Del mambo al fado: el soberanismo en los juzgados

Están los dirigentes soberanistas francamente aturdidos. Jordi Sànchez, por ejemplo, alegó ante el juez que fueron los periodistas quienes se cargaron los coches de la Guardia Civil en lo de la consejería de Economía, el 20 de septiembre. Joaquim Forn, por su lado, se queja de que el coronel de la Guardia Civil Pérez de los Cobos le dejó plantado en una reunión a las nueve de la mañana del 1-O. Qué desplante. Con las ganas que tenía Forn de cumplir el mandato judicial de impedir el referéndum. ¿O no? 

La reacción judicial causa la estupefacción más absoluta en el bando amarillo. Es normal. Hasta aquel primero de octubre hacían lo que les salía de la minga de día y con alevosía entre jijís y jajás aderezados con viscas a la república. Eran los reyes del mambo. ¿Mambo? La del mambo, Anna Gabriel, se ha largado a Venezuela a colaborar en la campaña del gran demócrata Maduro y de paso eludir la declaración ante el magistrado Pablo Llarena. ¿A qué Mas tirará a la papelera en Caracas?

Mientras tanto, Carles el belga sigue a lo suyo, jaleado por los irreductibles mientras en ERC se comen los mocos y no salen de su asombro ante el empecinamiento carlista. La Vanguardia recoge la propuesta de Puigdemont, que ya tiene varios días marcados en rojo: "Carles Puigdemont ha trasladado a ERC y la CUP en las reuniones mantenidas entre el domingo y el lunes en Bruselas su propuesta para desencallar la investidura, que pasa por una estrategia de doble Govern: uno “en el exilio” mediante la creación de un Consell de la República encabezado por él mismo y cuya investidura sería el 18 de febrero, y otro en Barcelona, con una nueva sesión de investidura en el Parlament de Catalunya prevista inicialmente para el día 21 o 22 de febrero".

Lo tiene todo controlado. Sigue el texto vanguardil: "El itinerario previsto en este plan consta de cuatro estaciones: una resolución de reconocimiento de la restitución del “president legítimo”, la reforma de la ley de la Presidència de la Generalitat y del Govern para incluir la investidura a distancia, una primera elección como presidente del consejo de la república en Bruselas y una investidura formal en el Parlament. El calendario de la propuesta variará en función de la fecha del pacto".

Más fácil imposible.

El separatismo de las sonrisas en varios casos de acoso, señalamiento y daños materiales. Es una pieza de El Mundo que retrata, por ejemplo, la imposible vida de Josep Ramon Bosch en Santpedor o las pintadas y martillazos en la cristalera de Crónica Global. La impunidad de Arran es un caso extraordinario. El món recoge la última hazaña de los chicas y chicas de las capuchas, lanzar pintura a la fachada de una comisaría de la Policía Nacional en Terrassa.

Jordi Pesarrodona, concejal de cultura Sant Joan de Vilatorrada, encarna la desorientación soberanista. Es el tipo que con una nariz de payaso se puso al lado de un guardia civil durante un registro en la consejería de Gobernación. Ha sido llamado a declarar y se ha negado, cuenta El Nacional sobre el último héroe de la república a tocar. Ese es el nivel.

Madrid. Rumor electoral. El País abre con las malas relaciones entre Rajoy y Rivera: "La alta tensión entre el PP y Ciudadanos, materializada en abundantes recriminaciones y censuras, amenaza con romper el acuerdo de investidura que une a los dos partidos. “Se zafan de sus compromisos y nos van decepcionando. Estamos muy alarmados”, dijo ayer Juan Carlos Girauta, portavoz parlamentario de Albert Rivera. “Que rompan el pacto si tienen valor. Están en una constante campaña electoral”, respondió un asesor de Mariano Rajoy. Todas las encuestas señalan que la formación de Rivera crece y que el partido de Rajoy se desgasta, lo que ha intensificado los ataques desde las filas populares. La decisión de afrontar juntos el reto secesionista en Cataluña frena por ahora la ruptura definitiva que obligaría a adelantar las generales".

8 de febrero, santoral: Jovencio, Lacuto, Nicecio y Jerónimo Emiliani.