Europa ya no es lo que era. El Brexit supone una amputación cuyas consecuencias todavía son incalculables. Habrá que ver cómo les va a los británicos para calibrar el riesgo de que su abandono de la Unión Europea sea el principio del fin del experimento comunitario. De momento han sustituido la espesa, molesta e incómoda burocracia bruselense por su propio papeleo, un paso en la recuperación de la soberanía que ha causado gran satisfacción en las lonjas y en los pubs. También han acelerado la administración de la vacuna de Pfizer y la aprobación de la de Oxford gracias a la agilidad de su agencia de los medicamentos. Así es que no está tan claro quién pierde más, si las islas o el continente.
Sin embargo, se atisban negros nubarrones y una pulsión contra los inmigrantes en la pérfida Albión que podría convertirse en un boomerang. Los británicos (no todos, claro) sólo quieren personal de alta cualificación y capacidad económica, de modo que van a cerrar sus fronteras a quien no llegue con un contrato de trabajo de más de treinta mil euros al año y sabiendo hablar inglés. Es la vieja aspiración de los partidos de extrema derecha, una inmigración fina y elegante.
En La Razón escribe una interesante crónica sobre el caso Celia Maza. Destacan dos párrafos: "'Vamos a terminar con las rutas para la mano de obra barata y poco cualificada que ha dominado la inmigración y nuestro mercado laboral en las últimas décadas. A partir de ahora vendrán solo los inmigrantes más brillantes y mejor preparados”, afirma Priti Patel, la ministra de Interior. Patel, del núcleo duro euroescéptico, es hija de inmigrantes. Sus padres, originarios de la India, llegaron al Reino Unido en la década de los 60 sin absolutamente “nada” y se establecieron en Hertfordshire (Inglaterra) donde crearon una exitosa cadena de quioscos. Con todo, es una de las voces del Gabinete que con más fervor defiende ahora una nueva ley que no da ningún tipo de prioridad para los comunitarios".
Sigue Maza: "Todo aquel que quiera entrar a partir de ahora en el Reino Unido deberá tener previamente una oferta de empleo, ganar una media de 30.000 euros anuales y hablar inglés. Eso sí, el nuevo sistema introduce el llamado “visado de talento global” y elimina el límite de 21.700 personas que pueden entrar al año en el país para hacer frente a la actual escasez, por ejemplo, de sanitarios en el sistema nacional de salud público. Hasta un tercio de los médicos que ejercen en el Reino Unido son extranjeros".
La "brillante" idea excluye a los inmigrantes dedicados a los trabajos que nadie quiere, la atención a los ancianos, la limpieza de las casas, las tareas subalternas que exigen gran esfuerzo, la reposición en los supermercados y en general el tipo de ocupaciones duras y mal pagadas que los nativos rechazan porque no están a la altura de sus expectativas. Veremos cuánto dura el modelo de Priti Patel.
El Brexit tiene además la derivada gibraltareña, de la que habla la ministra de Exteriores, Arancha González Laya, en El País entrevistada por Miguel González. Dice la jefa de la diplomacia nacional que "La última palabra sobre quién entra en Gibraltar la dirá España". Ahí van las preguntas y respuestas más interesantes:
P. Su predecesor, José Manuel García-Margallo, cree que se ha perdido la oportunidad de poner la bandera en el Peñón.
R. Ahí es donde todos los intentos anteriores han fracasado. Y eso no ha beneficiado a ninguna de las dos partes. Lo que hemos hecho ahora es aparcar las cuestiones relativas a la bandera, sin renunciar a nada, e ir construyendo mientras tanto la vía de la corresponsabilidad en la gestión, una interdependencia más equilibrada, justa y leal.
P. La frontera de Gibraltar ya no estará en La Verja sino en el puerto y el aeropuerto. Admitir que se instale un control Schengen en este último ¿no significa reconocer implícitamente la ocupación británica del istmo?
