La última hora del coronavirus en Cataluña son los reparos del nacionalismo a aceptar la ayuda del Gobierno. En la Generalitat no gusta el supuesto estilo militar ajeno. Era de prever cuando el consejero de Interior se pasa las comparecencias diciendo eso del "Gobierno de España" en castellano para señalar que todo lo malo que ocurre en este paraíso posconvergente es culpa del "país vecino". Temen también que se les vean las vergüenzas, ese sistema de residencias para mayores totalmente colapsado y las unidades de cuidados intensivos saturadas.

El Ejército no está bien visto en Cataluña por la dirigencia y la grey independentistas, pero es lo que hay cuando se tienen que apagar fuegos que desbordan a los bomberos por la república o a los sanitarios por la independencia. Sin embargo, la Generalitat no duda en poner todos los obstáculos posibles, como demuestra de manera lacerante el caso del hospital de campaña de Sabadell, asunto que abre la edición de Crónica Global y está reflejado a rebufo de este medio en las demás cabeceras. Aquí escribe María Jesús Cañizares, de cuyo texto destacan estos dos párrafos: "El lunes, esta unidad comenzó a trabajar en Sabadell, conscientes, dicen, de que no son bienvenidos en Cataluña. Disciplinados, no entran en valoraciones políticas, aunque saben que miembros del Gobierno catalán han rechazado su presencia en repetidas ocasiones. Las fuerzas armadas, a juicio del independentismo, forman parte de un Estado "represor". De ahí la hostilidad".

Sigue la información: "“Pero ayudar a quien tiene prejuicios es la mejor forma de darnos a conocer porque así borramos la imagen que tienen de nosotros. Que la gente vea el trabajo que hacemos”, explica un militar que lleva más de 14 años destinado en Cataluña y que ha estado en contacto con sus compañeros de Salamanca".

La prensa afecta a la causa nacionalistas comienza a tomar conciencia que el desastre del coronavirus puede ser más grueso de lo que han reconocido hasta ahora las autoridades. Se comienza a preparar el terreno para una cifras mucho más altas. De la pieza de Ferran Casas en Nació Digital: "Quanta gent mor cada dia de coronavirus a Catalunya? La xifra exacta és, hores d'ara, una incògnita. El Govern, com fa també cada migdia l'executiu espanyol, ofereix cada nit dades oficials, però ara ja s'assumeix obertament que no són precises. No hi ha comptabilitzats tots els morts que provoca la pandèmia".

Continúa el texto: "Fins aquest dimecres havien mort a Catalunya, segons les dades del Departament de Salut, 2.093 persones. Fonts del departament assumeixen, però, que "en són més" i per això ja es treballa per donar dades precises". 

elpais

Cambio de registro. La versión económica del coronavirus. El País advierte en su primera página que "El mercado de trabajo sufrió en marzo un batacazo sin precedentes". Los datos que se conocerán esta mañana son terroríficos, según avanza en el diario de Prisa Manuel V. Gómez: "Pocos se han atrevido a dar cifras. Sí lo hizo el secretario general de Comisiones Obreras, Unai Sordo, habló del riesgo de que se perdieran un millón de empleos o más. En realidad, pensaba en los temporales y los indefinidos que tienen poca antigüedad y, por tanto, con una indemnización por despido más barata. Solo quedándose a mitad ese cifra, ya superaría holgadamente el que hasta ahora ha sido el peor dato de las series estadísticas, enero de 2009, cuando en los peores momentos de la Gran Recesión el paro subió en 200.000 personas (la agencia Servimedia adelantaba este miércoles que serían 300.000) y se perdieron casi 350.000 afiliados medios".

En La Razón se remiten a la guerra civil. Escribe H. Montero: "España se encuentra en estado de alarma, pero el mercado laboral va un peldaño por delante: afronta un estado de excepción desconocido, al menos, desde la Guerra Civil. Ni siquiera la gran crisis financiera, que sacudió con crudeza nunca vista hasta entonces el mercado laboral en 2009, causó tanto daño en términos de empleo como el Covid-19. De hecho, las previsiones apuntan a que en solo medio mes, el virus ha dañado más el mercado laboral que la crisis en el 2009 completo".

La tormenta mediática sobre el Ejecutivo es bíblica. En El Mundo el titular de apertura es que "El Gobierno desoyó las llamadas de la OMS y la UE a hacer acopio de material". La nota viene con la firma de Juanma Lamet: "El Gobierno desoyó los llamamientos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la UE para hacer acopio de material sanitario durante los primeros compases de la expansión del coronavirus. A pesar de que La Moncloa tomó nota de las recomendaciones y las introdujo en uno de sus informes sobre la epidemia, el Ejecutivo no vio necesario hacer compras adicionales -preventivas- de material para "garantizar que los trabajadores sanitarios estén protegidos", como aconsejaba el organismo multilateral en un informe fechado el pasado 3 de febrero".

