Mojón de mentís el del consejero de Interior, Joaquim Forn, y el major de los Mossos, Josep Lluís Trapero. Una administración seria no convoca ruedas de prensa para atacar a medios y periodistas. Basta con una nota, una explicación por escrito entre cuyas ventajas destaca que al papel no se le hincha la vena del cuello. Dice lo que dice y punto. Pero no. A Forn y a Trapero les va la marcha y el cuerpo a cuerpo, bajar al barro, sacar pecho y repartir a diestro y siniestro. No resulta edificante.
Si la Consejería de Interior tenía algún atisbo de razón respecto al carácter del aviso estadounidense sobre el riesgo de atentado en Barcelona la perdió en una comparecencia infame en la que Forn extravió las formas y Trapero, los papeles. Y encima para acabar admitiendo que sí, que los Mossos estaban alertados, que todo ese rollo de que el Estado no les deja salir de casa ni hablar con los vecinos es una falsedad, un argumento cargado de hipocresía, una trampa para consumo de la parroquia indepe que no se aguanta ni con pinzas.
Produce perplejidad, inquietud y hasta un punto de temor que un señor uniformado brame ad hominen al lado de un tipo, el consejero, que en última instancia dice que el Estado sabía lo del aviso y le restó credibilidad. Siempre el otro, la culpa de España. ¿Avisos de atentados? A cascoporro cada día, alegaban Forn y Trapero o Trapero y Forn porque el major parecía el político, pero un político tipo Trump dando collejas a la canallesca por no hacer grande Cataluña, mientras que Forn pasaba por ahí en calidad de consejero florero cuya principal cualidad es que le importa un pijo que le imputen por el referéndum.
Como de ego andan sobrados, aún se deben pensar que están dando una gran lección de profesionalidad, transparencia y buen sentido informativo. Les aconseja algún indocumentado y les ciega la vanidad, de modo que en lugar de restar crédito a El Periódico ponen a los Mossos y la Generalitat a los pies de los caballos, con las vergüenzas a la vista, expuestos a que la aparición de nuevos detalles destroce (más) el idílico relato sobre la eficacia catalana frente a la chapuza española.
Dada la publicidad gratuita de Forn y Trapero, todos los medios se centran en si fue la CIA, el Centro Contraterrorista de los EEUU, la NSA o el FBI quien alertó al CNI, la Guardia Civil, al Cuerpo Nacional de Policía y a "the Mossos". Colau, que es el perejil de todas las salsas, dice que "Barcelona" no sabía nada. Muy mal por la CIA. Mira que no tener en cuenta a la alcaldesa. ¿O es que se pensaban que la Generalitat avisaría al Ayuntamiento? Que la información es poder se dice por algo.
En el ABC, Javier Chicote firma un texto en el que se subraya que no todo el mundo pensó que el aviso fuera mierda de vaca: "Pese a los intentos por parte de la Generalitat de echar balones fuera, fuentes de la lucha antiterrorista confirman a ABC que el aviso llegó a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a los Mossos y que no fue 'desmerecido'. Las sospechas de atentado las recabó la CIA y las trasladó al National Counterterrorism Center (NCTC), el Centro Nacional Antiterrorista, que recopila información de más de una veintena de agencias. Fue el NCTC quien lo comunicó a la Policía Nacional, la Guardia Civil, el CNI, el CITCO y también los Mossos, conocedores de las competencias de seguridad están transferidas en territorio catalán. Además, la Policía se lo envió por segunda vez al cuerpo autonómico".
El chorreo es general. Titulares de la prensa impresa:
El País: La Generalitat admite que tuvo información y culpa al "Estado"
El Mundo: El Govern mintió para ocultar que la alerta llegó a los Mossos
ABC: La cúpula de los Mossos ignoró el aviso de la CIA sobre un atentado en las Ramblas
El Periódico: Estados Unidos confirma que alertó a los Mossos
La Razón: La Generalitat mintió al decir que no había una alerta de la CIA sobre el 17-A
La Vanguardia: Los Mossos admiten un aviso poco creíble sobre las Ramblas
Ara: Els Mossos denuncien una ofensiva contra la seva credibilitat
El Punt-Avui: Diada de rècord
Un éxito de rotundo desmentido en todas las portadas menos una. En ascuas a la espera de que en los medios soberanistas se entreviste al gurú de comunicación de los Mossos si es que existe, porque puede que como Pere Soler, el director general, sólo sea un holograma, una cuenta en el Twitter de las pelotas o una sombra pasajera.
Jordi Sànchez, el jefe de la ANC, prepara la madre de todas las Diadas con una sorpresa sobre el 17-A. Firma la noticia en El Mundo Víctor Mondelo, que escribe: "La Asamblea Nacional Catalana (ANC) recordará a las víctimas del atentado yihadista de Barcelona durante la manifestación independentista que organizará el próximo 11 de septiembre con motivo de la Diada. La organización pretende blanquear su imagen después de haber contribuido decisivamente a convertir el homenaje oficial a los fallecidos en un acto de propaganda independentista y un boicot a la presencia del Rey en la marcha. El presidente de la ANC, Jordi Sànchez, avanzó esta mañana que en la manifestación de la Diada 'habrá un espacio de recuerdo a las víctimas del 17-A y de todos los totalitarismos que usan la violencia'. 'No tendría justificación no hacerlo', defendió el líder de la principal entidad secesionista de Cataluña".
Lo mismo despliegan una estelada gigante como han hecho los chicos de Arran en el puente de Segovia de Madrid. Qué garridos.
1 de septiembre, santoral: La Predestinación de Nuestra Señora y Josué.