Madrid sustituye a Barcelona como foco de atención mediática y tensión política. Las evoluciones de Pablo Iglesias y las respuestas de Isabel Díaz Ayuso copan la atención de los diarios. Los medios presentan las primeras encuestas. La batalla por el poder en la región central comienza con notable ventaja para el PP, aunque no tiene garantizada en absoluto la gobernabilidad. El partido conservador duplica resultados, experimenta un crecimiento sensacional en relación a las pasadas elecciones y la irrupción del hombre del moño le da alas, pero hay partido, mucho partido. La izquierda, aun a palos y con Iglesias como mosca del cojón, podría sumar una mayoría que destrozara las ensoñaciones conservadoras de convertir el foro en el comienzo de la reconquista de la Moncloa.
A mayor abundamiento, el PP dependerá en cualquier caso de Vox, ese partido del que Pablo Casado ha renegado. El enfrentamiento se revela apasionante, mucho más que las elecciones catalanas. Puede ocurrir cualquier cosa y la campaña, sus debates y actos, tendrá un efecto determinante en el resultado. Visto desde fuera el espectáculo es grandioso, lucha de egos, pelea en el barro, boxeo sin guantes ni reglas, a la vieja usanza.
En El Español sitúan los comicios con una encuesta que vendría a recoger el impacto del anuncio de Pablo Iglesias. En primer lugar, los resultados de 2019, luego, la primera proyección demoscópica y en la tercera línea, la onda del anuncio según Sociométrica.
Elecciones 2019
PP, 20; PSOE, 37; Vox, 12; Más Madrid, 20; Podemos, 7; Ciudadanos, 26
Promedio tras la disolución de la cámara
PP, 50; PSOE, 39; Vox, 18; Más Madrid, 17; Podemos, 6; Ciudadanos, 6
Efecto Iglesias
PP, 51; PSOE, 30; Vox, 17; Más Madrid, 16; Podemos, 15; Ciudadanos 7
Más encuestas. El Mundo presenta otro trabajo sociológico que acentúa las tendencias observadas en el diario de Pedro J. Ramírez. Ahí van los resultados del papel dirigido por Francisco Rosell:
PP, 39,5% (55-56); PSOE, 27,5% (37-38); Más Madrid, 9,8% (13-14); Vox, 9,4% (12-13); Unidas Podemos, 6,9% (9-10); Cs, 5,6% (6-7)
El análisis corre a cuenta de Marisa Cruz, que escribe: "El PP de Madrid ganará holgadamente las elecciones del próximo 4 de mayo con un 39,5% de los sufragios que le reportarán entre 55 y 56 escaños. Su triunfo, duplicando prácticamente los resultados que obtuvo en 2019, será no obstante insuficiente para gobernar con manos libres. Los populares estarán condenados a entenderse con Vox, una fuerza que mantendrá su actual representación con entre 12 y 13 diputados. Juntos acariciarán el listón --69 escaños-- de la mayoría absoluta. Pero lo harán sin red de seguridad y sin margen para cometer errores".
Sigue la pieza: "Dos mujeres, Isabel Díaz Ayuso y Rocío Monasterio, tendrán que llegar a un acuerdo si quieren gestionar la comunidad más rica y más potente de España y hacerlo frente a un Gobierno nacional en manos de la izquierda y en un momento que requerirá del máximo esfuerzo para superar definitivamente la crisis sanitaria, económica y social que ha dejado a su paso la pandemia. En el peor de los escenarios, incluso podría darse la paradoja de que tuvieran que pedir apoyo a Ciudadanos. Esta es la conclusión que se desprende de la encuesta de Sigma Dos para El Mundo, un sondeo realizado entre el 12 y el 15 de marzo y que, por tanto, recoge, aunque precozmente, el efecto del anuncio sorpresa de Pablo Iglesias, que abandona el Gobierno de la nación para ser el cabeza de cartel de Podemos en la batalla por Madrid".
La noticia de ayer fue el rechazo de Más Madrid, la formación de Errejón, Rita Maestre y Tania Sánchez, expareja de Pablo Iglesias, a dejarse fagocitar por Podemos para sufragar la aventura del todavía vicepresidente segundo del Gobierno. Luca Constantini da las claves en Vozpópuli sobre la negativa en redondo de los excompañeros de Iglesias a formar con él una candidatura única de la izquierda a la izquierda del PSOE.
Escribe Constantini: "Nadie de la cúpula de Más Madrid contempló como viable la oferta de Pablo Iglesias del pasado lunes. El vicepresidente segundo del Gobierno sorprendió con un golpe de efecto: anunció su salida del Ejecutivo para presentar una candidatura a la Asamblea de Madrid y pidió a los de Íñigo Errejón juntar fuerzas para ganar a Isabel Díaz Ayuso. Sin embargo, Más Madrid --y la primera Tania Sánchez-- entendieron desde el primer minuto que se trataba de un “farol” o una “trampa”, y organizaron una respuesta rápida para evitar que el debate en la prensa acabara en un peligroso efecto bumerán".
