Diríase que Marruecos es el reino de Herodes. No está claro si los niños y los adolescentes alauitas huyen en tropel del monarca Mohamed o es el sultán quien los lanza sobre suelo europeo con el propósito de presionar a España y a la Unión Europea en relación a sus pretensiones sobre el fosfato saharaui. Las autoridades rabatíes no deben tener en gran estima a sus menores, que serían carne de cañón en las guerras diplomáticas. Tampoco parece importarles la imagen internacional que se infiere de las escenas de sus hijos deambulando entre verjas y playas.
Según las leyes españolas, los menores no pueden ser devueltos a sus países de origen salvo que sean reclamados por sus autoridades o por sus padres. En Rabat no suelen tener el más mínimo interés en repatriar a los "menas" mientras que para muchas familias un menor que se acomoda en el eje de un tráiler es el inicio de una incierta inversión. Puede que con los años el muchacho envíe a casa parte de sus salarios del hambre europeos, auténticas fortunas en Tánger, Tetuán o el Rif.
"Marruecos pone fin al desafío tras dejar atrás a casi 1.000 menores" titula El País en portada. La crónica arranca así: "La presión diplomática española y, en especial, la europea han hecho efecto en Marruecos, que ha vuelto a controlar el flujo migratorio en Ceuta, de modo que ha disminuido drásticamente. El Gobierno español no da por cerrada la peor crisis diplomática de la etapa de Pedro Sánchez, pero los últimos movimientos apuntan a que se ha mitigado de forma clara, después de que Rabat recibiera mensajes en público y en privado de Bruselas y de cancillerías europeas, según fuentes del Ejecutivo. Cerca de 5.600 migrantes, en su mayoría de zonas cercanas a la frontera, han regresado a Marruecos, unos devueltos a la fuerza y otros por su pie".
Sigue el texto: "El gran desafío ahora es la gestión de la situación de cerca de un millar de menores no acompañados, de los que se han registrado 720. El Gobierno solicitó ayer a las comunidades que acojan a 200 niños y adolescentes que ya se encontraban en Ceuta antes de la actual crisis con el fin de liberar espacio y recursos para atender a los recién llegados. “Estamos ante niños mucho más pequeños de lo habitual”, declaró la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra. “Nos encontramos con que muchos quieren volver a sus casas”, añadió".
Claro, quieren volver, sólo fue una travesura pero ¿qué pasa si nadie les reclama?. Según la ley de la frontera deberían permanecer en suelo español. Su destino, en teoría, es ser repartidos por la península, envidos a Bilbao, a Barcelona o a Madrid.
En El Diario Gabriela Sánchez explica que "la crisis de Ceuta deja a cientos de menores hacinados, durmiendo en la calle o devueltos en caliente". Ahí van tres párrafos del reportaje: "Hamid tiene trece años y sonríe mucho. Va acompañado siempre de sus dos amigos de Tetuán, de 16 años. "Dormimos en la calle. Fuimos al centro de menores pero nos dicen que está lleno y las naves son peores que estar aquí", dice el pequeño marroquí que pasa el día deambulando por la ciudad. "Pasamos hambre, pero no quiero volver a Marruecos"".
Continúa el texto: "Mumim, de 15 años, es menudo y se ríe de medio lado cuando se le pregunta si avisó a su madre antes de marcharse de Ceuta. "Pobrecita", responde. "Si se lo hubiese dicho, no me hubiese dejado ir. Pero yo quiero ir a España –se refiere a la península– porque en Marruecos no hay trabajo, aunque estudie, no hay futuro", continúa el chaval, sentado bajo un pequeño árbol. "Cuando la llamé, me dijo que volviese inmediatamente. Pero luego lo ha entendido"".
Y: "Otros niños ni siquiera han podido pasar la noche en la ciudad autónoma, a pesar de haber llegado solos a Ceuta. Este miércoles, varios chicos, visiblemente menores, han sido devueltos en caliente después de rodear el espigón fronterizo y llegar a la playa ceutí a nado, a pesar de que toda expulsión forzada de menores extranjeros no acompañados está prohibida: solo puede realizarse cuando se contacta con sus progenitores, se confirma la voluntad del niño a regresar a casa y se demuestra el interés superior del menor".
Del e-notícies: "La consejería de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias de la Generalitat ha transmitido a la ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, que responderá acogiendo a menores migrantes solos que están en Ceuta después de que el Gobierno español solicitara a las comunidades autónomas que acojan a 200 menores migrantes no acompañados que se encuentran en Ceuta. El secretario general de la consejería, Oriol Amorós, la secretaria de Infancia, Adolescencia y Juventud, Georgina Oliva, y la secretaria de Igualdad, Migraciones y Ciudadanía, Mireia Vall, han participado en el Consejo Territorial de Servicios Sociales y se han ofrecido a acoger parte de estos menores migrantes. De hecho, el Govern aprobó hace quince días el acuerdo de cooperación con el gobierno de Canarias para acoger 40 chicos y 3 chicas llegados a Canarias".
