Incertidumbre y miedo son los términos recurrentes en las previas del día de autos, elecciones generales en España. Los trackings de última hora plantean porcentajes y horquillas que tanto facultan la suma de las derechas como la de las izquierdas. Todo cabe, hasta que Junqueras y Puigdemont se conviertan en factores determinantes de toda aritmética. La única operación que no se contempla es precisamente la ganadora. Si los partidos del 155 quisieran, no habría más discusión. Sánchez apoyado por Casado y Rivera o en el orden que decidan los electores y punto.
Los candidatos tienen más prietas las nalgas que las filas. Ostentan liderazgos que esta noche se pueden venir abajo. De hecho, más de uno se tiene que pegar el bofetón de la década para cuadrar las cuentas, aunque cabe la posibilidad de que un derrotado se convierta en ganador, como Juanma Moreno en Andalucía, y a la inversa, como Ciudadanos en las pasadas catalanas.
Máxima inquietud, nervios a flor de piel y una desproporcionada crispación. Se han dicho y escrito cosas de hutus a tutsis que ni en tiempos de las campañas con ETA en un país que requiere tila y necesitará analgésicos y vitaminas para afrontar una crisis económica que se perfila cada vez con mayor nitidez.
El ambiente político es preapocalíptico, según la crónica de Rafael Méndez en El Confidencial: "Las elecciones del miedo amenazan con ser una variante de la cúpula del trueno, aquel 'ring' de Mad Max en el que entraban dos y salía uno. En este caso, es posible que entren cinco y solo salgan dos indemnes si se logra formar una mayoría y no hay que repetir elecciones: el que acabe de presidente más Abascal y mientras que a los restantes se les complica la vida interna en sus partidos. Los líderes han formado listas a su antojo, lo que deja grupos parlamentarios afines, pero ha habido estrategias de riesgo que pueden pasar factura si salen mal: la campaña del PP acercándose a Vox, la decisión de Albert Rivera de volar todos los puentes con el PSOE, la división interna en Podemos o la campaña plana de Pedro Sánchez que ha dado oxígeno a Pablo Iglesias".
Abunda Méndez: "Pablo Casado es, probablemente, el que más tiene que ganar y que perder en las elecciones. El líder del PP, de 38 años, lleva menos de un año en el cargo y es la primera vez que se presenta. Tradicionalmente, el PP ha tenido paciencia con sus candidatos —Aznar y Rajoy ganaron a la tercera—, pero las perspectivas de Casado son de enfermería o puerta grande. Todas las encuestas pronostican al PP una dura bajada, pero eso no importará si logran sumar las tres derechas y los populares son los más votados de los tres. Casado aspira ahora a imitar a Juanma Moreno, al que tenía preparada una gestora en Andalucía la misma noche electoral (que suspendió cuando este se vio ganador gracias al apoyo de Ciudadanos y Vox)".
Portada de 'El País' del domingo 28 de abril
Todos los líderes se sostienen ahora mismo con alfileres, de Pedro Sánchez a Pablo Iglesias, de Rivera al antecitado Casado. Ni siquiera Santiago Abascal las tiene todas consigo. Menos de veinte diputados sería un fracaso ante las altas expectativas generadas y el partido se maneja con una suerte de protagonismo compartido en el que también cuentan el matrimonio Espinosa de los Monteros-Monasterio y Javier Ortega Smith. Del fenómeno Vox se ocupa Voz Populi en crónica de Jorge Sáinz, que escribe: "La campaña de Abascal, con mitines más propios de una estrella del rock que de un político, ha puesto de los nervios al PSOE y el PP. Los grandes partidos temen que Vox desborde ampliamente las encuestas, Abascal supere a PP y Ciudadanos y la aritmética del Congreso conduzca a un nuevo bloqueo y la ingobernabilidad".
Sigue el texto: "Los porqués de Vox son irrelevantes ante el veredicto de la urnas. El fenómeno es idéntico al de la mayoría de países de la Unión Europea, que se ha visto sacudida por el avance de estos partidos de Norte a Sur. Es el signo de los tiempos, cuyo máximo paradigma es la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca. Vox es el refugio que han encontrado muchos votantes confusos por una revolución tecnológica que se ha tragado el sistema económico capitalista tal y como se conocía".
Es una teoría plausible, una revuelta de los paletos como la que según los exquisitos demócratas estadounidenses aupó a Trump. Lo que es indiscutible es que la campaña en sí ya ha dejado un reguero de víctimas políticas que Ana Cabanillas señala en El Independiente: "Los damnificados en campaña visten todos los colores pero todos coinciden en algo: han sido orillados por sus partidos, afrontan la recta final en provincias y con perfil bajo y asumen que en los próximos cuatro años su papel se verá también relegado. Dolors Montserrat del PP, Miquel Iceta del PSOE, Carolina Bescansa o Miguel Urbán de Podemos o Luis Garicano de Ciudadanos son ejemplos de este punto de inflexión".
Continúa párrafos después: "Si el sorayismo ha desaparecido en la campaña popular, en el PSOE no queda rastro de Susana Díaz. El ex portavoz socialista en el Congreso, Antonio Hernando, no figura en las listas del PSOE. El que fuera uno de los amigos de juventud de Pedro Sánchez ha sido desbancado para esta nueva legislatura tras su apoyo a la baronesa andaluza en el último Congreso socialista. El que fue secretario de Organización del PSOE, César Luena, ya no estará en el Congreso y ocupa la lista europea, aunque no ha ocupado ningún papel relevante en la campaña electoral".
Las elecciones en Cataluña. Normalidad en la apertura de los colegios. Nota de Cèlia Forment en El Nacional: "Ajuntaments de diversos municipis catalans han lluït avui dissabte, poques hores abans del 28-A, pancartes en contra de la Junta Electoral Central. Són pobles que durant la campanya han optat per mantenir missatges o simbologia de suport als presos polítics o a favor de la democràcia.
Es tracta d'una acció particular de desobediència contra l'obligació de retirar simbologia sobiranista dels edificis públics que la JEC va imposar durant el període de campanya electoral. Per ara, no se n'ha reivindicat l'autoria. És el cas de Campdevànol, al Ripollès, on a sota de la pancarta de "Llibertat presos polítics", que ha estat penjada al balcó de l'edifici consistorial durant tot el mes, n'hi ha aparegut una segona que deia "Desobeïm la JEC"".
En el E-notícies destacan un mensaje que se ha viralizado en las últimas horas. Se trata de recomendaciones a la hora de votar de un usuario de Twitter entre las que destacan las dos primeras y la conclusión:
-”Hay que llevar DNI; en estas elecciones lo piden. Importante: se vota una vez. Una.
-Las urnas se dejan en el centro de votación. Ni se traen de casa ni se las lleva uno en el coche. Ojo con esto.
-Para acabar, muy importante: el recuento es posterior a la votación. No puede ser previo. Es decir, lo ideal sería que el recuento coincidiese con el número de papeletas en las urnas”.
Un consejo que vale para todos es que en las urnas van papeletas, no cócteles molotov.