Continúa el texto: "La estrategia de Iglesias consistía en tender su mano para que fuera Errejón quien la rechazara. De ello están seguros en Más Madrid, en cuyo núcleo duro trabaja Tania Sánchez. La diputada en la Asamblea de Madrid y exdirigente de IU y Podemos se decantó de inmediato por descartar la opción de Iglesias. Como ella, otros dirigentes de peso del grupo político en la Asamblea, mucho de ellos excompañeros de Iglesias, consideraron que el movimiento del líder morado no era sincero, y debatieron sobre cómo frenarlo. La cúpula de Más Madrid estaba convencida de que la “llamada” de Iglesias nunca llegaría. Vieron cómo Juan Carlos Monedero arremetía contra Errejón pocas horas después del anuncio de Iglesias y directamente a la salida de los juzgados de Madrid, donde se le investiga por el caso Neurona. “Si esto no es una declaración de guerra, no sé qué es”, comentaron desde las filas turquesas de Más Madrid".
En la contraparte se preparan para una campaña dura, de alto voltaje. La presidenta Díaz Ayuso se decanta por el sector bigotón del PP, las gentes que formaron parte del aznarismo puro y duro para hacer frente a la izquierda, según explica Juan José Mateo en El País: "El aterrizaje de Pablo Iglesias como candidato de Podemos a la presidencia de la Comunidad ha reforzado la apuesta de Isabel Díaz Ayuso por una campaña de confrontación ideológica, y apoyada en el ala dura del PP. La presidenta regional ha encargado a Javier Fernández Lasquetty, vinculado a José María Aznar y Esperanza Aguirre, los argumentarios de la campaña. Enrique Ossorio, de larga trayectoria en el aguirrismo, coordinará el programa electoral. Y todo el equipo se volcará en reducir la campaña al eslogan “comunismo o libertad”, apostando por la polarización para evitar que el debate se centre en la gestión de la pandemia".
Continúa el texto: "“Díaz Ayuso es catedrática en el dogma del PP, es lo que más domina, y en el debate ideológico las devuelve como panes”, dice una fuente que conoce al detalle cómo trabaja la líder conservadora. “De otras cosas tiene unos conocimientos normales, y por eso delega en sus consejeros, que son gente muy preparada y pueden compensar esas deficiencias”, sigue. “Estas elecciones son una batalla en clave nacional, y por eso su estrategia es sacudir a La Moncloa, y ahora a Iglesias, un rival con el que se puede pelear todos los días ideológicamente”, añade. Y subraya: “Eso sí, el votante del PP tiene que saber que va a votar para que Miguel Ángel Rodríguez sea el presidente del Gobierno”".
Por otra parte, la salida de Iglesias del Gobierno fuerza una remodelación en la que como primera providencia Yolanda Díaz no será vicepresidenta segunda sino tercera. "Yolanda Díaz aceptará ser vicepresidenta tercera para conservar Trabajo y no crear conflicto en el Gobierno de coalición" titula Público. La nota es de Alexis Romero y Manuel Sánchez: "La salida de Pablo Iglesias del Gobierno de coalición para dar la batalla a Ayuso en las elecciones autonómicas que tendrán lugar en Madrid el 4 de mayo ha estado a punto de provocar un último conflicto en el seno del Ejecutivo entre el líder de Unidas Podemos y Pedro Sánchez, aunque ese escenario no se producirá. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha aceptado renunciar a la vicepresidencia segunda y convertirse en vicepresidenta tercera del Gobierno para conservar su cartera actual y no generar una crisis en el Ejecutivo".
Cataluña. Se duda que haya un pacto de gobierno para el próximo 26. Las negociaciones avanzan despacio y tienen que pasar por Lledoners y Waterloo, lo que dificulta la celeridad de las conversaciones. Los recelos mutuos son mayúsculos, la desconfianza, absoluta. Las gentes de ERC y Junts per Catalunya (JxCat) se odian sin disimulo y con pasión, como demuestra este titular de Crónica Global: "Las confesiones de Aragonès: “Con Borràs hemos creado un monstruo”". El texto es de María Jesús Cañizares y arranca así: "Condenados a entenderse de nuevo. La convivencia entre ERC y Junts per Catalunya (JxCat) en la anterior legislatura fue insostenible, pero en este nuevo mandato, tiene visos de convertirse en un infierno. Lo reconoce el propio Pere Aragonès, llamado a presidir ese futuro gobierno. Según ha podido saber Crónica Global, el presidenciable ha admitido a algunos dirigentes de la oposición que la distancia de votos que hay entre ERC y JxCat es tan mínima, que resultaba muy arriesgado buscar una alternativa. Reconoció el cabeza de lista de Esquerra que las relaciones entre ambas formaciones son muy malas, pero que no tiene más remedio que correr el peligro de ser fagocitado por el partido de Carles Puigdemont".
Y: "La designación de Laura Borràs como presidenta del Parlament no ha hecho sino confirmar esos augurios de Aragonès, quien en petit comité confiesa: “Hemos creado un monstruo”. Pero en JxCat comienzan los codazos y los miembros de la llamada war room de la dirigente independentista se han convertido en una especie de contrapoder del fugado".
Cuando pase lo de Madrid se hablará de elecciones en Cataluña. Al tiempo.
17 de marzo, santoral: José de Arimatea, Patricio, Agrícola, Gertrudis de Nivelles, Juan Sarkander y Pablo de Chipre.