sánchez sigue trabajando en la remodelación de su Gobierno. El presidente quiere renovar los llamados Ministerios de Estado. Y, según ha sabido Vozpópuli, estudia mover a Margarita Robles de Defensa a Interior, destinar a José Luis Ábalos a Defensa y colocar al secretario General de la Presidencia, Félix Bolaños, en Justicia. Estos cambios implicarán la salida del Consejo de Ministros tanto de Fernando Grande-Marlaska como de Juan Carlos Campo. (...) La crisis de Gobierno amenaza seriamente la posición de Reyes Maroto en Industria. "Su continuidad es casi imposible", admiten estas fuentes. El Ministerio de Industria, Comercio y Turismo puede reestructurarse. Y no se descarta que Nadia Calviño se quede con alguna de estas competencias en su súpervicepresidencia económica. Sánchez también debe tener en cuenta los equilibrios territoriales del PSOE. Si, por ejemplo, Carolina Darias dejase Sanidad, una de las dirigentes del PSOE canario que suena con fuerza para entrar al Consejo de Ministros es la actual consejera de Turismo, Industria y Comercio de Canarias, Yaiza Castilla".
21 de junio, santoral: Luis Gonzaga, Demetria de Roma, Engelmond abad, José Isabel Flores Varela, Juan Rigby, Leufredo, Meveno de Gaël, Radulfo de Bourges y Raimundo de Barbastro.