Inéditos documentos gráficos. Los paparazzi han cazado al president Torra sin el lazo amarillo. El hombre estaba en bañador y no era cosa de hacerse un piercing en el pezón. Demasiado bizarro. Tal vez un tatuaje con las caras de los presos en toda la espalda hubiera sido más adecuado. Mas, que también estaba por ahí, se dejó ver con un bañador amarillo. Qué audaz a la par que astuto es el expresidente. También estaban Eduard Pujol, Miquel Buch, Josep Costa y Chakir El Homrani. Todos como Fraga en Palomares por una buena causa, la campaña "Mulla't" para recaudar fondos contra la esclerosis múltiple. 350.000 euros obtuvo la fundación. Podría haber sido mucho más si hubieran rifado una foto con tan ilustres bañistas.
Torra y los de playa representan al hombre real, con sus lorzas, tripas cerveceras, piernecillas huesudas y pelos por todas las partes, salvo Mas, que o no tiene vello corporal o está en la onda de la depilación integral. Las fotos, como el Govern, no tienen nada de paritarias. Las consejeras deben ser más púdicas que Torra, Buch y El Homrani, a los que no les importa exhibirse en calzoncillos de playa la víspera de la reunión en Moncloa. La comparación con Pedro Sánchez no es pertinente. El presidente del Gobierno es un hombre joven, atlético y apuesto que ha hecho de modelo de manos, de gafas de sol y de trajes italianos. Y lo veremos en bañador. Fijo. Sobre políticos haciendo el ridículo va una pieza de El diario centrada en Soraya.
Todo eso más dos huevos duros y metralletas largas para los Mossos. En el ABC, Daniel Tercero destripa los auténticos planes de Torra, que constan en el libro "Los últimos cien metros. La hoja de ruta para ganar la República Catalana". Del texto de la cabecera de Vocento: "En el panfleto, Torra considera que la independencia de Cataluña se conseguirá sustituyendo la Constitución española por otra, solo catalana. «Un punto de no retorno» tras las elecciones del 27-S, consideradas «plebiscitarias» por el movimiento independentista. Una opción que se basa en acciones unilaterales".
Sigue: "«Se trata, simplemente, de aprobar una Constitución catalana que derogue la española. Y punto» (pág. 49) y «la única vía posible no pasa de ninguna manera por la reforma constitucional, sino, sencillamente, por la sustitución: de la Constitución española a la Constitución catalana» (pág. 172). Una propuesta que coincide con lo que el ya Torra presidente de la Generalitat defendió el día de su toma de posesión (14 de mayo de 2018): «Este es un proceso de abajo a arriba y que, después de la discusión ciudadana, que queremos masiva, ha de acabar concluyendo en una propuesta de Constitución de la República de Cataluña»".
En el rincón del president Torra, el preparador Agustí Colomines da las últimas instrucciones a su pupilo. Se trata de su último artículo para El Nacional: "Els que sempre estan disposats a rendir-se asseguren que el PSOE és menys agressiu que el PP. I que per això cal donar una oportunitat als socialistes. El PSOE és més sibil·lí, si de cas, però és tant o més espanyolista que el PP. (...) El PSOE té un suport escàs, més feble fins i tot que el que pot tenir Torra, que al capdavall representa un majoria parlamentària sobiranista menys Frankenstein que la que sosté el líder socialista. Anar a la Moncloa amb el cap cot ja seria un error, sortir-ne amb una falsa eufòria complicaria encara més les coses. Quan t’han enganyat tantes vegades, el millor és no donar fil a qui no és de fiar. A Torra li convé recuperar el diagnòstic del president Carles Puigdemont quan en sortir de la Moncloa després d’entrevistar-se amb Mariano Rajoy el 20 d’abril del 2016 va afirmar: “Mentre algú pensa què ens ha de dir, nosaltres anirem fent”. Cal saber exercir el poder i no tan sols representar-lo".
En El Periódico abordan la previa de la "cimera" con una socorrida encuesta de la que se deduce que la opinión pública está más por el pacto que por el parto republicano: "El 62 por ciento de los consultados, a la pregunta de "¿Qué ha de hacer Catalunya?" responden que debe negociar una mejora del autogobierno con el Estado. Son muchos menos, el 21,5%, los que prefieren buscar la independencia para construir una nueva república. Los ciudadanos situados más a la izquierda se muestran algo más partidarios de la opción secesionista (un 34%) y también, como era de prever, los que se sienten sólo catalanes. En este segmento sí se prefiere optar por poner en práctica la secesión (57,6%) frente al camino negociador (33,9%). La encuesta, en forma de 525 entrevistas se llevó a cabo entre el pasado 2 y el 6 de julio".
La jefa de la oposición, Inés Arrimadas, interrogada por Víctor Mondelo, clama al cielo en El Mundo ante el encuentro en Moncloa. Abren portada con la entrevista:
-¿Percibe la distensión que dice estar cultivando el Gobierno?
-De distensión nada. La sociedad está totalmente rota y el Gobierno no hace nada. Diputados procesados siguen votando con voto delegado, se ha nombrado delegada del Govern en Bruselas a una fugada de la Justicia, se expulsa de las instituciones a millones de catalanes con símbolos ideológicos, se dice al Rey que no puede venir a Cataluña. Esto no es la operación diálogo, esto es la operación miro hacia otro lado.
La prensa de papel editada en Cataluña le hace el favor a Torra de no darle la portada. Optan por el rescate de los niños atrapados en una cueva de Tailandia. Ya han salido doce de los cuatro y las perspectivas son halagüeñas. Nada que ver con lo de hoy en Madrid
9 de julio, santoral: Audaz de Velino y Everilda de Sajonia.