Como era de prever, la admisión a trámite de los recursos contra la reforma del reglamento en el Tribunal Constitucional (TC) suspende cautelarmente los cambios implantados por Junts pel Sí y la CUP para aprobar la ley del referéndum entre calada y calada.
Nunca se había visto tanta actividad burocrática el último día de julio. Reunión en el TC, registro en el Parlament de la norma referendaria y más recursos del PP y Ciudadanos contra las prácticas filibusteras del parlamentarismo independentista. Sumado todo ello a la humedad relativa da un bochorno insoportable aliñado con esa bruma que no es sino arena del Sahara.
Las chicos y los chicas de la CUP se llevaron una tremenda sorpresa cuando se concentraron animosos frente a la comandancia de la Guardia Civil en la Travessera de Gràcia. Se les había adelantado un grupo más numeroso de partidarios de la Benemérita. Glups. Eulàlia Reguant flipaba. ¡Cuánto facha! La presencia abundante de auténticos armarios roperos de los Mossos de Esquadra evitó que ambas manifestaciones perpetraran una melé a estacazos de palos de bandera. El espectáculo no es en absoluto edificante, como tampoco lo resulta el hecho de que la CUP presuma del ataque al autobús turístico, la alcaldesa se haga la sueca, nadie sepa explicar por qué el suceso trascendió cuatro días después y a los borrokas de Arran les haya dado ahora por pinchar las bicicletas de alquiler.
En medio del delirio aflora una reveladora información en El Español firmada por Daniel Montero y Alejandro Requeijo y relativa al expediente Catleaks o como en Convergència, ahora PDeCAT, se lo llevan puesto. La entrega del día revela a través del tráfico de correos electrónicos la soltura con la que Germà Gordó, Felip Puig y Joan Lluís Quer hacían y deshacían para colocar a los primos y los amiguetes. Así se cuenta en la pieza: "Entre los colocados hay desde familiares directos del presidente Artur Mas (su prima fue contratada como responsable de Comunicación de GISA) hasta militantes "de confianza" que buscaban progresar en la Administración o simplemente, no ser despedidos. Así, el 19 de febrero de 2011, solo una semana después de que Convergència nombrara a la cúpula de GISA, el entonces consejero de Interior Felip Puig escribe directamente al presidente de la empresa pública recién nombrado: "Albert Paco es arquitecto y, cosa rara, buen profesional. Lo tienes en la casa, en la gerencia de proyectos. Es militante de CDC y muy leal, fiel, trabajador y quiere a la institución. Solo para que lo medites", escribe el miembro del Ejecutivo catalán, solo dos meses después de que Artur Mas fuera nombrado presidente".
De alucine. En aquella época se hacían llamar el Gobierno de los mejores y les daba tiempo de organizar el pollo y colocar a la parentela. Clientelismo, caciquismo, nepotismo, enchufismo y jetas de hormigón. Con estos trascendidos se entienden mucho mejor las prisas pedecatas para montar una frontera en el Ebro, echar a la Guardia Civil y proclamar la república. Y además cuentan con la complicidad de la CUP, la cara B del catalanismo sonriente y pacífico. Como está todo por escrito es de suponer que alguien investigará algo por el conducto judicial.
Gran expectación por la comparecencia de Cristiano Ronaldo en un juzgado. Se le atribuye la ocultación al fisco de 14 millones de euros. El delantero portugués se puso chulo, en plan independentista, y le espetó a la magistrada que estaba en la sala por llamarse Ronaldo. Genio y figura. En El Mundo, Manuel Marraco y Esteban Urreiztieta diseccionan la deposición del astro de Madeira: "Cristiano optó por usar prácticamente los mismos argumentos que en su día utilizó Leo Messi: no sabe «nada» de sus asuntos fiscales. El interrogatorio de la juez, así como el de la Fiscalía y el de la Abogacía del Estado -que representa a Hacienda- chocaron con la misma respuesta por parte del jugador portugués: «Confiaba completamente en mis asesores». En un tono por momentos desafiante, lejos del pacto que recomiendan la mayoría de los expertos, Ronaldo llegó incluso a decir: «Si no me llamara Cristiano no estaría aquí».
Continúa: "A Messi no le valió la estrategia de hacerse el tonto. Según fuentes del caso, Ronaldo llegó a decir que no sabía nada y que «no quería saber». La justicia hace tiempo que condena en casos en los que se encuentra con la denominada «ignorancia deliberada» de quien debía estar al tanto de algo y lo eludía conscientemente".
¿Ignorancia deliberada? A eso se le llama hacerse la infanta, recurso cada vez más socorrido.
Scaramucci, kaput. El tipo ha sido el director de comunicación más efímero de la Casa Blanca. Una lástima porque había demostrado cierto virtuosismo como bocazas. Jan Martínez Ahrens y Joan Faus dan cuenta del evento en El País: "Llegó, vio y despidió. El general John Kelly hizo honor a su fama de implacable. Nada más tomar posesión como jefe de Gabinete, destituyó al director de Comunicación, Anthony Scaramucci, y dejó claro quién manda ahora en la Casa Blanca. Odiado dentro y fuera del Gobierno, el defenestrado Scaramucci había hundido en solo 10 días el ya escaso rédito oficial con sus insultos al antecesor de Kelly y al estratega jefe, Stephen Bannon. Su caída, presentada como una dimisión, es la tercera de un alto cargo en tres semanas. Trump la respaldó".
1 de agosto, santoral: Alfonso María de Ligorio, Pedro Fabro y las santas Fe, Esperanza y Caridad, según el Calendario Zaragozan