Es poco probable que los participantes del primer encuentro entre el PSOE y ERC sobre la investidura de Pedro Sánchez supieran que el cuadro que presidía la reunión se titula Él flota sobre la situación, pieza del artista murciano José Luis Azparren. Mucho más meridiana era la simbología con la que los comisionados republicanos se presentaron al acto, los bolis morados con la leyenda free Forcadell y las libretas Moleskine. Y eso que Josep Maria Jové, uno de los enviados de Junqueras, siempre ha negado que la famosa libreta del proceso fuera suya.
A ningún medio se le escapa que lo de ayer fue una reunión de tanteo, un primer ensayo de una obra que tendrá otros actores porque tampoco nadie se puede creer que Pedro Sánchez vaya a dejar la resolución del futuro gobernativo en manos de la joven Adriana Lastra. Tampoco cuela que otro jovencito, el tuitero Rufián, sea quien vaya a decidir si ERC desencalla o encalla la gobernación del reino.
De modo que ambas delegaciones constataron que hay partido pero que no ha hecho más que empezar y será largo, duro y espeso. Agotarán los plazos, sin duda. PSOE y ERC hallan 'puntos de encuentro' y deciden seguir negociando titula El País; Sánchez entrega al ERC la "estabilidad" de España, apunta La Razón. Ambos medios representan el yin y el yang de la tierna negociación. El primero otea el vaso medio lleno; el segundo vislumbra una tormenta en el vaso.
En El Independiente abordan el encuentro Pablo García y Carmen Torres, que escriben: "Más de una hora después de que terminara la primera reunión entre PSOE y ERC para investir a Sánchez presidente, el PSOE ha emitido un comunicado (conjunto con el PSC) en el que resalta 'la existencia de diferencias pero también de puntos de encuentro', y en el que apuestan por la «voluntad compartida de diálogo» para «encauzar el conflicto político en Cataluña». Igualmente, para «desencallar la formación de Gobierno» entre PSOE y Unidas Podemos. Sin embargo, Esquerra, en otro comunicado, ha manifestado de nuevo el ‘no’ a Sánchez".
Sigue la nota: "En el comunicado socialista se habla de «entendimiento institucional». La mención al «conflicto político» tras las condenas por sedición y malversación a los líderes del procès que declararon la independencia en otoño de 2017 dará que hablar. El comunicado apenas tiene tres párrafos y emplaza a los actores a seguir hablando la semana que viene, el martes 3 de diciembre".
El "conflicto político" sería, pues, la concesión del PSOE un día después del decreto contra la república digital y en un día plagado de noticias judiciales contrapuestas. Por un lado, la ruptura de la unanimidad en el Tribunal Constitucional respecto a la prisión incondicional de Oriol Junqueras; por otro, la citación del Tribunal de Cuentas para que condenados, fugados e investigados asuman el coste del 1-O.
Por partes, primero el Constitucional. De la pieza de Reyes Rincón en El País: "El Tribunal Constitucional ha roto este jueves la unanimidad que había mantenido hasta ahora en los asuntos relacionados con el procés. El pleno ha rechazado un recurso del exvicepresidente Oriol Junqueras contra la decisión del Tribunal Supremo de mantenerle encarcelado preventivamente, pero la postura mayoritaria salió adelante con nueve votos a favor y tres en contra. Estos tres corresponden a los magistrados del sector progresista Fernando Valdés, María Luisa Balaguer y Juan Antonio Xiol, que anunciaron que preparan un voto particular discrepante. Además, la mayoría del pleno frenó la propuesta de Xiol de conceder amparo al exvicepresidente catalán ante la decisión del juez Pablo Llarena de impedirle acudir a la sesión constitutiva del Parlament en enero de 2018. El ponente tendrá que rehacer su resolución tras el rechazo de la mayoría de los magistrados. (...) Los tres magistrados que votaron en contra no defendían, según fuentes del tribunal, que la prisión preventiva hubiera vulnerado de forma frontal un derecho fundamental de Junqueras, pero consideraban que la decisión de encarcelarle, adoptada por la Audiencia Nacional y ratificada por el Supremo, debía haber estado más motivada al tratarse de un representante público".
