Hecatombe económica. Histórica caída del PIB, del 18,5% en el último trimestre, el 22% en el acumulado del año del virus. El destrozo en la economía nacional es de tal envergadura que hay que retroceder hasta la posguerra para encontrar cifras de la misma dimensión y calado. Un drama que el país acoge en términos generales con resignación y sin renunciar a bajar la persiana por vacaciones, como cada agosto de cada año desde que se instaurara el mes de vacaciones.
Toda la prensa de papel abre con el desastre. "España pierde en tres meses la riqueza creada en tres años", avisa La Razón. "España entra en recesión tras la mayor caída del PIB de la historia", certifica La Vanguardia. "La gestión de la pandemia arrastra a España a la mayor recesión de la UE", acentúa El Mundo. "Sánchez ofrece cohesión ante el gran desplome", anticipa El Periódico. "Un desplome sin precedentes", titula El País.
En el diario de Prisa la crónica viene con la firma de Antonio Maqueda, que escribe: "La economía española empieza a conocer el muy elevado coste de parar el virus. El producto interior bruto se hundió entre abril y junio un 18,5% respecto al trimestre anterior. Se trata de la mayor caída desde la Guerra Civil. Este desplome se suma al de enero a marzo e implica que en la primera mitad del año las restricciones por la pandemia volatizaron casi una cuarta parte del PIB: se dejó de producir por valor de unos 300.000 millones de euros, una cantidad que basta para pagar dos años las pensiones de los 10 millones de jubilados".
Y: "La caída es mucho mayor que la de otras grandes economías. El PIB francés se contrajo un 13,8%, y el alemán, un 10,1%. Esta diferencia se explica por la mayor dureza del confinamiento impuesto en España y la propia estructura de su economía, mucho más sensible a las restricciones de la pandemia por la mayor dependencia del turismo y otros servicios basados en la interacción humana. Los rebrotes, las recomendaciones de algunos países de no viajar a España y la cuarentena impuesta por el Reino Unido sugieren que la esperada recuperación del tercer trimestre será más moderada".
Hablar de recuperación en el tercer trimestre es un signo de optimismo en medio del erial. En Voz Pópuli extraen algunas conclusiones sobre la exposición de la economía española a los elementos. Es un análisis de Francisco Núñez que viene con este titular: "La pandemia pone contra las cuerdas al modelo económico: el turismo y la hostelería caen un 40%". En el subtítulo se añade que "ningún Gobierno ha movido un dedo en los últimos lustros para evitar que España sea uno de los países más expuestos a todo tipo de ajustes mientras paga un alto precio en términos de empleo privado". Escribe Núñez: "La economía vuelve a la situación de recesión como era previsible por la debilidad del modelo de crecimiento, basado en los servicios (sobre todo en la hostelería y el turismo) como consecuencia de otro vaivén exógeno. Ahora es la pandemia del coronavirus quien despeña al PIB a niveles sin precedentes y al empleo. Hace unos años fue la pandemia financiera y la construcción. Sólo se puede evitar otra catarsis futura, que podría ser aún peor que la actual, destinando las subvenciones y los créditos otorgados por la UE a configurar otro sistema de crecimiento económico, por ejemplo, con más industria (también sanitaria) y más tecnología, que preserve al empleo estable y al país, así como reformas estructurales de calado, entre ellas la de las Administraciones Públicas, y liberalizadoras de los mercados en situación de oligopolio".
Sigue la nota: "Aunque la mayoría de los indicadores recogidos por el INE corresponden a abril (con las empresas no esenciales cerradas) y mayo y a estimaciones de junio (con el reinicio de algún tipo de actividad en el comercio y en la hostelería), los datos de la Contabilidad Nacional del segundo trimestre son los peores desde la guerra civil. En 1936, es decir, en el primer año de la contienda entre españoles el PIB cayó un 22,3% en términos anuales. Y, entre abril y junio de 2020, la economía descendió un 22,1% también en tasa anual (18 puntos más de caída que en el trimestre anterior) cuando hace sólo un año crecía a un ritmo del 2%. España registra la mayor contracción de los países de nuestro entorno".