Sigue la información: "Sanidad tampoco vio pertinente aprovechar la "ventana de oportunidad" de la que avisaba el 11 de febrero la OMS para comprar un remanente de equipamiento --mascarillas, guantes, gafas protectoras, respiradores, batas quirúrgicas o camas, entre otros-- que le permitiera afrontar un posible contagio masivo que, finalmente, se hizo realidad cuatro semanas después, a inicios de marzo. El Ejecutivo de Pedro Sánchez tampoco siguió la conclusión a la que llegaron los 27 socios de la Unión Europea el 13 de febrero: "Vigilar el riesgo de desabastecimiento de medicamentos y equipos importados desde China"".

El Nacional destaca los recelos alemanes respecto a Sánchez en una pieza que escribe Lluís Bou: "L'entorn de la cancellera alemanya, Angela Merkel, està molt molest amb el president espanyol, Pedro Sánchez, per la forma de gestionar el coronavirus. Sánchez ha deixat de ser el polític en qui dipositaven les esperances d'una estabilitat, en la política espanyola al·lèrgica als pactes. La fundació Konrad Adenauer, vinculada a la CDU, el partit de Merkel, ha fet ara un informe demolidor contra el líder del PSOE. Segons la fundació, Pedro Sánchez ha comès "errors" visibles en la gestió de la crisi sanitària del coronavirus, fins al punt que Espanya és el segon país amb més morts després d'Itàlia, i els intenta amagar a nivell internacional atacant Alemanya i Holanda perquè no volen pagar el pla Marshall que reclama. "El to cap als socis europeus que el rebutgen cada vegada és més dur. I amb això distreu l'atenció de les seves errades", indica".

EE

Tal vez para hacer frente al descontento que se avecina con los datos del paro el Gobierno tiene en la recámara la renta universal, según apunta Alberto D. Prieto en El Español: "El pasado 27 de febrero, antes de la emergencia del coronavirus, compareció ante la comisión del Congreso de los Diputados José Luis Escrivá. Y en ella, no tardó ni un minuto en anunciar que su nuevo Ministerio de Inclusión y Seguridad Social "va a aprobar en esta legislatura un Ingreso Mínimo Vital". Éstos eran los planes prestablecidos, pero la crisis sanitaria del Covid-19 y, sobre todo, la hecatombe económica asociada, han "adelantado todo"".

Sigue la pieza: "Así lo han revelado a este periódico fuentes del Gobierno, asegurando además que este instrumento inclusivo "para no dejar a nadie atrás" llega para quedarse. Con el mismo diseño con el que se apruebe ahora o retocado una vez alcanzada la normalidad, Escrivá pretende que esta renta ya permanezca y sea uno de los hitos sociales del Gobierno de Pedro Sánchez".

Hito de un Gobierno cuya sede, Moncloa, parece el epicentro del coronavirus a tenor del número de contagiados, según destaca Ana Belén Ramos en El Independiente: "Pero el complejo presidencial se ha convertido también en la ‘zona cero’ de un virus que acorrala cada vez más a Pedro Sánchez. En su interior se han multiplicado los casos desde que trascendiese el positivo de la ministra de Igualdad, Irene Montero. El último goteo de casos se ha registrado en el seno del comité de gestión técnica del coronavirus, la célula de expertos que se reúne diariamente en el complejo presidencial con el jefe del Ejecutivo, de la que han resultado infectados tres de sus cinco miembros".

Sigue la nota: "El primer caso llegó de la mano del director adjunto operativo (DAO) de la Guardia Civil, Laurentino Ceña el pasado 25 de marzo, que se sometió a la prueba del coronavirus después de varios días sintiéndose indispuesto. Este mismo lunes se conocía el segundo caso: Fernando Simón, la cabeza visible del Ministerio de Sanidad desde que la crisis diese sus primeros compases, daba positivo tras padecer síntomas compatibles y «un pico de fiebre», según informó la número dos de Simón en el Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES), María José Sierra, que le sustituía entonces por su indisposición. Y tan sólo un día después, caía el tercer miembro del gabinete de crisis, en este caso el homólogo de Ceña en la Policía Nacional, José Ángel González. Solo quedan dos expertos que aún no han dado positivo: el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), Miguel Ángel Villarroya; y la secretaria general de Transportes, María José Rallo del Olmo".

2 de abril, santoral: Abundio de Como, Francisco de Paula, María de Egipto y Víctor de Capua.