R. No, porque el primer artículo del principio de acuerdo dice claramente que ahí no se habla de soberanía. Nadie cede un ápice [en su reivindicación]. Lo que significa es que, para poder entrar en un Gibraltar integrado en el espacio Schengen, la responsabilidad del control está en manos españolas. En el puerto y en el aeropuerto.
P. ¿Significa que la última palabra sobre si alguien entra o no en Gibraltar la tendrá España?
R. Claro, porque la gestión del control de entrada al espacio Schengen pertenece a España.
P. ¿Habrá presencia de agentes españoles en Gibraltar? ¿Cómo se va a materializar?
R. Prefiero informar primero al Congreso de estos detalles...
P. Pero usted ha hablado con los portavoces [de los grupos] y algunos cuentan ya que habrá presencia española…
R. Evidentemente, tiene que haber una presencia española para ejercer las labores mínimas de control de Schengen.
Política catalana. Otra entrevista sustantiva es la que Gabriel Ubieto le hace a Miquel Iceta en El Periódico. El primer secretario del PSC asegura para titular que "Si te pones de acuerdo en lo que hay que hacer, puedes pactar con quien sea" y que "Illa puede ser candidato porque el día a día de la pandemia lo gestionan las autonomías". Tres son las preguntas con sus correspondientes respuestas más sustantivas:
Pregunta: ¿Qué mensaje transmiten cambiando al ministro de Sanidad a las puertas de una tercera ola?
Respuesta: Cada uno tiene que hacer lo que tiene que hacer. Salvador asumió el primer estado de alarma, donde la primera autoridad sanitaria era él, ha comprado las vacunas y ha preparado el plan de vacunación. Y ahora son las comunidades autónomas las que llevan la gestión cotidiana, incluso de las restricciones. Ahora puede. En septiembre, octubre o noviembre no hubiera podido.
P: ¿Qué aporta Salvador Illa como candidato que no aportara Miquel Iceta?
R: Salvador [Illa] es más presidenciable. Encuestas como la publicada en El Periódico me señalaban como el candidato mejor valorado. Pero necesitábamos algo más. Salvador [Illa] es nuevo en la política catalana y hay mucha gente que está harta de repetir la misma historia. También queremos plantear una campaña muy basada en la lucha contra la pandemia y la reactivación económica.
P: Illa fue uno de los artífices del pacto de la Diputación de Barcelona. ¿En la Generalitat podría repetirse la fórmula?
R: Nosotros los pactos los queremos por escrito. Si te pones de acuerdo en lo que hay que hacer, puedes pactar con quién sea. En Sant Vicenç dels Horts gobernamos con Ciudadanos, en Sant Cugat con ERC y la CUP, en otros muchos municipios gobernamos con Junts… Con algunos partidos es relativamente más fácil, como con los ‘comuns’. Ya me gustaría a mí tener en Catalunya un Govern como el que tenemos en España.
En teoría, Illa viene a Cataluña avalado por su gestión de la pandemia, pero la valoración demoscópica no es del todo positiva, según una encuesta de El Español. Hay que aclarar, eso sí, que las preguntas se centran en Pedro Sánchez y no en el todavía ministro de Sanidad. "El apoyo a la gestión de Pedro Sánchez frente a la Covid cae a su punto más bajo desde marzo" es el titular. Y el sumario, que "sólo un 31% de los ciudadanos aprueba el trabajo del Gobierno en torno a la pandemia. Un 67% lo suspende".
El análisis de los datos corre de la cuenta de Daniel Ramírez, que escribe: "El apoyo a la gestión de Pedro Sánchez referida a la pandemia acaba de alcanzar su punto más bajo. Ni siquiera en marzo -cuando el virus cabalgaba a lomos de una incertidumbre casi absoluta- estuvo tan mal vista la labor del Ejecutivo. Así se desprende del último sondeo confeccionado por SocioMétrica para El Español".