En El Confidencial, Javier G. Jorrín subraya los malos datos de España por comparación: "Ningún otro país europeo —de los que han publicado ya sus datos— ha experimentado un desplome económico similar al de España. El PIB del conjunto de la eurozona se contrajo un 15% en el trimestre y el de la Unión Europea, un 14,4%; esto es, casi ocho puntos mejor que España. La comparativa es todavía más grave si se hace respecto a Alemania, cuyo PIB se contrajo la mitad que el de España, un 11,7%. De esta forma, solo al empezar la crisis del coronavirus ya se ha producido una brecha que el país tendrá muy complicado cerrar en el medio plazo".
La tragedia va por barrios y en algunos ni se nota. El sector de los cargos de confianza no experimenta el más leve síntoma de retracción. Todo lo contrario a tenor de la siguiente información de El Mundo. "La coalición PSOE-Podemos lleva a récord los altos cargos de un Gobierno con 732" es el titular del texto que firma Raúl Piña y que arranca así: "La formación de un gobierno de coalición en España, el primero en democracia, ha tenido distintas consecuencias y efectos. Entre ellos, el aumento del volumen de la Administración del Estado. Para empezar, y a fin de dar cabida y contentar a Unidas Podemos, se incrementó la cifra de ministerios hasta los 22. No ha sido la única derivada. El número de altos cargos se ha disparado hasta los 732, una cifra récord".
Crucial cumbre autonómica ayer en la localidad riojana de San Millán de la Cogolla. Primera toma de contacto para el reparto de los fondos europeos. Todos los presidentes autonómicos reunidos con Pedro Sánchez. ¿Todos? No. A Torra no le apetecía desplazarse hasta La Rioja y pasó de todo. Al presidente de la Generalitat le paga el pueblo por defender los intereses de los ciudadanos, pero ayer prefirió quedarse fresquito en su despacho por orgullo, por no estar a la misma altura que los presidentes de Galicia o Andalucía, porque él se cree mejor, de otra pasta y categoría y por pura incompetencia.
En La Vanguardia le atiza el director, Jordi Juan, en su billete diario: "Ahora el Govern de la Generalitat exige a Pedro Sánchez una reunión urgente bilateral para tratar sobre la distribución de las partidas europeas que se discutieron en La Rioja. Ya se pueden imaginar el éxito que tendrá esta iniciativa. Cuando Jordi Pujol, Pasqual Maragall, José Montilla e, incluso, Artur Mas, levantaban la voz, su discurso generaba inquietud y reacciones en el Gobierno central. Hoy las amenazas, los plantes, los discursos agresivos de Torra y su gobierno son irrelevantes y no sirven para nada. Gestos injustificables e inútiles".
Y como no tenía mejor cosa que hacer ayer Torra se dedicó a matar moscas con el rabo y a bailar la yenka con el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). La sustancia es que desobedeció por un rato la instrucción del tribunal que permite a los bares abrir hasta más tarde de las doce de la noche. En Crónica Global escribe del disparatado caso Aleix Mercader bajo este tiular: "El Govern obedece al TSJC y anula la limitación horaria para bares y restaurantes". La nota empieza así: "Nuevo volantazo del Govern respecto a las restricciones del coronavirus. Si hacia las 19.00 de la tarde de este viernes, la Generalitat ordenaba por segunda vez el cierre a medianoche de los bares y restaurantes pese a una resolución judicial en contra, horas más tarde cambiaba de guion y permitía su apertura. El Ejecutivo autonómico ha decidido finalmente acatar al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) y retirar la restricción horaria para la restauración. Con esta reculada, el Govern cumple la resolución del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que había suspendido la norma al no considerar que "se vaya a producir una mayor transmisión del virus dependiendo del horario de cierre"".
1 de agosto, santoral: Alfonso María de Ligorio, Ethelwoldo, Exsuperio de Bayeux, Félix de Girona, Jonato de Marchiennes, Pedro Fabro, Secundino mártir y Severo de Aquitania.