Al joven Gabriel Rufián le ha dado un ataque de realismo y ahora va por los puestos animando a sus camaradas a pinchar las "burbujas del independentismo mágico". Es un as de las palabras el diputado republicano, “twitter master” de la política por la universidad de la vida que ha culminado una estratosférica carrera desde Súmate, la facción para charnis de ERC, a la carrera de San Jerónimo en dos años mal contados. No ha llovido tanto desde aquel trino de las 155 monedas de plata. A finales de octubre hará un año que el buen mozo de Santa Paloma atornilló a Puigdemont por botifler.
Al entonces presidente de la Generalitat le impresionaron mucho los arrebatos de Marta Rovira, los espesos silencios de Oriol Junqueras y las lecciones morales del Rufi, que se había abierto camino en ERC a base de bofetadas. El resultado es que pasó de convocar elecciones porque pa'chulo, su pirulo. La consecuencia fue el 155, más cárcel y esperpento en Bruselas. Pero ya casi nadie se acuerda de que la aplicación del artículo constitucional fue una elección premeditada del soberanismo. Sabían lo que podía pasar, pero aún así metieron los dedos en el enchufe.
Sea como fuere, los dirigentes de la cosa no se consideran responsables de nada. Todo es culpa de los demás, de la conspiración mesetaria, del rey de bastos y de la puta España togada. Así pues, mañana gran diada, renovación anual del milagro de la multiplicación de los panes y los peces. Es un clásico. Ya hay 435.000 inscritos, según la portada del Ara. Éxito garantizado. ¿Quién lo dudaba? Decía la preclara Elisenda Paluzie de la Assemblea cuando sólo había 70.000, hace cuatro días, que a la mani siempre va más gente de la que se apunta. No bajan de los tres millones, apoteosis clamoroso de un solo pueblo codo con codo.
Está en juego la honrilla del movimiento, con sus presos y "exiliados" más la república a tocar. Es el cuento de la Diada (El Nacional), todos los tramos a reventar, pura magia. Hace años, el presidente de la Generalitat se abstenía de participar, si bien recibía a los organizadores en Palau. En esta ocasión, Quim Torra estará en primera línea con el Govern en pleno. Bueno, Buch igual se pierde la manifestación. Será la primera vez. Confía la grey independentista que la jornada sea la espoleta del otoño caliente.
Ayer hizo bastante calor en el Paralelo. Manifestación por la unidad de España y la convocatoria de elecciones generales. La municipalidad aportó dos cifras de asistencia, lo cual es toda una novedad. La Guardia Urbana cifró la participación en tres mil personas, el Ayuntamiento de Jaume Asens, la rebajó a 2.000 "feixistes". Podían haber dicho que en realidad eran cuatro y tres de fuera. El sarpullido español en la avenida de la reina María Cristiana es la foto de portada de El Mundo. A simple vista parece que haya más de dos mil personas, a pesar del tajo vertical de la foto.
En las calles, ciertamente, no hay más color que el amarillo. Son suyas, de los nacionalistas de toda la vida, como los campos y las fábricas. En las urnas, en cambio, la cosa cambia. La aplastante mayoría social de todas las diadas no llega a la mitad de los electores. Es un fenómeno rarísimo del que deja constancia un sondeo de El Español. El soberanismo ganaría unas elecciones autonómicas con el 49% de los votos y ERC sería la lista más votada en un escenario de bloques estancos.
De vuelta a El Mundo, el diario de Unedisa reporta las malas artes de Artur Mas en materia de concesión de contratos. Alude al caso de la gestión del agua de Barcelona y detalla la manera en que Mas y su entonces mano derecha Germà Gordó presionaron a técnicos y funcionarios para facilitar una resolución favorable a Agbar que no se produjo. Son las viejas historias del tres por ciento, que han caído en el Triángulo de las Bermudas judicial, como el expediente de los Pujol.
Cambió el Gobierno pero no ha cambiado la impresión de la Fiscalía (La Vanguardia) respecto a los presuntos delitos cometidos por los líderes independentistas del 1-O. Es más, se podría agudizar en el caso de Trapero, a quien sopesan imputar como rebelde en vez de sedicioso (El Mundo). La Razón, por su parte, destaca que el Tribunal Supremo mantiene su "hoja de ruta" y el juicio al procés será en noviembre. La sentencia, predicen, en abril, un mes antes de las municipales y europeas.
Noticias del exterior de la burbuja. La epidemia de los máster alcanza a la ministra de Sanidad, Carmen Montón, quien según destaca El Diario consiguió uno en las mismas o mejores condiciones que los populares Cifuentes y Casado: "La ministra de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, Carmen Montón, superó con una nota media de 8,43 un Máster en Estudios Interdisciplinares de Género en la universidad pública Rey Juan Carlos en el curso 2010/2011, pese a que lo empezó cuando la mitad de las asignaturas ya habían finalizado. Entonces era diputada y portavoz de Igualdad del PSOE. Son seis materias de un total de 12 (más un trabajo final) en las que sacó tres sobresalientes, un notable y dos aprobados sin tener contacto con sus profesores, como ella misma ha admitido a eldiario.es".
El grado medio del político español es el de zopenco indocumentado que camufla su estulticia con títulos interdisciplinares del género tonto.
Real Politik. España venderá bombas a Arabia Saudí. El País detalla el reacuerdo y recuerda que no sólo estaban en juego cinco corbetas: "Riad, a través de distintos canales, hizo saber al Gobierno español que no solo peligraría la compra de cinco corbetas por más de 1.800 millones del astillero público Navantia sino los multimillonarios negocios de las empresas españolas en el país, que abarcan desde el AVE a La Meca al metro de Riad".
10 de septiembre, santoral: Nemesio de Alejandría, Nicolás de Tolentino y Pulqueria de Constantinopla.
La magia de la Diada y la Fiscalía, en sus trece
Ya casi no quedan entradas para la gran manifestación de mañana. La Fiscalía sopesa incluir a Trapero en el club de los procesados por rebelión. La ministra Montón también tiene un máster
10 septiembre, 2018 08:52Addoor Sticky