Juicio y elecciones. Salvo sorpresa de último segundo, los grupos parlamentarios del PDeCAT y ERC en el Congreso mantendrán hoy las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos Generales del Estado, lo que precipitará según todos los indicios la convocatoria de elecciones generales. Se da por descontado que los comicios serán el 28 de abril y que el juicio por el proceso se llevará a cabo en medio de la campaña electoral. 



El acusado Jordi Sànchez escribe en El Periódico que "el juicio comienza bajo una ciclogénesis explosiva sobre la vida política española. No estaba anunciada, llegó repentinamente, pero el hecho de que el azar hiciera coincidir con solo 24 horas de diferencia el debate sobre el inicio de la tramitación de los Presupuestos con el inicio del juicio sobre el 1 de octubre podía hacerlo prever".



Sólo en una pequeña pieza de eldiario.es se apunta la posibilidad de un giro inesperado: "El PP sospecha que los independentistas apoyaran los Presupuestos 'en el último momento' y no habrá adelanto electoral". El mismo medio publica este miércoles un sondeo cuyo resumen es que el "tripartito de derecha" consolida su mayoría frente al Gobierno de la moción. En la horquilla baja, PP, Ciudadanos y Vox obtendrían 176 diputados, según la encuesta.



La imagen del día lleva la firma del fotógrafo de Efe Emilio Naranjo. Torra saluda a los presos, girados en su dirección, todos, salvo Oriol Junqueras, que mantiene la mirada al frente. No quiere competencia en su día. En El Confidencial, Ángel Villarino disecciona las escenas en el interior de la sala segunda del Tribunal Supremo. "Señoría, Mundó tiene que ir al baño y Torra necesita que Junqueras le dé un abrazo" es el titular de la pieza. Escribe Villarino: "En los pasillos hubo sonrisas incómodas y miradas esquivas. Oriol Junqueras evitó varias veces saludar a Quim Torra, a pesar de los esfuerzos de este por captar su atención. El presidente de la Generalitat se sentó en primera fila, buscando el saludo y el contacto físico con varios acusados. Al acabar la jornada, logró abrazarse a los Jordis y le arrancó a Junqueras un apretón de manos cuando pasaba a su lado con mirada ausente, casi tirándole del brazo. A Santi Vila, mientras tanto, se le evitaba como si fuese el mismísimo Ortega Smith quien, por otra parte, estaba muy cómodo en su papel de némesis del lazo amarillo".



Cuenta también Villarino que Mundó tuvo que ir al baño más veces y que Torra se entretuvo a ratos mirando al techo. Debería haber tomado notas. Rull y Forn, por ejemplo, escriben sendas colaboraciones en elnacional.cat en las que cuentan que se les trata y traslada con educación y el menú del día, tortilla de espinacas, verduras y macedonia de frutas. 



La sesión transcurrió con absoluta normalidad. De la crónica de Ricardo Coarasa en La Razón: "El presidente del tribunal hizo gala en la primera sesión del juicio del procés de una política de mano tendida con las defensas de los acusados. Manuel Marchena, a quien en ocasiones se le vio compartir confidencias procesales con su compañero Juan Ramón Berdugo, optó, en el ejercicio de sus prerrogativas para ordenar el desarrollo de la vista, por el principio de intervención mínima. Terció en las alegaciones de los abogados lo estrictamente necesario, y a menudo dejando huella de su acreditada ironía. Como cuando, a la vista de que el alegato de la defensa de Carme Forcadell se prolongaba más de lo estipulado, interrumpió a la abogada Olga Arderiu para precisarle que, aunque la Sala «le está escuchando con suma atención», se estaba prodigando en demasía en reiterar las cuestiones ya planteadas, y resueltas por el tribunal, «en las 263 páginas de su escrito». Aleccionada por el magistrado, a los pocos minutos la abogada concluía su intervención".



Del interés internacional que suscita el juicio escribe Cristian Campos en El Español. Batalla de imagen perdida para el Gobierno. La Leyenda Negra está muy viva allende los Pirineos: "Tengo la suerte de que me toque hacer cola para entrar al Salón de Plenos del Tribunal Supremo junto al periodista del The Times Graham Keeley. Keeley es un hombre dilatado a lo alto, parlanchín e inescapable que considera un detalle menor, textualmente "una broma", el hecho de que su diario haya encabezado su editorial sobre el juicio a los líderes del procés con el título La Inquisición española. También cree Keeley que Pedro Sánchez está apaciguando los ánimos que Mariano Rajoy encrespó al aplicar el 155, que Pablo Casado está actuando "de forma estúpida" y que el juicio a los líderes del golpe a la democracia de septiembre y octubre de 2017 es una sobrerreacción del Estado español que sólo hará que incrementar la producción de independentistas en Cataluña. Si no llega a ser por el acento de Keeley, habría jurado que hablo con un periodista de La Vanguardia". 

lavanguardia

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Precisamente La Vanguardia dedica una pieza al ambiente en el exterior del Tribunal Supremo para constatar un cierto malestar en la ortodoxia independentista por un cambio de banderas: "La ausencia de estelades y la presencia de banderas republicanas en la protesta en las puertas del Tribunal Supremo este martes con motivo del arranque del juicio del procés ha sido objeto de críticas desde sectores independentistas, que han visto en ello una rebaja en las pretensiones de partidos y entidades. Sin embargo, Elisenda Paluzie, la presidenta de la ANC ha salido al paso de estas críticas y ha explicado que la ausencia de estelades se ha debido a que la convocatoria estaba impulsa por “colectivos de izquierdas y republicanos de Madrid y Castilla como Izquierda Castellana, Coordinadora 25S, Madrid Derecho a Decidir y ANC Madrid”".



Carles Puigdemont, por su parte, trata de no pasar desapercibido. El cartel electoral de Junqueras es muy potente. Los rigores de prisión conmueven más que las andanzas en el extranjero del prófugo, constantemente obligado a justificar que se fue para mantener viva la llama de la república proclamada. Con todo, el expresidente ha logrado sacar cabeza informativa el día del juicio. No por su intervención en la "embajada" de la Generalitat en Berlín, sino porque el codirector del documental Dos Cataluñas, Álvaro Longoria, ha devuelto el premio de la Fundación Cinema for Peace porque quien le hizo entrega fue Puigdemont. De El País: "En una carta que ha entregado junto al trofeo, Longoria cuenta: "Creemos que el acto de entrega no ha sido imparcial y le ha fallado a nuestra ética profesional y a uno de los principios claves de nuestro documental, la neutralidad". Longoria, relator.



Hoy intervienen los fiscales, abogacía del Estado y acusación popular. Turno para Vox.



También es noticia que la Audiencia de Barcelona ha absuelto a la excúpula de Catalunya Caixa por subirse los sueldos mientras la entidad era dopada con fondos públicos en pleno estallido de la burbuja inmobiliaria. Viene a decir la sentencia que los emolumentos estaban en proporción con lo que se cobraba en aquellos tiempos. Hay tal atracón de noticias judiciales que ni siquiera los antidesahucios han protestado.



13 de febrero, santoral: Benigno de Todi, Cástor de Aquitania, Gosberto y Martiniano eremita.