En Vozpópuli cuenta Luca Constantini que "Podemos asume que el Gobierno peligra y modera la queja por las devoluciones en Ceuta". Y añade que "Ione Belarra e Yolanda Díaz coinciden en que la crisis diplomática es de tal magnitud que se debe imponer la 'realpolitik'. Podemos cuestiona al ministro Fernando Grande-Marlaska de puertas adentro porque cree que Pedro Sánchez se juega la continuidad del Gobierno".
En La Razón le hacen un flaco favor al Rey al tratar de criticar la gestión del Gobierno con el argumento de que no ha recurrido a la baza del monarca. A. Rojo escribe "en diversas instancias mediáticas y políticas se ha recordado desde que comenzó la agresión el importante activo que supone para nuestro país la cordial relación existente desde hace décadas entre nuestra Familia Real y la dinastía alauita que reina en Marruecos; casi proverbial entre Hassan II y Don Juan Carlos, permanece fuerte entre sus respectivos hijos Mohamed VI y Felipe VI".
De nuevo en Vozpópuli, el digital alerta de que "Marruecos prepara unas macro-maniobras con 7.800 militares y la participación de EEUU". La nota viene con la firma de Gonzalo Araluce, quien explica que "Washington destaca la firmeza de sus relaciones con Marruecos". En efecto, no parece que España vaya a contar con la comprensión de la administración Biden. Con lo contentos que nos pusimos en España con su victoria frente a Trump, quien, por cierto, tampoco nos hacía ni p... caso.
Cataluña. Puigdemont ha aprovechado la crisis diplomática para decir que España debería montar una mesa de diálogo con Marruecos sobre el futuro de Ceuta y Melilla, que considera dos ciudades africanas que pertenecen a la Unión Europea fruto de una casposa herencia colonial. Ni siquiera plantea nuestro prófugo en Waterloo que los melillenses y ceutíes puedan votar qué prefieren, si ser de la UE o de Marruecos. A Puigdemont le ha debido gustar que en Marruecos se diga que lo que ha hecho España acogiendo al líder del Frente Polisario Brahim Gali es equiparable a que Rabat diera asilo al expresidente de la Generalidad y hubiera apoyado el referéndum ilegal del 17. No ha pillado que le comparan con un tipo de catadura más que dudosa.
Política catalana. Artadi se baja del carro del nonato Govern Aragonés. El follón en JxCat es mayúsculo. Hay bofetadas, codazos, zancadillas y navajazos entre los aspirantes neoconvergentes a la vicepresidencia. En El Confidencial explica Marcos Lamelas las claves del suceso, el tremendo follón entre Jordi Sànchez y Artadi: "La semana del 3 de mayo, en una de sus salidas de Lledoners, Jordi Sànchez encargó a la propia Artadi que diese los últimos retoques al acuerdo de gobierno que se estaba perfilando con Esquerra. Tras este trabajo, Artadi tenía que remitir el documento a Aragonès porque Sànchez volvía a su celda. Pero cuando se lo hizo llegar al president en funciones, el texto era sustancialmente diferente de lo que se había trabajado en las visitas de Aragonès a la prisión".
Continúa Lamelas: "Esto provocó que el 8 de mayo el candidato de ERC diese las conversaciones por rotas. Desde la cárcel, Jordi Sànchez, que había anunciado en rueda de prensa que todo iba bien, no entendía nada. Fuentes de JxCat dan por hecho que en los cambios introducidos estaba la mano de Carles Puigdemont. Algunos apuntan, incluso, que había intervenido Clara Ponsatí, por la radicalidad de algunos de los planteamientos, que para nada encajaban con el paréntesis de dos años que planteaban los republicanos para cualquier intento de unilateralidad. Sin embargo, Artadi, siempre fiel a Waterloo, ha asumido ante la ejecutiva que los cambios los hizo ella. Desde la cárcel, Jordi Sànchez trabajó duro para recuperar el pacto. Aragonès le envió el documento y a partir de ahí hubo que volver a construir las confianzas. De ahí el encierro del fin de semana en dos masías, en Prats de Lluçaners y Alella. Ahí se negoció el documento de 46 páginas que volvió a las pautas marcadas en el texto original, lejos de los equipos negociadores, los mismos que estaban saboteando el acuerdo".
20 de mayo, santoral: Bernadino de Siena, Baldirio, Basila, Plautila, Austregisil, Áquila, Anastasio y Teodoro.