Sábado de Gloria sin encuestas. Pedro Sánchez copa las portadas. El País y La Razón coinciden en el titular, que el aspirante socialista "rectifica y acepta dos debates". En La Vanguardia es que "cede y acepta" y así en general. Más que a debates parece que tenga que ir al matadero. Por razones no especificadas todavía se da por descontado que Albert Rivera y Pablo Casado van a barrer a Sánchez en un escenario en que Pablo Iglesias estará de pega.
El ambiente es parecido al de la previa de aquel debate entre Pizarro y Solbes que ganó el segundo contra todo pronóstico. Subidón en esas que llaman las tres derechas con el partido de ida y vuelta en TVE y Atresmedia mientras que las excusas del entorno presidencial son de bombero torero.
El PSOE no puede disimular un cierto punto de desolación ante el borrón de los debates en una campaña que pretendían anodina y aguada. Lo previsto era que Sánchez mantuviese las distancias y ganara a los puntos con el jab de izquierda. Coser y cantar, flotar como una mariposa y picar como una avispa. Pero va a tener que entrar en el cuerpo a cuerpo, fajarse en las cuerdas, cabecear, agarrarse, dar y recibir golpes bajos. Eso es al menos lo que todo el periodismo, la política y el periodismo político dan por descontado.
Las atropelladas justificaciones del entorno sanchista no ayudan a la proyección de su pupilo en el ring. De la crónica de José Marcos en El País: “Todo lo que no fuera asistir se podría volver en contra. Y en ambos casos tenía que ser el presidente”, explican fuentes del partido en el Gobierno. “Había que pinchar esa burbuja y que quedase claro que nosotros queremos debatir. Estamos muy interesados en hacerlo”, añaden en el área de estrategia de la campaña de Sánchez. Desde la dirección del PSOE trasladan que los españoles “tienen derecho a escuchar a los candidatos debatir sus propuestas para España” y que, “ante la posibilidad real de que no hubiera ningún debate”, optaron por participar en los dos".
Sánchez aboga por el guante blanco, según dijo en un mitin en San Sebastián, pero da igual el color de los guantes. Lo que importa es el guantazo, como el que le da José Antonio Zarzalejos en El Confidencial: "El verdadero problema del candidato socialista es que no resulta fiable, o en otras palabras, que carece de credibilidad. Lo ha venido demostrando a lo largo de los ocho meses tramposos de su Gobierno que han consistido en una larga y tortuosa campaña electoral en la que ni uno sólo de sus compromisos relevantes han llegado a cumplirse. En este tiempo, él y su equipo han adoptado decisiones –desde exhumar a Franco a reformar la Constitución- que sabían de antemano que no llegarían a ejecutarse".
El protagonista en la sombra del sainete es Iván Redondo, asesor áulico, spin doctor y mago del marketing político, lo que viene siendo un gurú, el gurú de Pedro Sánchez. En El Español, Daniel Basteiro apunta los diez errores y dobles faltas que ha perpetrado Redondo en pocos días: "1. "Disposición total" y después cerrojazo. 2 Entre TVE y Abascal, elegir a Abascal. 3. No prever recursos ante la Junta Electoral. 4. Defender ardientemente RTVE menospreciando a Atresmedia. 5. Subestimar a Casado y Rivera... pero sobre todo a Iglesias. 6. La torpe trampa de cambiar la fecha. 7. Meter a RTVE en la contienda y provocar la rebelión. 8. Cargar contra la Junta Electoral. 9. Proponer regular los debates tras haber suprimido la promesa en el programa. 10. Rectificar, pero con un comunicado insólito".
Esto es un compendio de todo lo que podía salir mal, un festival de tostadas en la alfombra, la pesadilla de la cola que menos avanza en el supermercado y la maldición de sacar el paraguas y que no llueva. Pero queda mucho, una semana es una eternidad para un electorado que no se acuerda de lo que votó hace meses.
En campaña los perros son los nuevos bebés con los que hacerse fotos. El estatus de los animales domésticos es francamente apreciable. Hay hasta pastelerías específicas para los perros. Y mítines. Pablo Iglesias y Albert Rivera se comprometieron ayer a aplicar duras leyes contra el maltrato animal. Iglesias quiere prohibir los toros y Rivera meter en la cárcel a los maltratadores de animales. Se disputan el escaño del Partido Animalista sobando lomos y haciendo arrumacos a los pulgosos.
Cataluña. Las relaciones entre Junts per Catalunya y ERC son como las de los matrimonios mal avenidos. Hay uno que no se quieren enterar de que ya están separados o de que el otro se quiere separar, tanto da. Las encuestas son de naturaleza catastrófica para la bandería de Puigdemont. "JxCat invoca el seu 'esperit de Juanito' (es diu Puigdemont)" titula El Nacional. Escribe Marina Fernàndez sobre el febril estado de ánimo en las filas posconvergentes: "Arribats a aquest punt, a les files de JxCat comença a ressonar amb força l'esperit Puigdemont. Aquell que va irrompre el 21-D, quan l'eliminatòria contra l'etern rival, ERC, semblava perduda. Les apostes els donaven perdedors, fins al punt que una enquesta de La Vanguairda, pocs dies abans, els pronosticava un resultat paupèrrim, catorze diputats al Parlament per més de quaranta d'ERC. La victòria final va ser per a Ciutadans, però ells van guanyar la disputa dins del flanc independentista. 948.233 a 935.861. Una diferència de 12.372 vots. Llegit en clau de suma: 1,9 milions d'electors a favor de la independència. Aquella nit, a l'habitació de l'hotel on l'equip de campanya de JxCat seguia l'escrutini connectat per videoconferència amb Carles Puigdemont hi va haver una bona festa. S'hi va sumar fins i tot Toni Comín, que havia jugat la final a l'equip contrari".
Sorprendente derivada en El Món de las testificales de los policías nacionales y guardias civiles en el Tribunal Supremo. "Agents de la Brimo es reivindican davant dels 'piolins ploramiques'" lleva por título una pieza de Quico Sallés en la que miembros de los Mossos reivindican la contundente profesionalidad de la policía catalana frente a la flojera de los aparentemente feroces maderos y picoletos. Escribe Sallés: “Som unitats d’ordre públic, no massatgistes”. Aquesta és una de les definicions d’un dels agents veterans del pràcticament mig miler d’efectius que consta la polèmica Brigada Mòbil dels Mossos d’Esquadra, la unitat d’elit d’ordre públic de la policia catalana. Una frase que es contraposa al pòsit que deixa la marató de testificals al judici del procés dels seus homòlegs de la policia espanyola, els agents de la Unitat d’Intervenció Policial (UIP) o dels Grups de Reserva i Seguretat de la Guàrdia Civil (GRS) que van actuar durant el Primer d’Octubre".
Sigue la nota: "La mediació i la contenció han estat tòniques generals sense descuidar que quan consideren que convè, estomaquen i disparen foam. Tampoc no refusen la polèmica de les seves actuacions perquè “hi estem acostumats”. “No entenem com declaren els nostres companys de la Unitat d’Intervenció Policial del Cos Nacional de Policia sobre les cares d’odi, insults, empentes… quan aguantar és la nostra feina”, apunta un dels agents en discreta conversa amb El Món. “Són una mica ploramiques”, retreu un altre dels agents amb uns quants triennis a la fulla salarial de serveis. “Sembla que no estaven gaire acostumats a situacions d’ordre públic dur”, comenta a El món un excomandament de la Brigada".