Al Gobierno le pirra la estética "Top Gun". Estado Mayor en Quintos de Mora, el rancho de Aznar. El bello Pedro llega en helicóptero. Orden del día, punto único: agarrarse al poder, estirar la goma, explotar el momento. Quien resiste gana y tal. Partido a partido.
Disimular es de cobardes a tenor del titular principal de El País: "Sánchez aborda el inicio del curso político como una campaña electoral". Carlos E. Cué firma el texto de apertura: "Para empezar, no está descartado un adelanto electoral. Por eso el Gobierno arranca el curso político después de este encuentro con la idea de convertir el Ejecutivo en un gran escaparate electoral, llenar la agenda de medidas progresistas de recuperación de derechos y mejora de los servicios públicos y prepararse para una larga campaña electoral hasta mayo de 2019, fecha de las elecciones municipales y autonómicas en las que PSOE y Podemos podrían lograr una importante cantidad de poder. El curso político se convierte así para el Gobierno, según fuentes del Ejecutivo, en una especie de campaña electoral permanente no declarada en la que Sánchez y su equipo tratarán de sacar el máximo partido al privilegio de tener el poder y la iniciativa".
En conclusión y de la misma crónica del diario de Prisa: "“Estar en el Gobierno es la mejor campaña electoral posible. Tú no haces promesas, tomas decisiones y las llevas al Parlamento. Si no salen, puedes presionar a tus socios y culparles políticamente. Desde ahora vamos a estar en campaña permanente”, resume un dirigente". Se hace raro ver en la foto política a los ministros independientes Duque, Grande-Marlaska y Dolores Delgado.
Las causas del puñetazo
Apaciguar Cataluña es una de las prioridades del Gobierno, lo que de momento pasa por no hacer nada y dejar hacer a los soberanistas. La Vanguardia sostiene que la última nariz rota en Cataluña no obedece a causas políticas, según el atestado de los Mossos. La agredida es esposa de un militante de Ciudadanos que sostiene lo contrario que en el diario de Godó se atribuye a la fuerza pública. El agresor, que fue identificado, pero no detenido, habría sacado el puño a pasear por razones de urbanidad relativas al mantenimiento de los espacios comunes. Según La Vanguardia, los niños del matrimonio estaban armando un jaleo de mil demonios.
Ningún medio expresa dudas sobre el carácter político del caso de Arcadi Espada, retenido e identificado en una rotonda de L'Ametlla de Mar bajo la acusación de sacrilegio por haber pintado una raya roja en un lazo amarillo de hierro. Él mismo lo cuenta en El Mundo. El alcalde de la localidad es el republicano Jordi Gaseni, que se dejó ir en el Twitter y llamó "bichos" al periodista y sus acompañantes. Gaseni, a lo visto, es un seguidor de la línea Torra.
Espada finaliza su pieza por alusiones: "El alcalde de L' Ametlla, Jordi Gaseni, acababa de dar en Twitter la noticia de los hechos. Y añadía: «Arcadi Espada y 7 bichos más». La animalización del discrepante es un clásico. Ratas judías, gusanos cubanos, cucarachas tutsis. Faeríes de Norteamérica, Pájaros de La Habana, Jotos de Méjico, Sarasas de Cádiz, Apios de Sevilla, Cancos de Madrid, Floras de Alicante, Adelaidas de Portugal. La respuesta canónica la dio bien entrada la mañana Cayetana Álvarez de Toledo. Orwell: «El nacionalismo es el hábito de asumir que los seres humanos pueden ser clasificados como insectos». Pero ten cuidado Gaseni, porque bicho en español es básicamente un toro".
Inés Arrimadas pide al Gobierno que haga algo en una entrevista en El Periódico, pero de momento no hay visos. En la línea vaga del Ejecutivo se enmarca la estrategia de haber dejado tirado al juez del 1-O. En El Confidencial dan cuenta de la demanda de Puigdemont contra Llarena en Bruselas. Así arranca la pieza: ""Desde hace bastantes años, los miembros de minorías que persiguen una acción política a favor de la independencia de su región sufren en España violaciones sistemáticas de sus derechos fundamentales".
Esta es la primera frase de la demanda civil que Carles Puigdemont y cuatro de sus 'consellers' presentaron ante los tribunales belgas y que ha provocado que se cite al juez que los investiga, Pablo Llarena, por acusaciones de falta de independencia. El escrito asegura textualmente que España es "un Estado delincuente", comparable, por ejemplo, a Kazajistán".
Hilando fino los letrados de Puigdemont, que lo mismo podrían haber dicho Corea del Norte que el Estado Islámico.