El presidente del Gobierno es capaz de suscitar el apoyo de la patronal, pero se le resiste el principal partido de la oposición, el PP, que como ayer fue viernes decidió borrarse de la foto con los agentes sociales. Se alude a las campañas electorales en Galicia y el País Vasco. De las últimas declaraciones de Feijóo se infiere que él sí habría firmado el pacto económico y le habría venido bien para las elecciones. En cuanto al País Vasco, el efecto del consenso sobre los resultados del PP, habitualmente parcos, no habría sido sustantivo.
Los medios destacan también las dificultades del líder de Podemos, Pablo Iglesias, para explicar el caso de la tarjeta de su exasesora Dina Bousselham. Su última versión, de ayer en Radio Nacional de España, es que se quedó la tarjeta para proteger a una mujer joven e indefensa. Las ministras del PSOE dicen que Iglesias es un machirulo de cuidado.
También es noticia el aumento de casos de coronavirus en Lleida, con más de 350 en la última semana. Sin embargo, la Generalitat se resiste a decretar un confinamiento parcial. Contrasta la prudencia administrativa con las declaraciones de Quim Torra y Meritxell Budó, quienes se jactaron de que si hubiera dependido de ellos las medidas de reclusión habrían sido antes y más duras. No es el caso actual.
Por partes. El País destaca la capacidad de Sánchez para atraerse a la patronal al pacto económico y que el PP elude ese apretón de manos (o toque de codos). Escriben Carlos E. y M. V. Gómez: "El Gobierno llega a la recta final del debate sobre el fondo europeo de recuperación con un gran pacto económico firmado por patronales y sindicatos, y con amplios apoyos en la comisión de reconstrucción entre los partidos estatales, con una sonora excepción: el principal partido de la oposición. Pedro Sánchez viajará a Bruselas con un acuerdo de amplio espectro bajo el brazo: el Gobierno y los agentes sociales suscribieron ayer en La Moncloa el pacto por el empleo y la reconstrucción, destinado a regular las politicas de formación o el teletrabajo. El Ejecutivo también aprobó avales y ayudas a empresas y un fondo para firmas estratégicas, del que Iberia recibirá una inyección. “El presidente tiene nuestro apoyo”, dijo el líder de la CEOE, Antonio Garamendi, aunque a renglón seguido mostró su rechazo hacia las subidas de impuestos que planea el Ejecutivo. Pero falló el consenso político: La Moncloa no consiguió atraer al PP al documento de conclusiones de la comisión de reconstrucción".
Al hilo de los pactos y no pactos, la encuesta de El Español con estos titulares: "Más de la mitad de los votantes del PP quiere pactos con el PSOE sólo si Iglesias sale del Gobierno" y "el 37,5% de los españoles pide una alianza entre los dos grandes partidos para sacar las cuentas públicas". El análisis corre a cuenta de Ana I. Gracia: "Tres de cada cuatro votantes del Partido Popular apuestan por pactar con el Gobierno los Presupuestos Generales del Estado para 2021, pero la gran mayoría pone como condición que Unidas Podemos y Pablo Iglesias salgan de Moncloa. En concreto, la encuesta de SocioMétrica para El Español señala que el 54,4% de los españoles afines al PP exige esa premisa a cambio de que los 89 diputados del Grupo Parlamentario Popular voten a favor de las nuevas cuentas, mientras que el 21,3% apuesta por un respaldo sin condiciones. En el lado opuesto se sitúa uno de cada cuatro votantes del PP (el 24,3%) que no ven oportuno que Pablo Casado valide los Presupuestos de Pedro Sánchez".
Continúa Gracia: "Tras el devastador paso de la Covid por España, la mayoría de los ciudadanos reclama a los dos grandes partidos unidad y consenso de cara a negociar y pactar unos nuevos Presupuestos. El 37,5% de los encuestados apuesta por que el PP vote a favor del proyecto de ley más importante del año, mientras que el 35,3% quiere si los morados salen del Ejecutivo. El 23,9% es más reacio a este acuerdo y considera que el PP no debería respaldar las nuevas cuentas. Solo el 3,3% de los ciudadanos se reserva su opinión".
