Barcelona, capital mundial de las cazuelas
Peligra el Mobile, Ada encantada. Arrojado artículo de Luna en 'La Vanguardia': "¡Aún queda país por destrozar!". Las misas amarillas de la iglesia guardiolista en las parroquias católicas
26 febrero, 2018 09:44Barcelona es la pista americana de la "kale borroka" amarilla, la ciudad de los Comités de Defensa de la República (CDR) en las que las abuelitas del lazo y los nietos de capucha y mochila practican el somatonismo mientras la alcaldesa Colau y los atribulados líderes nacionalistas aplauden con las orejas que los "cederreires" hagan lo que les salga de los dídimos porque las calles serán siempre suyas y de los ciclistas. No diga Rentería, esto es Warcelona.
La alcaldesa no es la primera ciudadana, sino la primera antisistema. A veces intenta disimular y parecer una edil al uso, de las que no transigen con los disturbios, pero le puede el instinto incendiario. No le gusta el "Mobile" y se nota. Preferiría un certamen de rastas antifascistas con ponencias sobre cómo asaltar pisos vacíos, pillar la luz del vecino y técnicas de cultivo de la marihuana hembra.
El salón de telefonía móvil tiene muchas novias. Munich, Dubai y Madrid se ofrecen a acoger el evento que tanto asco les da a los Pisarellos, Asens y demás miembros de "Barcelona en Comú". Aunque lo que más asco les da a nuestros munícipes es España. De ahí la rabia contra Felipe VI.
En El País, Clara Blanchar y Camilo S. Baquero enhebran un texto sobre los antecedentes antifelipistas de los comunes: "Nada más llegar al Consistorio, Colau dio un golpe frontal a la Casa del Rey. El 24 de julio de 2015, antes del primer pleno del mandato, el gobierno municipal ordenó retirar del Salón de la Reina Regente el busto de Juan Carlos I. “Hay una sobredimensión simbólica de la Monarquía que contrasta con una infrarrepresentación de otras tradiciones ciudadanas más propias de la urbe”, argumentó el primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello. El día anterior, Felipe VI estaba en Barcelona, entregando despachos a los 35 nuevos jueces graduados".
La alcaldesa hace lo que sea para complacer a los nacionalistas y como titula Joaquín Luna en su imprescindible artículo de hoy en La Vanguardia, "¡Aún queda país por destrozar!". Escribe Luna con el bolígrafo entre los dientes: "El independentismo ha demostrado una singular patología: exijo respeto y afecto de aquellos a quienes ataco y me quiero cargar (la monarquía constitucional y la UE, por ejemplo). Lo fantástico es que les parezcan incomprensibles las reacciones. Felipe VI no es un rey medieval. Sus discursos, como los de la reina de Inglaterra, vienen pautados por el Gobierno. Tiene margen de maniobra pero muy limitado y en uso de ese espacio viajó a Barcelona el 26 de agosto para participar --que no encabezar-- la manifestación de duelo por los atentados terroristas. Era la primera vez que se sumaba a una manifestación... Aquel guiño de afecto a Barcelona, en un momento de luto propicio para evitar el choque de trenes, fue utilizado por el independentismo para humillarle al igual que al Gobierno, en una encerrona que convirtió la manifestación en la más penosa de cuantas --y son muchas-- se han celebrado en Europa y Estados Unidos después de atentados yihadistas".
Además, recuerda Luna que "las pancartas orquestadas “culpabilizando” al jefe del Estado de la matanza --¡comercio con Arabia Saudí!-- y la escenografía norcoreana del servicio de orden no fueron precisamente una invitación al diálogo sino una demostración de que el independentismo iba sobrado y presumía de que las calles eran suyas. Con el agravante de cara a la comunidad internacional de “excusar” a unos chavales muy majos de Ripoll que hablaban catalán y jugaban al fútbol --ahora el relato es que el CNI asesinó a John F. Kennedy-- una línea infantil que no granjea precisamente prestigio de país fiable".
No pasa nada. Hay un dios catalanista y guardiolista que vela por los sueños republicanos de la iglesia de los bisbes de la terra. En El Mundo cuenta Oriol Trillas los singulares rezos y rituales en las misas amarillas de Cataluña patrocinadas por los Omellas, Pardos, Vives y Novelles. Plegarias por la paz del mundo y la libertad de Junqueras. La prisión preventiva es pecado, pero sólo en el caso de que se trate de los héroes del viaje a ninguna parte de la república simbòlica de Catatonia.
En El Periódico se descuelgan con una información de Gemma Robles sobre el correo electrónico del mayor Trapero: "Según el relato de la policía judicial elaborado sobre el contenido de los mails y los citados documentos, se diseñó una estrategia operativa, el Plan Ágora, orientado únicamente a cubrir apariencias ante el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya (TSJC), fiscalía y Ministerio de Interior, puesto que los propios análisis internos de la Prefectura de Mossos --conocido ahora con la incautación de los correos-- señalaban que solo con 40.000 efectivos (cifra muy superior a la plantilla total de la policía catalana, cercana a los 17.000 agentes) se podía impedir realmente un referéndum como el del 1-O. Pese a esta advertencia se mantuvo vivo el Plan Ágora, que enviaba a un par de agentes por colegio, y no se solicitó apoyo en virtud de este cálculo propio de los Mossos".
También apunta el texto que la lealtad de Trapero a Forn facilitó la ocupación previa de los centros electorales: "Ferran López hizo saber a su jefe que había habido una reunión informal entre el responsable de la región policial de poniente del cuerpo y el fiscal jefe de esa provincia, quien le habría adelantado a su interlocutor que, entre otras cosas, se les iba a solicitar que precintaran los colegios antes del 1-O. Esos datos pasaron en cuestión de minutos, vía correo electrónico de Trapero, a manos de Forn, del director general de los Mossos, Pere Soler y del secretario general de Interior. La Guardia Civil recalca en su informe para Lamela que 48 horas después de esa cascada de mails con la información oficiosa, se presenta en la sede de Ómnium la plataforma Escoles Obertes".
Melancólica cacerolada para agasajar a Felipe VI. Qué ardor guerrero con el puchero, qué dignidad tan grande la de este pueblo paellero que no tiene miedo. Gallina de piel. Hoy no hay concierto. Una pena.
26 de febrero, santoral: Alejandro, Agrícola, Porfirio y Víctor eremita.