Antes de la fase final del proceso, a principios de la década, la gente iba por la calle a lo suyo. Ya no. Ambiente tóxico. Enfrentamiento civil, calentamiento acelerado. "Estudiantes" independentistas atacan a jóvenes de Sociedad Civil Catalana (SCC) en el campus de Bellaterra. Llueve sobre mojado. Hay nuevas modalidades de bronca. Revuelta y contrarrevuelta de los lazos amarillos. "El unionismo pierde el miedo" titula E-notícies para referir la performance de retirar de las calles los plásticos por los presos y exiliados, una acción de riesgo de las "brigadas de limpieza", que vienen a ser los Comités de Defensa de la República (CDR), pero de la contraparte.
Esto es que miembros o no de las denominadas "brigadas", que operan bajo la divisa "no hay campo sin grillo ni hortera sin amarillo", se pusieron a retirar los lazos de algunos de los colegios del 1-O mientras ciudadanos de signo contrario les miraban como con mucho odio y les decían cosas feas. Lo que es un lunes por la tarde en Barcelona rematado por una doble manifestación en la plaza Francesc Macià que congregó de una parte a la "Yellow street band" y de la otra, a la colla de los "Arrancalazos del Maresme", que han pasado de hacer castells a quitar propaganda por amor a la adrenalina y apego a los deportes de riesgo.
Citábamos ayer una nota de El Món en la que se aseguraba que el ciudadano Girauta había tenido sus más y sus menos verbales con una pareja de amarillo. El caso Girauta es ligeramente distinto en Ok Diario. Era el diputado quien iba con su pareja y fue insultado por un hiperventilado al tiempo que la acompañante recibía un empujón, cosa que a los mossos de determinada comisaría de L'Hospitalet que amarillea no les pareció para tanto.
A todo esto hemos llegado gracias a ese gran constructor de naciones llamado Jordi Pujol i Soley, evasor fiscal confeso y fundador de una saga de notorios investigados por el cobro de comisiones y trasiego de pelotazos al amparo del bolsillo de todos los catalanes. Ayer recibió un sentido homenaje (Nació Digital) con la presencia de la tuitera Núria de Gispert, el obispo Joan Rigol, el exalcalde "okupa friendly" Xavier Trias, el viajante de Convergència (ahora PDeCAT) en Madrid Carles Campuzano, exconsejeros de sus tiempos y parte de la parentela, con doña Marta Misales al frente. Dicen en Nació Digital que el abuelo baja el telón. Está orgulloso de su "legado" público, que sintetiza en escuela, medios, mossos más sanidad, esta última para que no se diga y para no romper la tradición de reírse de la gente del "un sol poble".
Tristeza de acto tremendamente deslucido por la ausencia del hijo político de Pujol, ese Artur Mas que dijo que tenía la agenda llena. ¿De qué?
La "comunidad educativa" del país, Ampas, entidades pedagógicas, la asociación de maestros trotskistas, los profesores de religión por la república y los CDR anti-155 del departament de adoctrinament i cura de les nenes i els nens de Clara Ponsatí (sempre seràs la nostra consellera), toda esta gente en fin ya cuenta con el apoyo de las centrales sindicales. UGT y CCOO se alinean con la escola catalana, apunta El Mundo por su inclusión en la "Mesa de Emergencia Docente", un nuevo chiringuito al efecto de crear un ambiente favorable a los profesores investigados del instituto El Palau y desfavorable para las familias denunciantes. Lo de siempre. Que están reprimidísimos, menudo infierno. Esos profesores catalanistas asediados por el unionismo feroz. Qué barbaridad.
Más política. Ojo que la portavoz de ERC Marta Vilalta se ha enfadado y pide a Junts per Puigdemont que les inviten a las tenidas berlinesas (El País) así como presidente "efectivo".
Hay más. El PP remueve su organización madrileña. La interpretación del basurero de Twitter es terminal: "Quitar a Cifuentes y poner a García Escudero es como darle la vuelta a los calzoncillos y decir que están limpios". Del "tremending topic"de Público.
8 de mayo, santoral: Nuestra Señora de Luján, Acacio de Bizancio, Arsenio de Scete, Dionisio obispo y Metrón.