El Mundo abre su portada con las hipotéticas derivadas de este debate: La división en el TC allana la vía del 'procés' en Estrasburgo. Escribe al respecto Ángela Martialay: "Con esta división en el seno del TC, reaparece el fantasma más temido para la Sala Segunda del Tribunal Supremo: la Corte de Estrasburgo. A lo largo de todo el juicio del procés, el tribunal presidido por Manuel Marchena, fue garantista con los derechos de los presos y adoptó todas sus decisiones mirando siempre de reojo al TEDH. La unanimidad en su sentencia era otra forma de blindarse ante dicho tribunal. Ahora, esos esfuerzos han caído en un saco roto porque los independentistas tendrán el as bajo la manga de los votos particulares del Constitucional cuando les toque acudir a Europa. (...) Ante esta situación, los reproches entre miembros de ambos tribunales no han tardado en aflorar. "Nunca debieron admitir a trámite todos los amparos de los presos", se lamentan en el Supremo. "A toro pasado todo se ve muy fácil, pero el pleno tenía que dar una respuesta conjunta a los recursos del procés que eran de indubable trascendencia constitucional", responden desde el tribunal de garantías".
En cuanto al Tribunal de Cuentas, la intención de esa instancia es que los miembros del anterior Govern paguen hasta las dietas de los llamados piolines, según anota Francisco Velasco en La Razón; "En la notificación del Tribunal de Cuentas remitida a los afectados se les informa que las actuaciones se encuentran a su disposición para que en un plazo máximo de 10 días hábiles desde que reciban la resolución puedan aducir alegaciones y aportar documentos u otros elementos de juicio que estimen que deban ser tenidos en cuenta. En esa comparecencia, se requerirá a los afectados para que paguen o avalen las cantidades reclamadas, que deben cuantificarse de forma exacta, o, en caso contrario, se les podría embargar sus bienes para hacer frente a esa responsabilidad. En un principio, la cantidad podría situarse en torno a unos ocho millones de euros, que procedería de lo que el Tribunal Supremo consideró que se había gastado la Generalitat en el 1-O y de los gastos generados al Estado por el envío de agentes de guardias civiles y policías".
Ajeno a las negociaciones y a la actualidad judicial, el presidente de la Generalitat, Quim Torra, anima a los catalanes a "polarizar" y "sacrificarse". Ha leído el libro de Paul Engler Manual de desobediencia civil y la entrevista que le practicaba Vilaweb y se ha venido arriba, que diría el fiscal, en Twitter. La trayectoria de Engler no tiene desperdicio. Hijo de cura y monja, el hombre, que se declara cristiano místico, asegura que los movimientos ganadores necesitan mártires. Es el nuevo profeta de Torra. En la misma onda está Santiago Espot, que ayer emitió un tuit que destaca el e-notícies y en el que el presidente de Catalunya Acció muestra el rostro más tenebroso del independentismo. Espot dice que hay que ser vengativo con los españoles, a los que recomienda reprimir con saña.
Para rebajar el mal sabor de boca, el mismo digital recomienda un hilo del proceso del usuario Rotom que arranca con la siguiente proclama del ínclito Josep Maria Mainat: "Demà faré vaga. No es notarà, perquè no treballo enlloc, però en faré", continúa con homenajes a bolardos y puertas víctimas de la "violencia" policial del 1-O y continúa con otra declaración de Torra: "Treballant com cada dia pel benestar social, el progrés econòmic i la República independent". Son algunos de los grandes "hits" del proceso.
29 de noviembre, santoral: Álvaro Pelagio, Demetrio, Filomeno, Iluminada, Paramón y Saturnino de Tolosa.