Continúa la pieza: "Estrenado septiembre, conocida la nueva falta de previsión, la confianza en la coalición comenzó a desplomarse y no se ha recuperado. Hoy, sólo un 31,1% de los ciudadanos aprueba la gestión de Sánchez frente a la pandemia. Un 67% la suspende y apenas un 2% se muestra indiferente. Paradójicamente, el Gobierno ha tocado suelo al mismo tiempo que las vacunas llegan a España. Sin embargo, el mes de diciembre ha generado mucha desafección entre los ciudadanos, que se han visto zarandeados por una política crispada y difusa. Prueba de ello son las 17 navidades distintas -en relación a las restricciones-".
Ecos de la Nochevieja. La policía catalana empieza a ser conocida por su mano blanda, gran paciencia y enorme tolerancia frente a las infracciones y los delitos. Son los Mossos de Trapero, a quienes en círculos delincuenciales han empezado a llamar los Teletubbies. Titular de El Nacional: "Los Mossos no desalojan la 'rave' de Llinars para no provocar 'daños mayores'". Es la misma estrategia que la seguida durante el referéndum ilegal del 1-O. Así es que en una nave abandonada hay una peña dándolo todo sin mascarilla ni leches y los agentes del bueno de Trapero se lo miran de lejos. De la nota de Jordi Palmer en el referido digital: "En la rueda de prensa de balance del dispositivo de la Nochevieja de este viernes, el comisario David Boneta ha explicado que se estaba actuando según criterios de 'congruencia, oportunidad y proporcionalidad'".
Eso es exactamente la misma plantilla que cuando el 1-O. Dice el texto también que en los alrededores de la nave hay numerosos vehículos, algunos con matrícula extranjera. Y es que el buen hacer de nuestra policía atraviesa fronteras y es un foco de atracción del turismo de pegar palos y hacer lo que a uno le salga de la chorra in Catalonia.
Más fiestas. Dimite el secretario de comunicación de Ciudadanos en Salamanca, Carlos Mateos, al que la policía local pilló escondido detrás de una barra en una fiesta ilegal y en la que se incumplía además el toque de queda o ley marcial. "A vosotros os pago yo" dijo el fulano a los guardias. Además, se negó en principio a marcharse a su casa con el argumento de que "yo hago lo que me da la gana".
En el otro lado del arco parlamentario, un colega de Podemos en el Gobierno de La Rioja, que estampó su flamante BMW todoterreno contra un árbol y ahí lo dejó tirado. Cuenta el caso Carmen Nevot en el diario La Rioja: "El director general de Participación Ciudadana y Derechos Humanos, Mario Herrera, no ha entrado al nuevo año de la mejor manera posible. De madrugada empotraba su vehículo contra un árbol en la calle Los Pinos, de Sojuela, próxima a la urbanización en la que reside. Pese al accidente, no avisó a los servicios de emergencia. En la noche de este 1 de enero, la Delegación del Gobierno confirmaba que la Guardia Civil ha propuesto para sanción al conductor 'por no señalizar el vehículo accidentado' y por 'distracción en la conducción'. (...) Pese a lo aparatoso del impacto, el director general no telefoneó a los servicios de emergencia".
Prosigue el asunto: "Desde la consejería de Podemos, que, pese a las numerosas llamadas, no dieron su versión de lo ocurrido hasta pasadas las 15 horas de este viernes, aseguraban que un amigo con el que Mario Herrera pasaba la Nochevieja sufrió una fractura mientras jugaba con uno de sus perros y, cuando le trasladaba a Urgencias, el vehículo, un BMW X3, resbaló con una placa de hielo y se empotró contra un árbol. Finalmente, siempre según su versión, un taxi les condujo primero a Urgencias del Carpa y al hospital San Pedro, después".
Que arte y que grande el mozo Herrera. Que llevaba a un amigo a Urgencias y luego se le olvidó lo de su coche. Director general de Derechos Humanos. Ahí es nada.
2 de enero, santoral: Basilio, Gregorio Nacianceno, Adelardo, Macario y Narciso.