Expediente Iglesias. En El Mundo escribe Marisol Hernández sobre la línea de defensa del líder de Podemos, que pasa por la teoría de las alcantarillas: "Pablo Iglesias ha hablado sobre el llamado caso Dina y ha sido para culpar de todo a lo que se ha referido como las "cloacas del Estado, policiales y mediáticas". Tras muchos días de silencio el vicepresidente segundo del Gobierno se ha pronunciado sobre el giro que ha dado este asunto, sobre el robo del teléfono móvil a su ex asesora, Dina Bousselham, a finales de 2015, en el que el juez le ha quitado la condición de perjudicado, después de profundizar en la investigación. Asegura que no teme ser imputado. "En ningún caso", ha dicho, en una entrevista esta mañana en RNE. No concibo esa posibilidad, sería el mundo al revés. ¿Pero qué es esto?", ha enfatizado. Y por supuesto no se plantea dimitir".
Continúa la pieza un párrafo después: "Hay que ir a los hechos, es evidente quién es víctima", ha señalado. ¿Cómo que no somos perjudicados? ¿Quiénes son entonces? Lo que parece es que algunos quieren que Villarejo, Fuentes Gago y Pino, los responsables de una cloaca que ha quedado acreditada, se vayan de rositas". Según el líder de Unidas Podemos si no dio antes la tarjeta a Bousselham, que contenía fotos íntimas, fue para no provocarle "más presión", por la angustia que suponía para ella que algunas imágenes comprometedoras estuvieran circulando. Y cuando lo hizo, en contra de la primera versión que ella ha ofrecido, no tenía "el más mínimo deterioro"".
Iglesias sería pues tanto un víctima como el macho protector de la indefensa damisela a la que quiere evitar presión.
En El Confidencial es Iván Gil quien se ocupa del caso y de las condiciones que pone Iglesias para una comisión parlamentaria: "Sobre una hipotética comisión de investigación en el Congreso, alentada por el propio Iglesias, ha reclamado un marco en el que "todo el mundo pueda hacer preguntas" y a la que asistan también desde Soraya Sáenz de Santamaría, Villarejo, Jorge Fernández o Mariano Rajoy, hasta el periodista Eduardo Inda "y a los que mintieron"".
Así que más vale ir olvidándose de la comisión. En La Razón titulan así en portada: "Malestar de las ministras del PSOE por el tono «machista» de Iglesias". La pieza es de A. Rojo, que escribe: "El tono paternalista de las declaraciones del vicepresidente Iglesias en su entrevista de ayer en Radio Nacional fue causa de un palpable malestar en los corrillos espontáneos que se formaron en Moncloa previos al Consejo de Ministros extraordinario en el que se aprobaron diversas medidas económicas relacionadas con el Pacto por la Reactivación Económica. El enfado era especialmente evidente entre las ministras socialistas que consideran «machista» la insistencia del líder de Podemos en justificar su actuación en el contexto del «caso Dina» en proteger «a una mujer de veintipocos años de ciertos tipejos»".
Sigue Rojo: "Las fuentes consultadas aseguran que en el gabinete de Sánchez la idea generalizada es que el proceso judicial no tiene mucho recorrido; pero ello no es óbice para que se considere muy deteriorada la imagen política de Iglesias y, lo que es más preocupante, su capacidad para erosionar la fortaleza del Gobierno en un momento en el que hasta el último gesto cuenta. Precisamente ayer, Moncloa fue escenario de la firma de un acuerdo muy importante para el Gobierno, el mencionado Pacto por la Reactivación Económica, en el que Sánchez fue protagonista de un acuerdo que aunó bajo el liderazgo del presidente a los máximos responsables de la CEOE, CEPYME, CCOO y UGT. Sin embargo no hubo ninguna rueda de prensa ni después del Consejo de Ministros extraordinario ni tras de la firma de pacto entre los agentes sociales, un encuentro con los medios que prefirió evitarse ante la certeza de que sería el papel del vicepresidente Iglesias en la retención de la tarjeta de memoria del teléfono de su asistente Dina Bousselham la que centraría las preguntas en este importante acto para el Ejecutivo".
El protagonista de El Periódico es el ministro de Sanidad, Salvador Illa, que deja unos cuantos titulares. El principal es este: "Quizás todos pecamos de arrogancia con el virus". También habla de Cataluña y de la mesa de diálogo interrogado por Luis Mauri. Ahí van las preguntas y respuestas alusivas:
"P. ¿Se va a reunir en breve la mesa de diálogo sobre Catalunya?
R. El compromiso del presidente es que se reúna en la segunda quincena de julio. Esperemos que sea en condiciones para que pueda dar frutos…
P. Dada la cercanía del horizonte electoral catalán, quizás el único fruto realista que se puede esperar es que la mesa no salte por los aires…
R. El Gobierno está comprometido con el diálogo. A partir de ahí, cada uno tiene su responsabilidad.
P. ¿No teme que la tensión electoral catalana desactive la mesa hasta después de los comicios?
R. Hay que ser suficientemente maduro para diferenciar ambas cosas. Pero yo puedo responderle por el Gobierno, no por los demás miembros de la mesa. Si alguien quiere usarla como arma electoral, comete un error muy grave. Porque es obvio que el diálogo es el único camino en Catalunya, un camino que exige seriedad, rigor, planteamientos a medio y largo plazo. Si se pide el diálogo para usarlo con otras finalidades es un error.
En El Nacional destacan la querella de Òmnium contra el rey emérito, que según la crónica de Marta Lasalas contribuirá a endurecer el trayecto judicial de Juan Carlos: "La querella d'Òmnium Cultural contra el rei emèrit Joan Carles I tindrà diferents efectes legals per a la Corona. La sola obertura del procediment judicial que "necessàriament" s'haurà de produir provocarà, segons se subratlla a la querella, que el cas passi a la Sala Segona del Suprem i deixi d'estar en mans d'una investigació "en solitari" de la fiscalia. A més, la querella interromprà el termini de la prescripció dels fets investigats, alguns dels quals es remunten a fa 9 o 10 anys, per la qual cosa estan a punt de prescriure, (...) La querella criminal demana que s'investigui el Rei emèrit per suborn, tràfic d’influències, negociacions prohibides a funcionaris, delicte contra la hisenda pública i blanqueig de capitals".
Rebrotes en Lleida. "Salut opta per no confinar Lleida tot i la tendència a l'alça del coronavirus a la regió" titula Nació Digital. La pieza viene con la firma de Àlvar Llobet: "L'augment de contagis de coronavirus que s'ha registrat en les darreres setmanes a la demarcació de Lleida no suposarà, de moment, cap confinament. La consellera de Salut, Alba Vergés, ha anunciat aquest divendres des de la capital del Segrià que s'ha pres la decisió de no tancar els veïns de les comarques afectades, per bé que ha insistit en la necessitat de complir estrictament amb les mesures de seguretat. La demarcació de Lleida té actualment vuit brots actius de coronavirus (nou si es compta el de l'Aran)".
Internacional. Macron ha nombrado primer ministro al alcalde de Prada de Conflent. Otro primer ministro francés que habla catalán subraya La Vanguardia.
En el ABC se celebra el 4 de julio con una entrevista de Esteban Villarejo al embajador de los Estados Unidos Duke Buchan III, quien resalta el legado español en su país en una respuesta kilométrica:
"P. Hemos visto el derribo de estatuas como Fray Junípero y vandalismo contra Cervantes y Colón. ¿Qué está pasando exactamente?
R. Entendemos el desencanto que muchos están expresando en EE.UU. en este momento. Es importante escuchar y hacer un análisis integral para entenderlo a fondo. Hemos visto que parte de esa reacción ha rebosado sobre aquellos que son percibidos por algunos como símbolos del colonialismo. En mi país hay un debate sobre estas acciones y el contexto histórico en el cual se están llevando a cabo. Las protestas pacíficas y las llamadas a mejorar como pueblo son fundamentos del carácter norteamericano, pero hay que respetar el imperio de la ley. Como informó ABC en su portada hace algunos días, el presidente Trump ha dejado muy claro que habrá graves consecuencias para los que participen en actos de vandalismo contra estatuas y monumentos en EE.UU. A fin de cuentas, Estados Unidos es un país hispano y valoramos nuestro legado español. España desempeñó un papel crucial en el nacimiento de mi país. Contribuyó con ayuda militar y económica y posibilitó que el sueño de la creación de una democracia se convirtiera en realidad. Grandes nombres como el de Fray Junípero Serra son parte de nuestro ADN, como también lo son Bernardo de Gálvez o Jordi «George» Farragut que lucharon con valentía por EE.UU. durante la revolución americana. Su verdadero legado es haber puesto en marcha lo que Estados Unidos y España son hoy. Socios, aliados y amigos..."
4 de julio, santoral: Andrés de Creta, Cesidio Giacomantonio, Jocundiano mártir, Isabel de Portugal y Valentín de Nangres.